Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Contracción

viernes, 03 de diciembre de 2021
Aunque resulte difícil entender la disparidad de medidas tomadas por los distintos ejecutivos autonómicos, lo cierto es que, en la actual situación sanitaria, resulta complicado mantener un equilibrio entre la seguridad y el estímulo económico.

La solución de unos ciudadanos pasaría por un nuevo confinamiento total para erradicar de una vez la presencia del virus, mientras sus detractores inciden en que el anterior encierro no fue eficaz a la hora de terminar de prevenir futuros brotes. Por otro lado, tanto la Administración como el ciudadano de a pie andan igual de urgidos de unos ingresos que la inactividad limita peligrosamente. Porque si bien es cierto que el modelo de Estado es social, es imprescindible una hacienda saneada para implementar las distintas políticas de protección a la ciudadanía.

Con la hostelería como centro del debate industrial, parece como si el país adoleciera de cualquier otra actividad empresarial lucrativa. La pandemia ha hecho resentirse a muchos otros sectores, Baste mencionar a productores de fuegos de artificio, las orquestas que amenizaban las verbenas; los escritores, editores y libreros que se han quedado sin presentaciones ni ferias del libro, y hasta los fabricantes de hostias, que han visto mermada su producción por el cierre de iglesias o la limitación del aforo, todo ello con el consecuente descenso en la recaudación tributaria por falta de actividad, mientras el Gobierno intenta tirar con mayor o menor fortuna de unos ingresos sociales para los que no da abasto.

Incluso los 70.000 millones prometidos por la Unión Europea no tienen visos de mejorar sustancialmente la situación, desde el mismo momento en la el actual estado de alerta y confinamiento dificultan cualquier estímulo a la productividad.

La debacle al final se veía venir porque la combinación de inactividad sumada al subvencionismo sólo podía tener como consecuencia la contracción de la economía nacional. Lo que más llama la atención es la dimensión del daño, cuantificándose la caída en un 11%, una cifra inaudita, sólo comparable con la pérdida de tejido productivo causada por la Guerra Civil.

A las colas del hambre —que en algunos lugares alcanzan ya la longitud de trenes—, se suma un lóbrego panorama en el que resulta muy complicado evaluar el impacto social y psicológico que pueda suponer para el progreso y crecimiento del país.

Sin embargo, la Historia aporta datos que no dejan de ser esperanzadores con vistas al futuro, ya que, si bien en lo que al aspecto sanitario se refiere ya se han producido pandemias pretéritas que terminaron resolviéndose por sí mismas, en lo que a la renta percápita se refiere, conviene atenerse a la evolución productiva nacional para comprender que la recuperación es posible ya que, del mismo modo que una democracia efectiva debe sostenerse sobre los pilares de la mejor educación, la justicia y la sanidad universales, la riqueza de una nación no se sustenta en sus recursos naturales sino que se asienta sobre la base del derecho relativo a la protección individual y patrimonial, sumada a la paz y libertad.

Si hay un hecho diáfano en el análisis evolutivo de los Estados es que la abundancia en recursos naturales no garantiza en modo alguno la riqueza. Ejemplo manifiesto son Venezuela o Nigeria, siendo la seguridad ciudadana que abarca el derecho jurídico, político y social, con el valor añadido del capital humano, lo que fomentará el crecimiento y un nuevo renacer de la economía española. Alguno alegará que es esta una visión demasiado optimista con la que está cayendo, más aún a tenor del examen de distintos expertos. Pero siendo sinceros, esa misma Historia que avala la esperanza establece la escasa diferencia de acierto entre el augurio de un economista y un vaticinio de la Bruja Lola, luego habrá que confiar en el coraje y tesón nacional, y en que no hay mal que cien años dure.
Mosquera Paans, Miguel
Mosquera Paans, Miguel


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES