Poemario político
jueves, 09 de diciembre de 2021
Política
En una democracia liberal
la Política es una actividad fundamental,
que debe gestionarse con acierto y lealtad,
con el fin primordial de garantizar
el progreso y el bienestar de la comunidad.
Para poder alcanzar dichos objetivos
hay que practicar una gestión eficaz
por medio del acuerdo y la armonía
al margen de las discrepancias de la ideología.
La política es el arte de gobernar,
es una actividad hiperactiva que todo lo invade
las instituciones, las tradiciones, la vida social.
La excesiva y contumaz politización
crea un clima de recelo y crispación.
La razón de Estado no debe entrar en colisión
con el estado de la razón.
En el desarrollo de la gestión pública
la ética debe primar sobre la estética.
La política es una compleja combinación
de ideologías, poder y ambición
y los partidos pelean entre sí
con enseñamiento y frenesí.
El cuadro goyesco "Duelo a garrotazos",
refleja con la mayor fidelidad
lo que acontece en nuestra sociedad.
El liderazgo no debe ser abusivo,
ni convertir al opositor en enemigo.
En política la demagogia y la hipocresía
son el pan nuestro de cada día.
La Política es un exótico dilema
que consiste en hacer
de cada solución un problema.
La política consiste en prometer
aquello que no puedes hacer.
Cada promesa electoral
es un mentira potencial.
Políticos
El ejercicio de la Política corresponde a los políticos.
Más, dicha actividad genera ejemplares muy dispares,
aunque todos tengan objetivos similares.
Si bien es preciso aceptar y reconocer
que no todos los políticos son iguales.
El buen político para ser eficaz
debe ostentar la meritoria cualidad
de mezclar con soltura la mentira y la verdad.
En lugar de cooperar o competir
se dedican a discrepar y discutir.
En todo caso no hay peor enemigo
que el disidente de su propio partido.
También es necesario, pero no suficiente
ser honesto e inteligente.
No obstante, aunque es poco frecuente,
hay incluso algún político sensato y competente
El político tiene como objetivo preferente
alcanzar el poder y perpetuarse en él.
El poder es como una droga, que crea adicción
y enturbia el sentido y la razón.
Frecuentemente, el poder y la corrupción
caminan juntos en la misma dirección.
El objetivo principal de un político es sobrevivir.
A un político lo pueden cesar o destituir,
pero en ningún caso es capaz de dimitir.
El político no suele presentar su dimisión,
tanto si está en el poder, como en la oposición.
Muchos políticos ostentan la condición
de ser en su vida la única ocupación.
Los que manejan la política local, regional o del Estado
son aquellos a los que hemos votado.
Nuestra responsabilidad como votantes
es haber elegido a estos gobernantes.
La política es la única profesión
para la que no se necesita ninguna preparación.
R.L. Stevensson
José R. Vazquez Liñeiro. Noviembre 2021.
Vázquez Liñeiro, José Ramón
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