Derecho de manifestación

El derecho de manifestación pacífica y sin armas está reconocido en el articulo 21 de la Constitución. Cuando no se respeten dichas condiciones y se produzca una alteración significativa de la seguridad pública puede dar lugar a la intervención de los Cuerpos de Seguridad para paliar o resolver dicha situación y evitar posibles perjuicios y daños a personas y bienes, tanto públicos como privados.

En tal situación la policía antidisturbios es la unidad o grupo especializado para el restablecimiento del orden público.

Los equipos y medios utilizados en el control de dichos eventos pueden incluir desde porras, disparos de bolas de goma, gases lacrimógenos o de pimienta, y cañones de agua con objeto de controlar o disolver dichas manifestaciones violentas o ilegales.

El uso de dichos medios está en función de las características de la manifestación y no siempre son totalmente eficaces para reprimir su violencia o consecuencias dañinas,
Un ejemplo de ello son los recientes disturbios producidos principalmente en Barcelona y otras localidades con el pretexto del rapero Hasel, en los que tuvieron que intervenir, con escaso éxito, los antidisturbios de los Mossos, utilizando para ello entre otros medios, el uso de pelotas de "foam".

Dichas actuaciones fueron objeto de severas críticas por parte de determinados grupos políticos catalanes, entre ellos ERC y Junts, que reclamaron la supresión de dichos medios represivos contra los "pacíficos" manifestantes.

Compartimos en cierto modo su planteamiento en cuanto a la inadecuación de los medios utilizados para reprimir dichos disturbios y estimamos que hubiera sido más adecuado utilizar métodos menos agresivos, melódicos y acústicos, como por ejemplo difundir por una red de altavoces, a doscientos decibelios, el himno nacional de España, con lo que sin duda se hubiera conseguido la inmediata disolución y fuga de los insurgentes e insumisos manifestantes.