Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

La peor industria: La emigración

jueves, 28 de octubre de 2021
Dice un amigo mío: "A Terra que non da de comer ós seus fillos, non é Terra nin a mai que a pareu".

Después está lo que pueden contar los economistas, llevados generalmente por sus visiones supuestamente críticas, con opiniones tan dispares como sus ideologías. Y es que cada cual vemos las cosas con nuestro prisma.

A mi, también observador de la realidad y preocupado por el porvenir de Galicia, me gustaría creer las afirmaciones optimistas de algunas personas; pero la observación me muestra como cada día van desapareciendo de mi entorno gallego cantidad de jóvenes que no encuentran en su tierra razón alguna, que no sea afectiva, para querer la Tierra donde nacieron y que sólo les ofrece la posibildad de emigrar. De poco les sirve a nuestros chavales haber creído axiomas tales como estudiar muchísimo, tener un comportamiento ejemplar y querer a su pueblo. Todo muy verdadero y muy bonito, pero no suficiente para poder encontrar un trabajo decoroso donde poder crear una familia y vivir con relativa comodidad. No, aquí no hay por lo general esa posibilidad. A no ser que uno encuentre un chollo, nunca mejor dicho, apruebe una oposición o consiga un empleo con enchufe. Sin él pudiera ser una lotería. Cuentan los malpensados que los favores sexuales abren puertas. A lo mejor se cumple aquello de San Mateo: “De todo hay en la viña del Señor”.

En Galicia, escasea mucho el trabajo, es muy precario y está inmerso en una picaresca, donde se falsea la realidad, siempre en detrimento del asalariado, con una gran mayoría de sueldos reales inferiores al salario mínimo. No, no estoy hablando del empleados en fábricas, sino de la gran mayoría de oficios que desempeñan trabajadores de pequeños comercios, camareros, limpiadores de hogar, repartidores... Y no es sólo cuestión de género, que también, sino del famoso y nefasto subterfugio: "Esto es lo que hay". Lo que hay en la actualidad es que todo aquel que gane más de mil euros tenga que pensar que está bien pagado. Nada se dice de las horas extras, ni de las condiciones laborales... ni de los beneficios del empresariado. Mucho molesta hablar de negreros, de aprovechados de la situación, de tramposos, o de corruptores y corruptos, pero el entramado sociológico es muy parecido al de Kunta Kinte, incluidos los "señorones" con sus ostentaciones para deslumbrar y que celebran a carcajada limpia las trampas a Hacienda o a la Seguridad Social, No hay conciencia social.

Y miren como ha evolucianado el despido laboral que la ley habla de se indemnizaciones de veinte días por año... Igual que en los años sesenta del pasado siglo. Ese es el nefasto progreso laboral de España y con ello de Galicia.

Nuestras familias se vieron abocadas desde tiempos muy lejanos a vivir la emigración, como si formase parte de su ADN, y la familiaridad con que se vive el fenómeno emigratorio parece consustancial al gallego, como si no fuese en realidad un cruel desarraigo de la persona de su medio natural de tal modo que, a veces y desgraciadamente, llega a ser definitivo. Porque Galicia, siendo nuestro lar y la tierra a la que siempre hemos querido y por la que seguimos luchando, ha sido atavicamente exportadora de mano de obra barata para cualquier sitio, llámese América, Europa o el mismo Madrid. Por cierto, le habría que decir a algunos vecinos, que confunden la ciudad con la política, que eso es igual que lo de las churrras y merinas. Los emuigrantes sentimos gratitud por el lugar de acogida y nos dulen los desprecios de los cretinos.

Galicia, al menos esa es mi percepción, siempre ha estado sometida a los intereses de una élite política y económica, llámese caciques, llámese nobleza -tanto monta- ya al atraso interesado de esas élites, a lo que no es ajena la Iglesia. De siempre hemos visto como los medios de producción y los recursos naturales están en manos de grandes fortunas, bien amparadas por sus lacayos políticos, y que juegan al trilero juego maquiavélico de cambiar las cosas para no cambiar nada. La mafia legal de este País siempre ha expoliado todos sus recursos ante la inanición o apatía de los cuidadanos. Aquí, desgraciadamente, hemos encontrado en la emigración, momentaneamente y cada día con más problemas, el único remedio a nuestro infortunio. Porque aquella Galicia, tan bonita y que tanto queremos, ha estado siempre en manos de individuos que la han usado y siguen usando para su beneficio personal. Nunca han querido crear las condiciones de vida precisas para evitar la trágica sangría que supone la diáspora.

Por su parte, aquella ilusión que en los años treinta del pasado siglo habían depositado nuestros próceres con la pretendida autonomía, y que terminó siendo abolida por el Franquismo, resurgió con la democracia con un papel teórico e ilusionante que en nada se parece a este descafeinado paripé que llaman autonomía. Resulta increible pensar que ellos hubiesen aspirado a que esta Xunta fuese una oficina de colocación de los afines, conservadores en su mayoría, y que encontraron, siendo dóciles y sumisos, una buena bicoca para una vida tan cómoda y regalada, pero ineficaz para combatir lasangría que supone la emigración.

Pero si no llegase con esa política falaz, se nos venden iniciativas empresariales que habitúan a ser depredadoras del medio ambiente, en continua zapa destructiva de nuestro entorno natural, llámesen papeleras, mineras o eólicas, térmicas o refinerías; se ponen todos los huevos en la misma cesta, llámese PSA, INDITEX o COREN...; se destruyen granjas lecheras por la agresividad de los precios con los ganaderos; se ponen en manos de fondos buitres residencias de mayores, hospitales privados e infinidad de pequeñas empresas; nuestros ríos están en manos de eléctricas, dueñas del cortijo, que practican la caridad con los políticos inútiles e inmorales; se desmontan astilleros- nuestro querido Ferrol resulta deprimente- sin saber buscar soluciones a la competencia de los paises asiáticos...

Mientras La Mariña de Lugo, con la espada de Damocles de ALCOA y VESTAS, está ahora dispuesta a aceptar una papelera, ALTRI, como remedio de sus también atávicos males. Y, por favor, menos mentiras con que es una fábrica de textil, que disimula mejor, pero ya conocemos ENCE en Navia y Pontevedra y la leche que dan.

Mientras la Universidad de Santiago prepara ingenieros, médicos, informáticos, investigadores... materia prima para la nueva exportación. ¿Y después me viene a mi esa gente con nuevas milongas tratando de que crea que hay futuro?

Lo real es que mis amigos saben que sus hijos están de friegaplatos en Londres, de barrenderos en Alemania, de camareros en Suiza, de cocineros en otro sitio... O también en el paro en Galicia. Siempre cabe la posibilidad de apuntarse a un partido y vivir del cuento. Y de esos también hay unos cuantos. Vivir para ver y... sufrir.
Timiraos, Ricardo
Timiraos, Ricardo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES