No me gustan los Simpson
Corral Soilán, Cristina - lunes, 14 de julio de 2008
Estoy en la oficina y oigo risas en la sala del café, me acerco a hacer mi descanso matinal y a charlar un poco del tiempo o de las musarañas, entro y a los treinta segundos de haber llegado alguien dice: sí, es como aquel episodio de los Simpson en que Bart le dice a Homer
entonces pongo cara de póker y desconecto.
Vuelvo a casa con mi novio en el coche y mientras hacemos el recorrido hablamos del tiempo, de las musarañas
y entonces él dice: sí, es como aquel episodio de los Simpson en que Lisa le dice a Maggie
entonces pongo cara de póker y desconecto.
La semana pasada uno de mis amigos vino a pasar unos días a casa, estábamos tomando unas cervezas y hablando del tiempo y de las musarañas cuando dice: sí, es como aquel episodio de los Simpson en que Homer le dice a Bart
entonces pongo cara de póker y desconecto
En fin, he de confesarlo: ¡Ya no lo soporto más!. Y es que los Simpson se han convertido en una suerte de OT, Gran Hermano o La casa de tu vida, en la que si no conoces a sus personajes y sus aventuras estás automáticamente fuera de la sociedad
¿¡¡qué no te gustan los Simpson?!! -Oigo retumbar en mi cabeza cada día- ¡¡¡pero si son geniales!!! Pues sí, señores, tal y como lo oyen: NO ME GUSTAN LOS SIMPSON
me ha costado trabajo, no se crean, pero por fin he conseguido decirlo abiertamente en cualquier círculo social sin que sienta nada especial cuando decenas de miradas caen sobre mí.
Ya puede cerrar la boca, no me gustan, es cierto.
La verdad, no ha sido fácil, hace ya 18 temporadas recién estrenadas, que invadieron la salita de casa, cuando ellos aparecían imposible cambiar de canal, pequeños y ridículamente amarillos, llenaban el espacio mental de mi hermano y de otros millones de espectadores, con sus estupideces de familia de clase media, desgajada y que lucha por atrapar de no sé que extraña manera la mente de los españoles (la verdad es que lo tenían fácil, somos de los que con cualquier cosa se nos atrapa la mente).
Entre sus virtudes según los simpsonadictos destaca la fina ironía, su alta capacidad de crítica a la sociedad norteamericana, su facilidad para reírse de situaciones cotidianas en las que no nos habíamos parado a pensar, el constante ataque al gobierno de los EEUU... en fin todo bastante lejano de la sociedad española, gracias a Zeus, menos estupidizada -aunque al paso que va la burra, no por mucho tiempo- que la americana. Y ahí reside mi terrible duda ¿qué nos importa a nosotros la sociedad norteamericana?... bueno, vale puede estar bien reírnos un rato de ellos y de lo absurdo de su comportamiento social pero esa locura desmedida que ha crecido en España, no tiene sentido alguno.
Por ello no me duelen prendas al decir que esa suerte de Spain is different a la Americana llamada Los Simpson no me gusta, porque son como todo lo que sale por la caja boba un atrapamentes, un producto social que solo pretende vender, embobarnos y atarnos a una forma de ver una sociedad que encima no es la nuestra y que no debería preocuparnos
vamos que como dirían en la Andalucía más profunda que cada perrillo se lama su zipotillo
Resumiendo NO ME GUSTAN LOS SIMPSON y menos después de saber que incluso su propio productor Hill Oakle, ya en 1993, cuando la quinta temporada de la serie se emitía con el éxito acostumbrado, afirmó que los fans de Los Simpson se estaban tomando el programa demasiado en serio, "hasta el absurdo". Fueron sus palabras, no las mías.

Corral Soilán, Cristina
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