El Papa contra la explotación de las monjas por la Jerarquía eclesiástica

Todo lo que sucede y algunos prefieren cerrar los ojos

Papa reconoce explotación de monjas en la Iglesia y les pide que luchen

Este es "uno de los temas más sensibles en el Vaticano", dada "la innumerable cantidad de monjas y consagradas que trabajan como empleadas domésticas para seminaristas, sacerdotes y obispos".

"Os invito a luchar cuando, en algunos casos, sois tratados injustamente, incluso dentro de la Iglesia; cuando vuestro servicio, que es tan grande, se reduce a servidumbre. Y a veces por hombres de Iglesia".

Estas fuertes palabras fueron pronunciadas esta semana, por el Papa Francisco, en el video de lanzamiento de la intención de oración para este mes, a través de la Red Mundial de Oración del Papa.

En el mismo mensaje , Francisco instó a las monjas a "seguir trabajando especialmente con los pobres, los marginados, todos aquellos que están esclavizados por los traficantes". "Específicamente les pido que actúen sobre estos problemas", apeló.

"No te desanimes. Continuad dando a conocer la bondad de Dios a través de las obras apostólicas que hacéis. Pero sobre todo, a través del testimonio de la consagración", añadió el Papa.

La referencia explícita a la violencia y el abuso contra las monjas se da en un momento en que el tema empieza a ganar visibilidad, desde el suplemento mensual "Mulheres Igreja Mundo", del periódico Osservatore Romano hasta el reciente libro, publicado en Italia, titulado Il Velo del Silenzio (El Velo del Silencio), de Salvatore Cernuzio, con testimonios de mujeres y religiosas de diferentes partes del mundo, sobre abusos, violencias y frustraciones, con prólogo de Sor Nathalie Becquart, Subsecretaria del Sínodo de los Obispos.

Según informes hechos públicos, la explotación de las religiosas puede ser de carácter sexual, pero implicará principalmente abusos psicológicos y laborales.

Según la corresponsal del diario francés La Croix International en el Vaticano, Loup Besmond de Senneville, este es "uno de los temas más sensibles en el Vaticano", dada "la innumerable cantidad de monjas y mujeres consagradas que trabajan como empleadas domésticas para los seminaristas", sacerdotes y obispos".

"Es común que las monjas las reciban cuando visitan a algunos prelados de la Curia romana. Esto también puede suceder en ciertas congregaciones de sacerdotes, donde las hermanas están a cargo de cocinar, limpiar", señala La Croix International.

En los testimonios de algunas monjas que fueron autorizadas a dar declaraciones anónimas al suplemento Donne Chiesa Mondo del Osservatore, se mencionó que muchas de las monjas que realizan estos trabajos en el ámbito vaticano observaron que la mayoría trabajaba sin contrato y las que se pagaron devengados, "montos irrisorios".

No es la primera vez que el Papa aborda este tema. Frente a más de 800 superiores generales, que recibió en Roma en 2019, Francisco dijo: "¡Por ​​favor, servicio sí, servidumbre no!".