Este fin de semana me he dedicado a hacer fotos a todas y cada una de las papeleras del casco histórico. Parecía un chalado (bueno, quizá no sólo lo pareciera, según el criterio de cada cual) pero la "inspección" ha servido para corroborar algo que ya se barruntaba: en el centro de Lugo hay pocas papeleras. No se reponen cuando han sido retiradas por daños o por mal estado y esto hace que cada vez haya menos elementos de este tipo en el recinto amurallado.
Este tema no es nuevo, desde Lugo Monumental se presentó una iniciativa a los Presupuestos Participativos en 2018. El Ayuntamiento respondió que se habían adquirido 172 unidades y que se instalarían "antes de terminar el año 2018". Yo no las veo, ¿y ustedes?
La pregunta es, ¿cada cuánto ha de haber una papelera? Según los estudios más habituales sobre este tipo de elementos se entiende que ha de haber una cada 100 metros en vías convencionales y cada 40 en vías de zonas comerciales. Sin embargo hay calles como la Rúanova, una de las más extensas del centro, que en 450 metros sólo tiene 3. En términos generales parece lógico entender que deberían cumplirse una serie de mínimos:
. En cada esquina o cruce debería haber al menos una papelera.
. En calles largas, una unidad cada 40 metros.
. En lugares con concentración de gente (estudiantes, edificios públicos...) deberán ubicarse más unidades.
Si embargo, y entendiendo que es ambicioso cumplir lo que el sentido común parece indicar, desde la Asociación que tengo el honor de gestionar hemos hecho una propuesta concreta de un mínimo de 62 unidades que, aunque no cubriría los criterios indicados anteriormente, al menos sería un avance para poder abarcar lo que consideramos una distribución básica.
Contenedores antiestéticos en sitios clave:
Asimismo hay algunos contenedores que deberían ser retirados, reubicados o al menos disimulados para evitar que la estética de zonas clave del casco histórico se vea
comprometida por elementos inadecuados. El ejemplo más relevante probablemente sea el del espantoso contenedor para vidrio situado en la calle Obispo Basulto y que afea una de las estampas más icónicas de la ciudad, la de la Puerta Norte de la Catedral de Lugo.
De la misma forma, urge reparar los contendores soterrados, ya que a día de hoy hay varias islas de contenedores que no están en servicio. Concretamente la de la calle Nóreas, que lleva ya años deteriorándose, la de San Marcos y la de la plaza de la Soledad.
Del reciclaje hablaremos en otra ocasión, porque a pesar de la mucha propaganda hecha en ese sentido seguimos siendo una ciudad que no se compromete con ese asunto, vital para el futuro de este pequeño planeta.
