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En San Marcos

jueves, 17 de junio de 2021
Me apena mucho la profunda diferencia que encuentro en lo de San Marcos entre los edificios y la estructura del suelo que media entre ellos. Me explico. Me apena porque siento un tremendo desconcierto al ver el contraste de un entorno hermoso, coherente y elegante, rodeando algo completamente inexplicable en cualquier sitio en el que estuviese y menos en éste.

La calle de San Marcos posee una historia reciente en nuestra ciudad. No arranca de la época de los romanos, no. Empieza a configurarse como un carril en la Edad Media y poco a poco va tomando protagonismo en un Lugo naciente que crece como capital de Provincia y que, como tal, necesita edificios para nuevas funciones y viviendas para nuevos profesionales. Además de nobles y campesinos, se afianza un nuevo grupo social, una burguesía con ansias de protagonismo local y presencia ciudadana. Todo eso se consolida en la calle de San Marcos y en ella hace acto de presencia hasta hoy.
En San Marcos
Se abrió calle nueva, se construyeron viviendas frente a un Palacio que desenvolvería importantes actividades futuras. Las casas respondían a un diseño casi uniforme. A veces me ha dado por pensar que ciertamente este enclave fue la sede de un ensanche ciudadano que, como en otras ciudades españolas, se produjo en la segunda mitad del siglo XIX.

Las casas presentan su diseño de entonces, elegante. Planta baja y dos pisos, el segundo con galería. Los vanos de las plantas bajas y los primeros pisos presentan dinteles ligeramente curvados. Los del primer piso dan acceso a otros tantos balcones, salvo en algún caso, en el que hay un solo balcón corrido. Bonitos los remates superiores de las galerías y los diferentes copetes que adornan los dinteles de los vanos de los primeros pisos.

Presentan una homogeneidad, que no uniformidad, que debió de sorprender a los lucenses de entonces. Me los quiero imaginar asombrados ante la configuración de tal bastión de edificios nada palaciegos, destinados a una nueva clase social de ciudadanos, emergente, y que parecía destinada a vivir un protagonismo inminente.

En muchas ciudades son frecuentes las calles o plazas con edificios coetáneos y todos con fachadas similares. En nuestra ciudad poseemos este frontal de casas similares situadas ante el Palacio de San Marcos. Frente a la fila de casas, tenemos el Palacio que propició la expansión de la ciudad hacia aquel lugar. De mediados del siglo XIX, nació para albergar las nuevas funciones que generaban nuevas políticas sociales y de gobierno. Acogería un hospital de beneficencia, que nunca se llegó a instalar. Pero allí estuvo el primer Instituto de Enseñanza Media de Galicia, que andando los años se llamaría Lucus Augusti; cobijó la Biblioteca Provincial y, además, fue la sede de la naciente Diputación Provincial. Ese edificio vio nacer muchos proyectos y actuaciones que determinaron la marcha de la ciudad y la provincia. Para mi opinión, es el Palacio más bonito de la ciudad, además de poseer la importancia que tiene para nosotros. Sigue siendo la sede de la Diputación Provincial.

El edificio está en consonancia con la función que se le asignó desde su principio. Planta baja y primer piso con cuerpo central sobresaliente y destacado de las alas. Tiene tres entradas y balcón corrido en el que se suelen poner pancartas relativas a celebraciones en días especiales. Sí, la Diputación no se desentiende de los movimientos ciudadanos.

Antes de las obras que trajeron la marea de piedras hasta la misma puerta del Palacio, su acceso sobresalía del resto de la calle con unos cuantos peldaños, Ahora las piedras invasoras sepultaron esos peldaños. Le quitaron majestad, que tenía, y no le aportaron ningún valor añadido. Perdió esbeltez, pero eso no parece preocupar a muchos.

Me gusta el edificio. Me recuerda amplios palacios neoclásicos de pocas alturas y alargados, uniformes en su fachada, como las casas de vecinos que nacieron enfrente casi en la misma época. Posee grandes ventanas en ambos niveles con dinteles en semicírculo. De una u otra manera, ningún vano de esta calle es recto, todos describen algún arco más o menos completo.

En general, un lugar muy bonito que evoca elegantes ansias constructoras del siglo XIX.
Valadé del Río, Emilio
Valadé del Río, Emilio


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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