El presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, informó en su discurso por video conferencia a los delegados del 75º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU sobre las reformas que se llevan a cabo en su país y exhortó para enfrentar conjuntamente el COVID-19. Además, el presidente uzbeko explicó una serie de iniciativas entre las que podemos destacar la propuesta de declarar la región del Mar de
Aral como Zona de Innovaciones y Tecnologías Ambientales. En este sentido, recordó la rápida desecación que sufre el mar de Aral y el problema del cambio climático, señalando que hoy en día todos los países sienten el impacto devastador de este proceso.
La cuestión del mar de Aral estuvo en cierta medida en el punto de mira de la comunidad internacional, de muchas agencias de Naciones Unidas y de otras organizaciones, ocupándose cada una de ella de una determinada misión. Por este motivo, el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, decidió promover un enfoque integrado de este problema con el fin de abordar el asunto de una manera más coordinada y que resultado de esta complementariedad finalmente se obtengan unos objetivos más satisfactorios. Para lograr una mayor eficacia, propone orientar los fondos para garantizar un desarrollo sostenible e innovador de la región. Esto es, asegurarse de que los fondos asignados por las distintas agencias se utilicen de la manera más eficiente con el objeto de que el componente "sólido" de los proyectos en curso sea tangible y la población vea beneficios directos en su vida diaria (con relación a la atención sanitaria, el suministro de agua potable, la creación de empleo, la educación...).
Con las mismas metas y buscando en todo momento la eficiencia, el Gobierno de Uzbekistán ha adoptado un Programa Nacional a gran escala de decenas de proyectos por valor de 1.500 millones de dólares en ámbitos como el desarrollo económico sostenible, la estabilización de la situación ecológica, la creación de puestos de trabajo, incluidos los alternativos, la mejora del sistema sanitario. Para lograr esto, ha hecho una exhaustiva evaluación de cuáles son las zonas más necesitadas en la actualidad para que el diagnóstico sea el más adecuado. De esta forma, el mantenimiento de la maternidad, la infancia, la lucha contra aquellas enfermedades que estaban relacionadas con el problema ecológico del mar de Aral e impedir que éste se siga deteriorando han sido marcados como campos prioritarios de acción: mejorar las condiciones de vida de las personas y al mismo tiempo que la catástrofe ecológica no siga avanzando.
En este sentido, el Fondo Fiduciario de Asociados Múltiples de las Naciones Unidas es una propuesta muy oportuna por parte del presidente de Uzbekistán para unir los esfuerzos del programa nacional y de los programas internacionales, de modo que sea una estrategia de acción unificada e integrada. Todas las instituciones de la ONU que participan en diferentes áreas como la UNESCO, UNICEF, la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial podrían aunar sus esfuerzos en un programa integrado global.
Esta excelente propuesta uzbeka fue acogida de manera positiva por las Naciones Unidas, cuya sesión plenaria del 75º período de sesiones, el 18 de mayo de 2021, adoptó por unanimidad una resolución especial sobre la declaración de la región del mar de Aral como Zona de Innovaciones y Tecnologías Ambientales.
El 18 de mayo de 2021 por iniciativa del presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, durante la sesión plenaria del 75º período de sesiones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas fue adoptada por unanimidad una resolución especial sobre la declaración de la región del mar de Aral como Zona de Innovaciones y Tecnologías Ambientales. Dicha resolución fue copatrocinada por unos 60 Estados: Afganistán, Argelia, Azerbaiyán, Bangladesh, Bielorrusia, China, Egipto, Georgia, Hungría, India, Irán, Japón, Jordania, Marruecos, Nepal, Omán, Pakistán, Paraguay, Rumanía, Rusia, Ruanda, Senegal, Singapur, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán y Vietnam, entre otros. En dicho texto se reflejó el apoyo de la ONU a la creación del Centro Internacional de Innovación de la región del mar de Aral adscrito a la presidencia de Uzbekistán y el establecimiento, bajo los auspicios de la ONU, del Fondo Fiduciario de Asociados Múltiples para la seguridad humana en la región del mar de Aral, destinado a superar las consecuencias negativas de la catástrofe medioambiental en la región del Mar de Aral y la realización de proyectos socioeconómicos.
Así mismo, fueron aprobadas por unanimidad las resoluciones propuestas por Uzbekistán sobre el "Fortalecimiento de la cooperación regional e internacional para garantizar la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible en la región de Asia Central" y "Turismo y desarrollo sostenibles en Asia Central".
Por último, cabe destacar que la región del mar de Aral ha sido la primera región a la que la Asamblea General concedió un estatus tan importante al reconocerla como Zona de Innovaciones y Tecnologías Ambientales. Por tal circunstancia, y por lo pionera de la iniciativa, es de justicia reconocer de manera muy positiva la iniciativa del presidente de Uzbekistán que estoy seguro encontrará aplicaciones similares en otras regiones del mundo como parte de los esfuerzos comunes para lograr la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Iniciativas de cooperación así en un mundo post pandemia deben de ser resaltadas como muy positivas pues contribuyen además al desarrollo, la seguridad y la paz regional y mundial.
Carlos Uriarte Sánchez es Profesor de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos y Patrono de la Fundación Paz y Cooperación.
