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Homenaje a los australianos de Tapia de Casariego

lunes, 11 de agosto de 2008
Me he enterado que la fascinante y muy querida (para mi) villa asturiana de Tapia de Casariego, en el occidente de Asturias y cerca de Galicia (ahora mas por el Puente de los Santos) rinde por medio de su Ayuntamiento un merecidisimo homenaje a los australianos Peter y Robert (y añado al no menos querido John) que, a finales de los 60, introdujeron el surf en dicha villa y se convirtieron en los Australianos de Tapia al instalarse por un tiempo en la misma y hacerse muy queridos por los tapiegos que constantemente los agasajaron, por todos los que hemos tenido la suerte de conocerlos y hacernos sus amigos.

En el mundo anglosajón, angloamericano, y desde hace mucho tiempo, bastantes jóvenes (antes de las clases altas y ahora de todas las procedencias) dejan sus países al terminar sus estudios para vivir, por ellos mismos y con sus propios medios, la enriquecedora experiencia de pasar un año, seis meses, etc. en un tour (de ahí viene lo de turismo), en una gran vuelta, viaje por el mundo. Lo cual será muy importante para su formación y país de origen pero también para los países, para los lugares donde se instalaban. Grandes hispanistas anglosajones y angloamericanos, importantes artistas, autores, deportistas, personalidades varias dan muestra de ello tras su paso por varios pueblos, villas y ciudades de España.

Los hermanos Peter y Robert eran dos mocetones, dos morroskos, dos cacho bichos muy jóvenes, muy altos, muy fuertes, muy rubios y sobre todo muy simpáticos y abiertos que se hicieron con todo el mundo con el surf y con su franca y generosa forma de ser. Al igual que John, el cuerdo del pelo rojo, parecido a Van Gogh y que pintaba como él (me hizo un retrato en el Café Moderno), que era mas intelectual, no le daba tanto al surf pero era igual de receptivo, simpático y abierto.

En Tapia de Casariego, gracias a los Australianos de Tapia, todo el mundo acabo hablando su inglistapiegoespañol: Que pasa contigo, hombre; tu tomar conmigo uas cervezas, hombre. Eso sí, enseguida dominaron los tacos de la zona pero con su estilo. En las verbenas y los guateques, en la sala de fiestas El Eden, pues, en esa época no había pubs ni discotecas, ni movida (nin falta que facía), volvían locas a las chicas, no se podía ir a las verbenas y bailes con ellos, pues, se las llevaban de calle.

Eran épocas no de turistas sino de veraneantes y no muchos. Epocas donde no había tantos bienes materiales, tantas fiestas, tanta movida, tanto estruendo insufrible, tanto ruido hasta la madrugada mas larga e, incluso, after hours y debidamente cargados (como se hace de un tiempo para acá y hasta las cejas) para aguantar la marcha y tratar de dar la talla.

El problema es que Mas, en el marco de la Política y Moral Self Services, del Todo Vale para ganar-no perder, para sacar tajada, para dar la talla, del Andemos yo y los míos, los nuestros, los buenos, calientes y que le den por saco a los principios y al resto de la gente; como decía, Mas puede ser Menos, a saber: mas confort, mas fiestas (tiranía de las fiestas, de la diversión permanente, del cuerpo, de los placeres, del consumo incluido el de las emociones y los excesos llevados al límite, de las apariencias, de lo correcto política, infomediática, cultural, social, sexual y existencialmente correcto, etc.), mas turismo, a lo bestia y en bastantes casos para aparentar, mas calidad material de vida puede ser Menos, es decir, menos calidad humana de vida, mucha mayor degradación, envilecimiento, contaminación (la peor contaminación es la del alimento y medios espirituales, inmateriales), desertización e, incluso, depredación de las relaciones personales, sociales, humanas.

Uno puede intentar Llenarse (Encherse) de Todo (lo que nunca se alcanza) con el llamado desarrollo sostenible (a mi me gusta hablar de desarrollo honrado, responsable y de juego limpio, creativo y profundamente humano) o lo que se tercie y estar, sentirse completamente Vacío, generar vacuidad, soledad, enajenación en medio de tanto consumo, de tanto ruido, de tanta enchente-fartura-atracón, de tanto turismo (incluido el que se aparenta como mas exquisito, sofisticado, in, cool, trendy, bling-bling, etc.), de tanta fiesta, de tanto coloque, de tanto ligue, de tanta diversión, de tanto pavoneo y ostentación, de tanto progreso muy mal entendido, de tanta infocomunicación.

La llegada de los australianos a Tapia en los 60 con su abierta forma de ser y con aquellas tablas con las que se deslizaban por las olas e intentaban bailar con ellas, supuso una pequeña revolución dentro y fuera de la playa, y en el entorno.

El surf de los Australianos de Tapia, dentro y fuera de la playa, significo una sinfonía de la libertad, del cuerpo en comunión con la naturaleza, de la tabla, el mar, el cielo, el sol, el viento, la lluvia, la fuerza del ritmo, del verano, de la amistad, del espíritu libre, generoso y aventurero pero sano y festivo que, con alegría, poesía y entusiasmo, con mucha pasión deportiva, con mucha voluptuosidad, una y otra vez, se enfrentaba quijotescamente a los molinos marinos para lograr las cabalgadas soñadas sobre las olas y después recrearlas: Caminante no hay camino se hace camino al surfear/ La felicidad no esta en la posada/ esta en el camino, en la libertad con la naturaleza, el surf y las olas/ cabalgando sinfónicamente en el mar/ y haciendo amigos para siempre jamás (a partir de Patrick Victor Martindale White, escritor australiano y Premio Nobel de literatura; Miguel de Cervantes, Robustiano da Roda, Apapucio de Mantaras y Antón del Molin da Veiga).

Recordemos que Cervantes en el Prologo del Quijote incluye la siguiente y fundamental cita de una fábula de Esopo: Non bene pro toto libertas vénditur auro ­ La libertad no se vende ni por todo el oro del mundo. Y Voltaire dejo esta otra (que me aporto la queridima bruja bretona Françoise Philippe y que fue una de las primeras jóvenes que, cuando no estaba de moda, hizo sola todo el Camino Francés de Compostela y para lo que previamente se preparo física y mentalmente durante bastante tiempo. A su llegada a la plaza de Obradoiro estaba esperándola con una ramo de flores y su larga y enriquecedora caminata espiritual salió en gran numero de medios nacionales e internacionales) no menos importante: ³Ninguna grandeza de este mundo vale tanto como la amistad de un buen amigo².

Aquella experiencia inolvidable, de la amistad, de la libertad del surf y de su cultura y, sobre todo, del ambiente que se creo en Tapia con los australianos a los finales de los 60 y principios de los 70, pero también con las ansias de libertad que, en aquellas épocas, bullían en nosotros y por lo que luchábamos en múltiples frentes a escala rural, urbana y cotidiana; su recuerdo, el merecido y muy justo homenaje que les van a rendir en Tapia de Casariego me trae a la cabeza no solo la música que escuchábamos junto a ellos y otros muchos amigos en aquella época: la de los Chicos de la Playa (The Beach Boys); la de Feliciano (Enciende mi pasión; Nosotros; Cuando Vuelva a tu lado; La Barca, etc.), la de Santana (Samba pa ti; Mujer de Magia Negra; Oye como va; etc.); la de Jobim, Vinicius, Stan Getz, Joao y Astrud Gilberto, la de Segio Mendes y Brasil 66; la de Sinatra (Extraños en la noche y que cantaban Los Estoicos de Vegadeo con Pachico, Negrito-Blanquito, Luis, Nicolás y Vidal), el swing y La Banda de Ratas (The Rat Pack); la de Ray Charles, los mejores blues y sin olvidar el jazz; la de Areta, Brown, Redding, Pickett, The Temptations, The Four Tops, The Jackson Fives y el mejor soul incluido Tom Jones; la de Elvis y el mejor rock viejo y nuevo; la de Mina, Celentano, Modugno y lo mejor de Italia; la de Trenet, Aznavour, Bécaud, Françoise Hardy, Barrrière y lo mejor de Francia; la del inmenso Armando Manzanero (Mía; No ­la inconmensurable Lola Flores hizo una versión de este canción nietzschiana, garciacalviana apoteósica-; Adoro; Esta tarde vi llover; Somos Novios; Háblame, que no es de él sino de José José pero es claramente manzanerista, de su estilo y que cantaba estupendamente Pachico de Los Estoicos: la canto en Tapia varias veces y nos puso los pelos de punta), Los Panchos auténticos, lo mejor de José Alfredo Jimenez y Juanga, sin olvidar la edad de oro del corrido (Negrete, Aceves Mejias, Infante), pero también al Trio Calaveras (que estuvieron en el Parque Los Pinos de Vegadeo ¡que tiempos! y como ha ido para abajo Vegadeo, ¡que peniña!), el gran señor Pedro Vargas (Felicidades), Doña Lola Beltran (Que seas Feliz), lo mejor de América latina y el Caribe sin olvidar a Don Antonio Machin (Dos Gardenias; El Compromiso; Toda Una Vida; El loco; No me vayas a olvidar; etc. En los años 50, principios de los 60 fue contratado varias veces por la zona astur-galaica del Occidente asturiano y la Mariña lucense), Olga Guillot (Miénteme; Soy lo prohibido), Benny Moré (los bolerazos que hacían temblar el misterio, eran de mucho tolete y Mandaban chover na Habana: Amor Fugaz; Mi corazón lloro; Dolor y Perdón; Perdí la fe; Te quedaras; la descarga Castellano que bueno baila usted con el trombonazo de Generoso Jiménez y la Colaza de Langosta, mulatona mía), Celia Cruz con la Sonora Matancera (Bemba y después con Fania All Stars), Bola de Nieve (No puedo ser feliz, no te puedo olvidar: ¡Demasíe para el corpiño! son las as canciones del cubano Ignacio Jacinto Villa Fernández conocido como Bola de Nieve y su forma de interpretarlas al piano), a Gardel, El Polaco, etc., la de Peret, El Pescadilla y La Faraona, El Principe Gitano. ¡Uf! la lista es muy larga, de nunca acabar y cada canción tiene su momento, su historia, su recreación.

Empero, la música que ahora me ha servido para revivir de la mejor manera aquella época, el entrañable recuerdo de los Australianos de Tapia y aquellas vivencias corales y tan queridas, es la música de la envolvente, la arrebatadora obertura-fantasía Romeo y Julieta de Tchaikovsky, interpretada magistralmente por la orquesta Sinfónica de Barcelona bajo la dirección e interpretación del reputado violinista Pinchas Zukerman, y en la que el director, tratando de ser fiel al gran compositor ruso, juega muy bien con los pasajes de alegría, euforia, pasión, fiesta, tristeza, depresión y tragedia. Lo que, también, tiene que ver con Tapia y los Australianos de Tapia.

LA TAPIA DE LOS AUSTRALIANOS, LA VIDA CON SUS ALEGRIAS Y TRISTEZAS
Efectivamente, la portentosa Obertura-Fantasía del Amor Enamorado de Romeo y Julieta de Tchaikovsky y Zukerman frente a todo lo habido y por haber, con reminiscencias marítimas y con el surf, la naturaleza, el mar, los amores del verano, las chicas no de Ipanema sino de la playa de Tapia, las verbenas de Vivero a Luarca (a las que iba con La Lambretta llamada La Siempre Viva y con mi gran amigo Negrito-Blanquito detrás - y que esta casado con la gran tapiega Mari Paz-, y en la que cantábamos mucho e, incluso, dormíamos sobre la marcha aunque alguna vez casi nos fuimos a la cuneta), los paseos por el puerto tapiego y las puestas de sol contempladas desde el faro en un césped sensacional, las emboscadas de amor en los acantilados montunos tapiegos al borde del mar donde quedábamos aislados por la subida de la marea y con as folgueiras e as raspaduras dos toxos e das silveiras delatándonos, las luchas políticas de la época por los derechos humanos y las libertades democráticas y ciudadanas (los australianos y en concreto John nos ayudaron a preparar, a restaurar un local en el puerto de Tapia para la acción política; no quiero olvidarme del joven y gran amigo Ismael, que falleció en un desgraciado accidente de coche y que colaboro muy activamente en aquellas luchas políticas que dimos en Tapia y en toda la zona con tanta alegría, entrega y corazón); lo que acabo de señalar creo que en parte puede resumir muy bien la experiencia de aquellos veranos inolvidables molto vivace, de un allegro molto sostenuto, que tuve la suerte de ver, de vivir, de gozar en Tapia de Casariego cuando los Australianos de Tapia introdujeron la practica del surf: Las olas y los Australianos de Tapia al surfear/ siempre nos hacen soñar/ en aquellos maravillosos veranos de nunca acabar (A partir de Antonio Machado y que, según parece, anduvo por Tapia de Casariego con Juan de Mairena y algún que otro perdulario. Según parece, también, Rimsky-Korsakov y Cernuda anduvieron por Castropolov y les dedicamos en mi pagina web: miguelcancio.com, y como es debido un recuerdo a su poética y musical presencia en el occidente asturiano, en Castropol, As Figueiras, Lantoira, etc., al igual que a la Bonitada montuna y libertaria de Juan de Mairena en Tapia).

La playa de Tapia, el chiringuito de José Emilio y Cesar en plena playa y donde dormíamos por el suelo (ahora, las espaldas nos pasan factura); aquellas sublimes bellezas, creo que italianas, que no se sabe de donde salían con una muy atractiva pinta de hippies y que se llamaban Bruna, morena, y su hermana rubia (creo que Estefanía) y que eran guapisimas, evanescentes, como una especie de sílfides, de sirenas de mar, de diosas descendidas directamente del Olimpo con unos diminutos bikinis y una libertad gozosa de las formas que causaban auténticos estragos y eso que llegaban muy de mañana a la playa de Tapia y el personal aún estaba bastante dormido, con os cadriles, con el cuerpo molido por las tablas del bar de Jose Emilio y Cesar; los cafés y los chanqueiros en el Café Moderno, en su terraza y acera de enfrente y sin olvidar el Tour, los partidos y otros deportes que veíamos por la televisión; el bar La Terraza donde con los australianos nos acostumbramos a tomar las cervezas por cajas, queso de cabrales a feixes y a cantar horas y horas en ingles, español, castrapo, tapiego y al final hasta en ruso (quien nos iba a decir a nosotros que el Asturias Patria Querida se convertiría 20 años mas tarde en el himno oficial de una de las 17 o mas naciones de lo poco que va quedando de España); la terraza del Bar La Volta, donde había gente con guitarras y se ponían discos; lo calamares del Cantábrico (bocatto di cardinale y que comía con José Emilio y Negrito-Blanquito antes de lanzarnos a la vorágine festeira-verbeneira de toda la zona incluidos los pueblos mas remotos); los bailes en El Edén hasta las 3,30 hora de la mañana (para que necesitábamos mas) y después, cuando se nos escarallaba la moto, nos llevaba a varios en taxi y hasta Vegadeo el señor del Bar-Hostal-Restaurante-etc. La Ruta, que era tan curioso y con el que lo pasábamos muy bien, con sus historias, salidas; las verbenas de las fiestas de los pueblos (donde al bailar te ponían un autentico y recio rello, un muro infranqueable en forma de brazo y que ni siquiera los australianos con sus remos podían doblegar. ¡Ojo! en aquellas épocas también se daban los llamados calentones y que dejaban al personal, al macho, escarallado por unas horas pero ¡Ay! de lo que alardeaba para demostrar que se había dado el llamado filete o restregamiento que producía la calentura de marras y que algunos, para poder andar y calmar el dolor dos gueviños, resolvían en parte por medio de la llamada automanipulación reparadora), los guateques en los bajos-discoteca de la casa-chalet de Manin con Adamo, Los Brincos, Juan y Junior, Los Pekenikes, Los Bravos, Los Canarios, Lone Star, Modulos, Dyango, Masiel, con la música de la época; todo ello, y mucho mas que podríamos añadir, nos viene a la memoria con la queridisima Tapia de la época en que llegaron los australianos con el surf y que, para nosotros fue única, entrañable, maravillosa, inolvidable.

En cualquier caso, y como hemos hablado de Cervantes, la vida es no solo fiesta, risas, ironía, amor, fraternidad y comedia sino también drama, tragedia y mucha tristeza (Rosalía de Castro: Aquela tola alegría, aquel brincar sin dor, aquela risa sin fin porqué, porqué se acabou ­Aquella loca alegría, aquel saltar sin dolor, aquella risa sin fin, porqué, porqué se acabó), furor y ruido, exclusiones y discriminaciones, celos, envidias, odios, resentimientos, luchar por el poder, politiquerias, fanatismo, violencia, terror y guerras; no es solo molto vivace sino también molto dolente por echar mano de Shakespeare y volver a Tchaikovsky y a su obertura-fantasia.

Peter Gulley, uno de los Australianos de Tapia y que, junto a su hermano, Robert introdujo el surf en dicha villa, una vez que volvió a su tierra y después de participar en la guerra del Vietnam (como muy bien han dicho los clásicos, a veces, en situaciones limite y llegado el momento hay que arriesgar, incluso la vida, por la libertad, por la verdad: Vitam impendere vero et libertas ­ Llegado el momento hay que dar la vida por la verdad y la libertad, a partir de Juvenal. Después de la guerra del Vietnam, los comunistas se hicieron con buena parte de la Península de Indochina y en Camboya tuvo lugar el genocidio causado por el totalitarismo comunista, marxista-leninista-maoista y que torturo y aniquilo a cerca de dos millones de personas, a del orden del 20% de la población de dicho país. Hoy, Vietnam sigue siendo una dictadura comunista de partido único, donde se violan muy gravemente los derechos humanos al igual que en China dictadura comunista, Corea del Norte dictadura comunista, Laos dictadura comunista, Birmania dictadura militar socialista, Cuba dictadura comunista ­a Cuba, a principios del siglo XX, entre los muchos españoles que emigraron a la Perla del Caribe los había de Tapia de Casariego, de la zona asturgalaica del Occidente asturiano y la Mariña lucense -, etc. Conviene, también, señalar lo que paso y esta pasando con el totalitarismo fundamentalista islámico en Irán, Afganistán, Pakistán y otras muchas partes), donde fue herido, murió y sus cenizas fueron traídas por su hermano Robert a Tapia donde fueron vertidas en el mar en el que tanto surfeó, donde hizo tanto amigos y donde él, su hermano, John, etc. dejaron tan buenos recuerdos e hicieron tantos amigos.

Ahora a los Australianos de Tapia se les hace, como he dicho, por el Ayuntamiento de Tapia de Casariego (al que felicito por ello), un merecidisimo homenaje (y que es, también, un homenaje a aquella maravillosa, entrañable y acogedora Tapia y a sus gentes), al que creo que va asistir el secretario de la embajada de Australia en España (Australia es una gran nación donde hay españoles de mi pueblo, muy amigos míos, que emigraron a esta tierra en los años 60 y que fueron muy bien tratados), y al que quiero sumarme de forma emocionada.

Para ello y después de lo dicho hasta aquí, echo mano, libremente, de las palabras del gran y muy elegante filosofo y músico ruso (que se exilio en París para huir del totalitarismo comunista y que Solzhenitsin, que acaba de morir 05-08-08 y al que recordamos y recordaremos, denunció de forma tan magistral con obras maestras ya clásicas como Archipiélago Gulac) Vladimir Jankelévitch: La mort est plus fort que le corp, mais l¹amour est plur fort que la mort: La muerte es mas fuerte que el cuerpo, empero el espíritu, el amor y la amistad verdaderos son mucho mas fuertes que la muerte (el muy importante filosofo Baruch Spinoza, frente a Platón y otros que decían que el cuerpo era el cuerpo del delito, señalo que Corpus est non corpus delicti, que el cuerpo no es el cuerpo del delito, que el cuerpo es también de Dios al igual que los deseos responsables; señalo Corpus involvere anima; Anima idea corpus, es decir, el cuerpo envuelve el alma, el alma es la idea del cuerpo, el cuerpo es el alma encarnada).

En efecto, el amor que ama y la amistad verdadera hacen que, aunque el cuerpo desaparezca y se integre en el fluir cósmico, en el flujo permanente de la naturaleza, perduren siempre las personas amadas, las personas queridas y que su espíritu siga siempre vivo y presente.

Los Australianos de Tapia, los amigos Peter, Robert y John, aquella entrañable Tapia y sus gentes, siempre tendrán un lugar reservado en nuestro espíritu, en nuestros recuerdos, en nuestras vidas, en nuestros corazones.
Cancio, Miguel
Cancio, Miguel


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