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La soberbia del Sultán

jueves, 06 de mayo de 2021
Iglesias. Don Pablo primero. Sultán de Galapagar. Deja sus cargos y regresa a la sociedad civil. Tenía razón Don Emilio Romero. La política es mitad teatro, mitad basura. Y así, la noche del 4-M presenciamos la escena a la que yo habría puesto lírica. "¡Abenamar, Abenamar/ moro de la morería/ el día que tu naciste/ grandes señales había!"...

¿Cómo soportar ser el último de la fila?. ¿Cómo soportar no haber logrado movilizar -en la mayor movilización- el voto para su izquierda?. ¿Descubrió que sólo con verle los madrileños tomaron el camino de la libertad?. Entonces, es que tal personaje con residencia en Galapagar, representa el máximo peligro para la libertad. ¡Qué fuerte!.

¿Cómo soportar que una médico, militante del partido político de su amigo-enemigo Iñigo, le diera calabazas y señalara como macho alfa?. ¿Cómo es que viviendo con la faraona del feminismo, no le advirtiera que ponerse por bemoles a la cabeza de una coalición liderada por una mujer, representaba la máxima contradicción y la bofetada de tal dama a su soberbia masculina?. ¡Qué error de bulto!.

El salva patrias con el pensamiento puesto en el Mesías de Haendel, confundió Madrid con Caracas. Bajó de la vice presidencia al barro de la contienda. Esa que convirtió en basura, desde el mismo momento en que con cara de estreñimiento con hemorroides dijo: "los votantes de la derecha son fascistas y criminales". ¡Menudo acierto para ganar!.

Y es que quien dejó Vallecas, las asambleas populares del kilómetro cero, las calles dónde transita la gente corriente, termina por vivir en una burbuja como el caserón de Galapagar. Además, optó por deshacerse de aquellos compañeros/as que le decían la verdad. Y es que Alá es grande, y Mahoma su Profeta. Pero el Sultán tomó el camino de los infieles...

Por la senda cambió amigos, seguidores románticos para una política de izquierdas, por atrevidos/as ignorantes. Usó la dialéctica del odio. Y logró ser el más odiado.

Pero el mayor fallo lo tuvo al caer en la trampa. Tocar poder era una huida hacia delante tras el fracaso, pero también caer en las tentaciones del diablo Sánchez. Y es que el poder corrompe. Y no sirve para nada cuando al invitado a palacio se le envuelve a modo de cárcel con oro, concubinas, placeres y promesas. Pero un día se da cuenta que además de las ropas y estancias de vice presidente, no pinta nada. Ni siquiera para evitar las desgracias acontecidas en los servicios sociales de su incumbencia en medio de una pandemia. ¡Menudo aliño para la ensalada!.

España no es El Caribe. ¡Obvio!. Pero algunos tan listos y estudiados, se han creído que los españolitos de Don Antonio Machado, confunden las voces con los ecos. Los que llegan desde Galapagar, o desde la sede del Maduro al que se le aparecen pajaritos que le susurran dicterios políticos. Y que no se me olvide. ¡Miedo!. Si. Hay que ser muy valiente para soportar amenazas, más o menos ciertas. ¡Nunca se sabe!.

Discrepo con el Sultán. Chivo expiatorio es según el pueblo judío, un animal sobre el que se descargan todas las culpas de un pueblo elegido. ¡Menos lobos Caperucita!. Al menos podrá decir que evitó la desaparición de PODEMOS en Madrid. Eso sí, haciéndole un flaco favor al triste candidato del PSOE. Provocando el nacimiento y desarrollo de la extrema derecha. ¡Menudo zurrón!.

Termino como empecé. "Estaba la mar en calma/ la luna estaba crecida/ moro que en tal signo nace, no debe decir mentira".

¡Ah, que nos devuelvan los votos que le dimos... hace algunas lunas!. Uno puede ser de izquierdas, pero no ser: ciego, sordo, imbecil...
Mosquera Mata, Pablo A.
Mosquera Mata, Pablo A.


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