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Desplazamiento forzoso interno en la República de Azerbaiyán

jueves, 22 de abril de 2021
La liberación de Nagorno Karabaj y siete regiones adyacentes de Azerbaiyán de la ocupación de Armenia, en 2020, facilita la solución a una de las situaciones de desplazamiento interno a gran escala y de largo plazo del mundo. El desplazamiento forzado en Azerbaiyán es la consecuencia de la agresión militar y de la limpieza étnica perpetradas por Armenia en los territorios de Azerbaiyán, a principios de los años noventa del siglo XX. Como resultado del conflicto, más de un millón de azerbaiyanos fueron forzosamente desplazados de sus tierras autóctonas, entre ellos cientos de miles de refugiados azerbaiyanos y ciudadanos azerbaiyanos, a quienes posteriormente se les concedió la ciudadanía azerbaiyana.

Desplazamiento forzoso interno en la República de AzerbaiyánTodas las personas forzosamente desplazadas fueron asentadas temporalmente en Azerbaiyán en más de 1600 asentamientos densamente poblados en 12 campamentos de tiendas de campaña, aldeas formadas por vagones de ferrocarril, edificios a medio construir, instalaciones públicas, etc.

El último intento de agresión de Armenia, perpetrado el año pasado, volvió a afectar gravemente la vida de cientos de miles de personas en Azerbaiyán. Ochenta y cuatro mil personas se vieron obligadas a abandonar temporalmente sus lugares de residencia habitual, entre ellas los desplazados internos que volvieron a sufrir la tragedia del desplazamiento forzoso. Aunque la mayoría de estas personas han regresado a sus hogares como consecuencia de la respuesta rápida y eficaz del Gobierno a su reciente desplazamiento, 85 familias desplazadas en la región de Tartár de Azerbaiyán que sufrieron el horror del bombardeo deliberado de artillería contra bienes civiles todavía se encuentran en refugios.

La situación de las personas desplazadas en Azerbaiyán se distingue por varias razones. La primera es que, en un país de poco más de 10 millones de ciudadanos (7 millones durante el desplazamiento), acoge una de las poblaciones desplazadas per cápita más grandes del mundo. Además, a diferencia de muchas situaciones de desplazamiento interno, en Azerbaiyán, las personas desplazadas disfrutan de los mismos derechos que los demás ciudadanos y no sufren discriminación.

La otra distinción importante es que el Gobierno de Azerbaiyán, desde que experimentó a principios de la década del 2000 un crecimiento económico sustancial, ha asumido la plena responsabilidad de mejorar las condiciones de vida de los desplazados internos, fomentando la participación de las organizaciones internacionales. Azerbaiyán es uno de los países prodigiosos del mundo que ha seguido una política económica prudente y ha pasado de ser un receptor de ayuda humanitaria a un país donante.

Desde 1998, el Gobierno de Azerbaiyán viene implementando la estrategia para mejorar las condiciones de vida de los desplazados forzosos, brindándoles asistencia y ayudas sociales, construyendo más de un centenar de barrios residenciales nuevos y modernos para su asentamiento temporal. Las autoridades azerbaiyanas lograron avances significativos en la mejora de las condiciones de vida de los desplazados forzosos, al proporcionarles viviendas temporales en los asentamientos recién establecidos a 315.000 alojados en los campamentos de tiendas y aldeas de camionetas de carga, que vivían en condiciones extremas, en los que sin perjuicio de su derecho a participar en actividades voluntarias, con retorno seguro y digno, buscado durante más de 25 años a través de negociaciones diplomáticas para la resolución pacífica del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.

El derecho al retorno incondicional y seguro de la población desplazada azerbaiyana fue confirmado en decenas de resoluciones y decisiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, la OCI, la PACE, la OSCE, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, etc. Los expertos de renombre internacional valoraron altamente las medidas avanzadas tomadas por Azerbaiyán para ayudar eficazmente a la población desplazada y establecer una de las prácticas ejemplares en este campo. En el 2014, el Ponente Especial de la ONU sobre los derechos humanos de los desplazados internos valoró positivamente las medidas tomadas por el Gobierno de Azerbaiyán por su interés en el tema del desplazamiento interno y por seguir asumiendo la responsabilidad principal de la protección y asistencia de los desplazados internos por el conflicto armado e indicó que «uno de los principales obstáculos en la búsqueda de soluciones duraderas para los desplazados internos en Azerbaiyán sigue siendo la ausencia de una solución política al conflicto no resuelto en la región de Nagorno Karabaj de la República de Azerbaiyán y sus alrededores».

En particular, solicitó a la comunidad internacional y a todas las partes interesadas que trabajan para lograr una pacífica solución del conflicto, apoyo con el objetivo de restaurar plenamente los derechos humanos de los desplazados internos en Azerbaiyán, teniendo en cuenta, su derecho al retorno voluntario en condiciones de seguridad y dignidad.

Desplazamiento forzoso interno en la República de AzerbaiyánLas principales prioridades del Gobierno de Azerbaiyán, tras la liberación de sus tierras, en 2020, ocupadas durante tres décadas, son desminar sus territorios liberados y limpiar de otros artefactos explosivos sin detonar, restaurar las ciudades y otros asentamientos totalmente destruidos durante el conflicto; crear las condiciones necesarias para el retorno voluntario, seguro y digno de los desplazados internos a sus tierras de origen. Lamentablemente, este proceso todavía se ve obstaculizado por la negativa de Armenia a presentar a la parte azerbaiyana los mapas de áreas minadas (formularios) en los territorios recientemente liberados. Se trata de una necesidad absoluta para poder salvar vidas humanas y acelerar la rehabilitación y la reconstrucción en el periodo post conflicto. En el período posterior a la firma de la Declaración trilateral sobre la cesión de las operaciones militares entre Armenia y Azerbaiyán, en noviembre de 2020, más de cien ciudadanos azerbaiyanos fueron víctimas de explosiones de minas, entre ellos desplazados internos que no se resistieron a visitar sus tierras liberadas después de tres décadas de forzada separación y anhelo pese a las advertencias sobre la peligrosa situación de riesgo de minas en estos territorios. Por consiguiente, desde el comienzo del conflicto miles de personas en Azerbaiyán murieron y resultaron gravemente heridas como consecuencia de las explosiones de minas.

Debido a la postura obstinada de Armenia sobre el desminado -el imperativo para la reconstrucción de las tierras totalmente devastadas por la ocupación ilegal de 30 años- el Gobierno de Azerbaiyán está a la espera de que la comunidad internacional inste a Armenia para que coopere en la eliminación de las consecuencias humanitarias – fruto de sus actividades ilegales en los territorios anteriormente ocupados de Azerbaiyán. Con el fin de brindar a los desplazados internos la posibilidad de un regreso seguro y digno, nuestro país ya ha comenzado los trabajos de desminado y reconstrucción en el área. Teniendo en cuenta la enorme escala del Gran Retorno a las tierras liberadas, actualmente este proceso se realiza a través de varios proyectos piloto. Se implementó el proyecto experimental «El primer paso» consistente en recopilar información para el regreso e integración en 10 aldeas de la región de Agdám.

El objetivo del proyecto es examinar el mecanismo eficaz para el retorno y la reintegración en las tierras liberadas, lograr los resultados necesarios y utilizar este proyecto piloto como modelo paulatino, de conformidad con los Principios Rectores de la ONU de los Desplazamientos Internos, convenciones fundamentales de Derechos Humanos y las mejores prácticas aplicables con la participación de la población interesada. Actualmente, se están realizando encuestas para calcular el número de personas dispuestas a regresar a sus hogares.

Asimismo, se aplicará la exitosa experiencia de rehabilitación y regreso a la aldea de Jojug Marjanlí, protegida de los deliberados ataques militares de Armenia tras la liberación de las alturas estratégicas, en abril de 2016. Jojug Marjanlí fue un proyecto de retorno implementado por primera vez en Azerbaiyán, que facilitó el entorno propicio al regreso de 150 familias a sus tierras de origen después de pasar 23 años.

La guerra por la liberación de la tierra autóctona azerbaiyana que sufrió tres décadas de ocupación ha terminado. El pueblo de Azerbaiyán desea la paz y la prosperidad duradera en la región. Recomienda que se deben tomar todas las medidas humanitarias necesarias para aliviar el sufrimiento humano causado durante 30 años de conflicto; las personas afectadas por la guerra deben comenzar a vivir decentemente. El pueblo de Azerbaiyán espera que la comunidad internacional apoye los esfuerzos de su país para una paz sostenible y un futuro próspero en la región.
Guaylupo, Eduardo
Guaylupo, Eduardo


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