Miscelánea de pensamientos

Como uno todavía vive, a pesar de estar enclaustrado por el covid, se informa de lo que sucede a su alrededor y se pregunta qué será de la humanidad dentro de algún tiempo y recuerda a Huxley y su "Mundo Feliz" y comienza a pensar que aquella novela de su juventud se pueda convertir en profecía. Quizás, con algunas variantes, no iba tan descabellado cuando, creando un mundo tan tecnológico y avanzado en todos los campos, mantenía las castas sin sospechar de la futura existencia de Pablo Iglesias. Lo curioso de aquel Mundo es que habían desaparecido la familia ¿sería por la codicia?; nos habían uniformado cultural eliminando razas ¿con ese pensamiento único, que tanto añoran algunos, y proscripción de lo que supone lo distinto?; nos habrían choriceado también el arte ¿Siguiendo la escondida senda de la actualidad de escaquear la belleza entre el caceo y el despilfarro?; habrían suprimido la literatura ¿Sería obra de Maquiavelo que habría enseñado al Príncipe que todo lo que no se usa, en este caso la lectura, hay que arrojarlo a la hoguera como en el Quijote?; habrían suprimido la filosofía ¿estaremos ya en la primera fase del futuro y por eso ya empezaron en los institutos?; nos quedaríamos sin religión ¿Es posible que la petulancia humana elija al Ego como sucedáneo?; el sexo, que allí era libre ¿no repararía en el dolor de cabeza, ni sabemos que diría de que el si es si y del no es no, ni tampoco de las contra indicaciones de la viagra?; y el amor ¿para qué sería necesario, si igual que la educación, no los usarían? Hasta es posible que tuviésemos ciencia infusa y, como nos decía un día un chaval hace ya años: ¿Y para qué valen los libros? Para nada, amigo, para ser tonto llega con lo aprendido.

Bueno, pues el profeta Huxley, inteligente donde los hubiere, no contaba con las redes sociales ni los vídeo juegos, ni los influyentes ("influencers"), y desconocía lo que son los post, (no sé yo si hay ant), ni que hay trabajos que se llaman cazatalentos, que debe ser, me imagino yo, una versión nueva de como enchufarse sin dar golpe; si no ¿para qué iban a fichar a Esperanza Aguirre?. Mi querido soñador, no creo que pudiese pensar que las cosechas cotizarían en bolsa, ni que los buitres fuesen ahora fondos de inversión. Te comprendo, admirado Huxley. Yo tampoco puedo imaginar lo que van a comer las generaciones futuras, si es que las hay, que esa es otra. Porque lo del soma no me extrañaría que ya fuese el tofu.

Y digo que, si es que las hay, pues te recuerdo los juguetes Pues te recuerdo que los "juguetes" están en manos de tipos como Putín, Boris Johnson y todavía anda incordiando Donald Tramp. Sin contar Xi Jinping (China) o Kinm Jong-un (Corea del Norte), que juega para entretenerse con misiles de largo alcance. Como ves una buena cosecha de lumbreras para la paz en caso de una invasión de extraterrestres. No se molesten, señores de las galaxias, la Tierra nos la cargamos nosotros solitos. Y sinquieren algún negacionista, vengan a por ellos que aquí hay cosecha abundante. La imbecilidad es más contagiosa que la pandemia.

Con esta fauna (no es despectivo porque son animales más o menos inteligentes) tenemos que lidiar y nada es extraño a la naturaleza humana. Cambio de tercio.

Por su parte en España ahora resulta que Pablo Casado anda de ganadero y se ve que se le dan las vacas tan bien como a Orestes de Pasapalabra la música. Y como a río revuelto ganancia de Ayuso, va ella y acuna ovejitas. Tenga cuidadito la princesa de Sotillo y acuérdese que los corderitos no beben cerveza, como mucho deles teta. De la madre ¿eh?. La Marine Le Pen o Isabel la Católica, que llaman los alemanes, todavía no sabe el significado de demagoga y populista. Es lo que tiene afilarse al partido sin estudiar mucho.

Ahora que Pablo Iglesias está en fuera de juego, dicho sea de paso el apellido le pega peor que la coleta, y ésta ya no tiene la fuerza de Sansón porque, ya está construido el casoplón, echo de menos sus discursos para acabar comprendiendo que ser enemigo público implica una abrir alguna puerta giratoria, y al fin y al cabo, todos somos barro. Otros, en cambio, son de porcelana, porque cierto es que hay castas, y los de la casta gozan de muchos casoplones, cuentas en paraísos fiscales, privilegiadas mansiones en la exclusividad de la costa, yates y otras lindezas que adornan con banderitas de España en tirantes, gorras o mascarillas. Todo ello aderezado con acceso directo a nuestras cuentas bancarias vía eléctricas yotras mamandurrias. Si, todos somos barro, pero a unos les doran el bidé y sólo algunos, los auténticos, son polvo enamorado, pero de esos hay muy pocos.

Y si no fuese suficiente, nos encontramos al pobre de Garzón, más sincero que político, y todo apunta que pronto se dedicará a la agricultura extensiva.

Por su parte, Pedro Sánchez, a quien le toca ahora caminar con la cruz a cuestas de España, labor que también soportaron otros, se encuentra asolado por la pertinaz sequía de colaboración patriótica, y no encuentra en sus defestradores, las virtudes cristianas de solidadridad, pederastia incluida, para la hermosa colaboración de cireneo. Muy al contrario, se utiliza toda la caballería ligera y pesada para denigrar su esfuerzo y hasta se utilizan las instituciones europeas para machacar todos los logros con el socorrido sofisma de que todo se hace mal, desde bajar el paro a repartir los fondos europeos. El caso es joder, señoritas/ os. Caridad de misa y comunión.

Vivo en un País donde todavía no hemos asimilado muchas cosas: desde la democracia, donde es el ciudadano quien con su voto legitima el gobierno, hasta que tengamos que soportar la involución que predican extremistas en infinidad de medios. Vivo en un País donde recuerdo que se asustaba a la gente con el demonio del Comunismo y otras sandeces y siempre fueron artimañas mentirosas como que te iban a robar las vacas. Vivo en un mundo donde los trileros están todos los días creando bulos, falsos perfiles, atribuyendo a los enemigos patrañas, escribiendo en las redes sociales falsedades sin pudor alguno.

Leo a individuos que cuando se refieren a Pedro Sánchez dicen "cum fraude". Y el único fraude que hay es el que ese individuo trata de cometer al desprestigiar al interfecto. No, no se trata aquí de alabar a nadie, porque no sigo directrices ni tengo obligaciones para apoyar a nadie, simplemente desenmascaro a los tramposos. Es preciso decirle al escritor en cuestión que las elecciones en España son libres y se ganan sin pucherazos, unas veces unos y otras otros. Los apaños para lograr mayorías en el Congreso son legales y obedecen a acuerdos puntuales. Cierto es que hay muchas cosas que no me gustan, pero a mi me toca aceptarlo.

Pienso también, a diferencia de otro colega en estas lides, que no me parece Ayuso una gran lideresa, muy al contrario, me parece una pésima gestora, pero acato las decisiones de la mayoría. La diferencia es que, cuando escribimos debemos contar todas versiones, no sólo la que nos conviene.

En el primer caso decir Pedro Sánchez Cum fraude es mentir. No hubo fraude alguno en las elecciones.

En el segundo caso, decir que Ayuso es una gran lideresa y negar que su gobierno haya dado orden a las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid para no derivar a los ancianos enfermos del covid al hospital, se desmonta con sus propios errores: Si fuera cierto, como tratan de hacer creer al personal que la orden de mantener aislados a los ancianos en las residencias, implicaba no derivarlos a los hospitales, orden que atribuyen a Pablo Iglesias, entonces irían a por él a degüello, pero hete ahí que tal orden no era cierta. Aislarlos para evitar otros contagios, no implica no ingresarlos en los hospitales. Ahora bien, las instrucciones de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (dos protocolos del 18 de marzo de 2020) quizás tengan más que ver con la verdad. Y digo quizás, porque la verdad aún está por esclarecer. Lo que resulta llamativo es que sea Ayuso, su grupo, y su apoyo en Vox, los que se opongan a una comisión de investigación como pretenden las familias y que también reclama Amnistía Internacional. Las falacias se pueden decorar con mnuchos adornos, pero no pierden su esencia.

Pero la lideresa aún goza de muchas más controversias, desde el aval de papá que nunca se pagó y eran cuatrocientos mil euros del erario público, hasta se gestión de la pandemia pasando por una titulación todavía no aclarada en parte. Pero esa es otra historia, que siempre se dice que diría Kipling. Y es verdad que lo dijo. Así que lo de gran lideresa será para lgunos, para mí no. y sabiendo lo que lleva su carro, me quedaré como Tagore viendo pasar el tiempo.