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Parroquias en O Incio (XV)

lunes, 21 de julio de 2008
Parroquias en O Incio (XV) O Salvador de O Mao
Si cualquier zona, lugar o aldea de nuestra provincia es rica en aportes arqueológicos, históricos o geográficos, el Valle de O Mao reúne todas estas condiciones, las cuales aun no se conocen parcialmente. El río que por aquí nace le dio su nombre, riega sus campos y de sus cristalinas aguas bebieron plebeyos, vasallos y más de un noble.
Las primeras fuentes documentales lo llaman río Humano o Omano.
Hacía finales del primer milenio y principios del segundo después de Cristo hubo aquí dos incipientes cenobios, uno había sido consagrado a Sta. María, pero además también lo estaba a san Esteban, san Pedro , san Martín y san Pablo.
Del que pretendo dar a conocer algo de su historia y de los que del mismo llego hasta nosotros, esta dedicado al Salvador; es de suponer que fue contemporáneo del cenobio al de Samos, pasando siglos más tarde a depender del mismo mediante donación real efectuada por el rey Bermudo II el día 30 de julio del año 991.
Las referencias documentales acerca del cenobio de Samos y sus posesiones son amplísimas y e considerado oportuno hacer un minúsculo resumen de los documentos que guardan una relación directa con la actual feligresía de O Salvador del Valle do Mao.
El día 17 de abril del año 970 Genobreda conjuntamente con su hijo Nuño otorgan donación al monasterio de Samos de una villa en Castrillón (situada en pleno valle de Mao).
El día 18 de diciembre del año 983, Quendulfo, hace donación al abad Diego, del monasterio de Samos y de su comunidad de monjes de una villa en territorio de Mao, llamada Veiga, juntamente con una heredad denominada Vilarmeá, actualmente estos pueblecitos pertenecen a la feligresía de Sta. María do Mao.
Mediante otro documento otorgado el día 16 de mayo del año 992, sabemos que también recibió importantes aportaciones de la casa medre, es decir del monasterio de Samos, en este caso el Abad Mandino conjuntamente con su hermano Vitiza donan al cenobio de san Salvador la vila llamada de Taxaria, actual Teixeira y otras dos.
El día 16 de septiembre del año 1011, el antedicho Mandino y su comunidad de monjes deciden cambiar con Alfonso Sandiz y su esposa una vila en el lugar de Vilameá por otra en Teixeira, éstos dos pueblos existen actualmente, el primero tiene seis viviendas y el segundo cinco.
Ya en el año 1028, concretamente el día 8 de mayo Bermudo (servus vir), dona al abad Diego de Samos la villa de Teixeira, en territorio do Mao; esta propiedad la había heredado de su padre y actualmente tiene diez habitantes.
Una escritura con fecha del 28 de agosto del año 1031, nos informa que Vimara Daniéliz Eita, designa a unos vicarios con la finalidad que después de su fallecimiento, cedan a Samos y a su abad Diego una vila en la zona de Mao.
El 28 de abril del año 1047, Jimeno Fróilaz vende a D. Diego, abad de Samos y a su vicario Quintila, una quinta parte de una vila en el lugar de Veiga, en esta zona por la cantidad de doce sueldos, un colchón y otros tres por una piel (un cordobán para la iglesia). Acerca de este cordobán en el año 1980 el sacerdote D. Elías Valiña Sampedro, hizo inventario del templo parroquial, sus retablos muebles y demás objetos pertenecientes al mismo. En esta relación dice: “Sacristía. Cuero repujado, policromado, con ornato de flores en jarrones, doradas, fondo verde, pulido, mide (1,45x0,80), valiosa pieza, digna de mayor atención”. Posiblemente se trata del mismo cordobán adquirido por Jimeno Fróilaz en el año 1047. Cuando visité este templo parroquial (marzo de 1994) me informaron varios vecinos que dicha pieza ha había sido retirada o vendida por un sacerdote que hasta hace poco tiempo administrara dicha parroquia, y curiosamente la referida pieza la he visto en una anticuario de Sarria, cortada en tres pedazos y enmarcada a modo de cuadros.
Mediante una escritura que recoge el “corpus” medieval de Samos podemos saber que el día 29 de julio del año 1067, Guntroda Bizoiz, oferta a los frailes de san Julián de Samos los lugares de Toubille y Armea, situados en el valle de Armea, además de otro en dicha villa de O Mao, llamado Foz, de estas tres aldeas no hay referencia en la toponimia actual.
La reina doña Urraca, aprovechando su visita a Samos el día 31 de mayo del año 1112, cede sus posesiones al referido cenobio las vilas de Parada y Veilén en el actual valle de Lóuzara (Samos) y también “Fosatarias” del valle de Mao.
Como fácilmente se puede comprobar las casa principal el monasterio de san Julián y Sta. Basilisa de Samos, recibía constantes donaciones que directamente o indirectamente eran administradas por los monjes que vivían en el monasterio de O Salvador.
Un largo pleito sostenido entre la comunidad de Samos y el Cabildo de Lugo acerca de quién correspondía la posesión de un buen número de iglesias aparece esta que en la concordia del año 1195 es reconocida su pertenencia a dicho monasterio.
Según las aportaciones del Padre Yepes, fue convento duplice donde su abad gozaba de gran independencia eclesiástica casi de obispo hasta su anexión llevada a cabo por el rey Bermudo II.

El templo parroquial
De todo el conjunto monasterial, solamente llegó a nosotros la iglesia y unas cuantas ruinas de lo que fue casa rectoral.
La obra románica esta bastante mutilada por un buen número de reformas posteriores, algunas de ellas totalmente desafortunadas.
Formada por nave rectangular, techumbre a dos aguas soportada por recias vigas de madera y tablazón que soporta el peso de la pizarra “lousas do país”, descansando las vigas sobre toscos modillones. La puerta de acceso remata en arco de medio punto sin impostas ni arquivoltas, exenta de tímpano, quedando a cada lado dos bloques de granito decorados por círculos incisos (que todo hace suponer que dichos bloques fueron labrados con anterioridad a la obra románica); el ábside por la parte exterior se halla dividido en cuatro espacios ciegos separados mediante cinco pilastras carentes de motivos ornamentales, en la parte interior está compuesto por dos partes bien diferenciadas entre ambas; una primera formada por tramos recto y bóveda en cañón, la segunda semicircular y bóveda en cuarto de esfera.
El arco triunfal es doblado de arista con una arquivolta interior apoyada sobre rústicas impostas que tuvieron decoración según se puede deducir por unas pequeñas huellas de esta.
Lo que más sorprende en las tres iglesias del Valle do Mao son sus cementerios, lo cuales están cubiertos por una techumbre más baja que el templo y circundan totalmente estas, a modo de deambulatorio (claustro) que a su vez sirven de necrópolis y lugar donde se cobijan los fieles, antes y después de los actos religiosos.
Los retablos. El altar mayor es de un marcado estilo renacentista, que fue tallado a mediados del siglo XVII, formando con las imágenes un buen conjunto. Consta de cuerpo central donde las columnas estriadas y helicoidales separan las hornacinas o encasillamientos para las esculturas, que de las mismas merecen destacarse las siguientes: Vía crucis formado por la imagen de Cristo, la Virgen María y san Juan, es un interesante grupo escultórico; imágenes de san Benito y del Salvador, ambas tallas mide 107 centímetros, estas fueron hechas en la misma época que el retablo.
Altar lateral derecho. Es moderno, posiblemente del primer o segundo tercio del siglo XIX, su tendencia artística corresponde a un marcado neogótico, esta sin pintar y policromar. En la parte inferior conserva dos sencillos bajorrelieves que representan, una escena del Huerto de los Olivos y el Bautismo de Jesús; la talla más importante más importante es una imagen de Sta. Lucía,(talla de vestir)que mide 74 cm.
Retablo lateral izquierdo. Fue tallado en la misma época que el anterior y al igual que este se halla sin pintar y dorar, corresponde por su estilo a un neogótico bastante avanzado (mediados del siglo XIX).
Tiene en su parte inferior “o banco” sendos bajorrelieves que representan la Anunciación y la adoración del os reyes.
Las tallas son de mayor antigüedad que él y posiblemente pertenecieron a otro retablo que fue sustituido por el actual. De estas imágenes destacan: S. Lucas, escultura que mide 90 centímetros; S. Antonio, talla que mide 80 cm. estas dos son barrocas de mediados del siglo XVII y una tercera imagen de Sta. Lucía.

Capilla de Teixeira
Este pueblecito ya aparece documentado en el libro Becerro de Samos y se denomina “villa Taxaria” mencionada en una documento del año 992.
La ermita es muy sencilla, de planta rectangular que mide 5X7 metros, con muros de cachote y un pequeño porche que le protege, el acceso a la misma. La techumbre a dos aguas sobre armazón de madera y pizarra.
Las tallas son sencillas pero muy interesantes por su antigüedad, la principal es la imagen de la Virgen María con Niño y corona de madera, pieza protogótica de principios del siglo XV; san Pedro, escultura que mide 70 centímetros y fue hecha a mediados del siglo XVI (70).

San Vicente de Rubián de Cima
La feligresía de Rubián de Cima en sus dos escasos kilómetros cuadrados, es una de las de mayor riqueza arquitectónica conserva de todo el municipio de O Incio.
Aquí se combinan las sencillas viviendas de labradores con las señoriales casonas blasonadas de poderosas familias.
Pero también sus parroquianos pueden presumir de tener una modesta pero interesante iglesia románica. De nave rectangular y que posteriores reformas bien acertadas donde se le dio mayor altura al ábside, siendo eliminado el arco toral así como los canecillos que en los mismos se apoyaban, las vigas que sostienen el tajeroz, en dicha reforma fue respetada una ventana absidal, formada de una sola arquivolta asentada sobre sendas impostas decoradas con picos yuxtapuestos y pequeños trazos lineales oblicuos, una de las partes más interesantes de esta ventana son las clumnitas que parten de sendas basas bien labradas y rematadas en capiteles con distintos motivos decorativos; el de la izquierda con aves afrontadas y el de la derecha tiene caras humanas.
La puerta o acceso principal en arco abocinado mediante tres arquivoltas superpuestas ligeramente apuntadas en la clave; la exterior parte de sendas columnas de plintios muy reducidos con basas tóricas, rematando en capiteles decorados por motivos vegetales el derecho, mientras que el izquierdo lo esta por unas hojas muy estilizadas; las otras dos arcadas lo mismo que la primera rematan en dos arcos algo apuntados y se apoyan en las jambas; el tímpano es abrazado por la arquivolta interior, apoyándose en las mochetas y careciendo de motivos ornamentales.
El primitivo campanario fue derribado para en su lugar hacer el actual que data de mediados del siglo XVIII.
Diez canecillos de factura tosca y algo biselados soportan el mayor peso de la cubierta formada por recio armazón de madera y pizarra, reforzado atreves de tres vigas tirantes.
Es uno de los poco templos en tierras de O Incio que se halla en buen estado de conservación, luciendo una sillería de piedra granítica en las partes más nobles y piezas irregulares en el resto.
En el mismo uno puede apreciar parte o restos pertenecientes a motivos románicos de diferentes épocas entre sí o incluso algunos elementos algo más arcaicos, como lo demuestra el arco monolítico que remata la ventana del ábside.
Hasta hace poco tiempo en la pared que cerraba el atrio cementerio quedaban algunos bloques de granito rematados en bolas que fueron del templo, éstos con la construcción de los nichos fueron destruidos.
Retablo. Es una sencilla pieza de amplia decoración barroca, formado de un solo cuerpo y ático; cuatro columnas ricamente decoradas con racimos delimitan los espacios de las hornacinas, que guardan interesantes tallas, tanto estas como aquel han sido realizadas a mediados del siglo XVIII.
La pila bautismal mide 95 cm. de diámetro, tiene una decoración formada a base de gallones en bajorrelieve.
En la sacristía se conservan unas interesantes imágenes que datan de los siglos XV y XVI, y son las siguientes: Virgen María con Niño y pera en la mano derecha y también corona de madera, es una interesante pieza digna de ser conservada y custodiada debidamente. Dos cruces procesionales de plata, tres cálices de plata y otras imágenes ya de menor categoría (71).

San Miguel de Vila de Mouros
La feligresía de Vila de Mouros fue coto perteneciente a la jurisdicción de la Somoza Mayor y por lo tanto se incluía en las posesiones de los condes de Lemos, quienes nombraban en la misma juez ordinario y a su vez percibían de sus habitantes por razón de vasallaje ciertas rentas llamado derecho de Fanega, Alcabala y Talla.
Aun retrocediendo en el tiempo casi un milenio por aquí andaban los árabes, según afirma D. Manuel García Blanco como huella de efímero paso de los musulmanes por Galicia.
Con una superficie de 4,3 km/2 y una altitud media de 450 metros sobre el nivel del mar hacen de ella una de las más productivas, donde son abundantes las praderas y no menos importantes los terrenos de cultivo, pero también por estas tierras quedan centenarios “soutos” y los habitantes son acomodados labradores que la mayoría viven en amplias casonas construidas hace muchos años.
La iglesia parroquial es aneja de Sto. tomé de Castelo, en el mismo municipio de O Incio.
Su factura obedece a un sencillo templo románico que fue construido con granito y lajas de pizarra.
La nave es de planta rectangular, esta cubierta a dos aguas mediante armazón de madera y pizarra, refuerzan la techumbre tres vigas tirantes. En la pared lateral norte están dos alargadas saeteras con amplísimo derrame interior rematadas en arco de medio punto, mientras que en el lienzo sur queda una puerta de la misma época, también con remate en arco de medio punto, cual está oculto por la parte exterior por una tímpano liso sostenido por mochetas faltas de ornamentación. El ábside de planta rectangular y de menores proporciones que la nave, era iluminado por un ventanal saetera en el testero. La cubierta descansa sobre canecillos decorados en base sencilla y moldura de caveto.
El frontis fue el que más remodelaciónes ha sufrido, desapareciendo la mayor parte de su fábrica románica y por supuesto la misma suerte acompañó al campanario, pues el actual fue hecho hacía 1750 (72).
Retablo mayor. Es neogótico de poco interés artístico, en el interesantes imágenes que son: san Miguel, talla titular, que mide 111 c. tiene dragón a los pies; escultura de la Virgen con el Niño, que mide 70 c. con manto recogido y corona de madera, es una interesante imagen del siglo XVII
Retablo lateral izquierdo, es barroco, formado de un solo cuerpo y en él cuatro columnas salomónicas decoradas con racimos; tiene tres hornacinas y en las siguientes tallas: San Cayetano, escultura que mide 70 cm. imagen de la Virgen con el Niño, pieza que mide 60 cm. es una interesante obra realizada en el siglo XVII.

NOTAS:
70. Fuentes: Francisco Vázquez Saco. B.C.M. de Lugo, Tomo VI, página 60. Manuel Lucas Alvarez, “El Tumbo de Samos”. Elías Valiña Sampedro. Inventario Artístico de Lugo su Provincia, Tomo IV, página
71. Francisco Vázquez Saco. B.C.M. de Lugo. Tomo V, página 275. Elías Valiña Sampedro. Inventario Artístico de Lugo y su Provincia. Tomo V. Página 439.
72. A.H.P. de Lugo. Sección Hacienda, Catastro de Ensenada, libro 5554.Francisco Vázquez Saco, B.C.M. de Lugo. Tomo VII, pág. 44.Elías Valiña Sampedro. I.A. de Lugo, Tomo VI, pág.260.
López Pombo, Luis
López Pombo, Luis


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