Educación del Menor
Vázquez Liñeiro, José Ramón - jueves, 11 de febrero de 2021
Al margen de los hermosos y lejanos recuerdos que suscita el título se me ocurre imaginar un comparativo entre aquella lejana infancia y la actual.
Sin ánimo de ser exhaustivo cito algunos rasgos de la infancia y adolescencia de esta etapa de progreso y desarrollo:
- El niño es el rey de la casa, un pequeño tirano que tiene a los mayores a su servicio
- Cuando tiene un problema todos lo hacen suyo y tratan de resolverlo, sin motivarlo para que lo haga el mismo
- El niño siempre tiene la razón: ante los padres, los abuelos y los profesores
- El niño tiene tantos trastos, juguetes y artillugios que al final no aprovecha ni valora ninguno. Algunos, quizá los mas caros, ni siquiera los saca de su envase.
- El castigo físico totalmente repudiable y antieducativo que se prodigaba en la escuela y en casa allá en la antigüedad, ha sido sustituido por la pasividad o la indolencia ante todo tipo de conductas reprobables.
- Se ha pasado de un educación represiva a una ineducación permisiva.
- El niño es un esclavo de las nuevas tecnologías: móvil, videojuegos, ordenador, televisor en la habitaciónr, lo que facilita aún mas su aislamiento social. No sabe escribir una carta, ni expresarse correctamente. Es un ser digital. ¿Alguien ha oído a un niño o un adolescente decir: lo siento, gracias o por favor?
- En definitiva: en casa hace lo que quiere, el cole no está para educar, sino para impartir conocimientos, en la calle no se puede estar (la droga, el botellón...)
- El informe Pisa nos pone a la cola en la educación de los países civilizados, pese a que el gasto por educación es muy superior a la media
- ¿Quién educa entonces a los niños?: Me refiero a la educación para el esfuerzo, el trabajo, la convivencia social, la afectividad, la generosidad, el respeto a los demás...
- La creatividad, el esfuerzo y el afán de superación nace casi siempre de la escasez, la necesidad y el sufrimiento. La pereza y la desidia suelen ser hijas de la abundancia y el derroche.
- Ni me corresponde, ni tengo respuesta a los temas planteados en este breve comentario, quizá pesimista, o tal vez realista. Pero se me ocurren un par de preguntas:
- ¿Qué cosecha recogeremos de una siembra tan controvertida? ¿Estaremos preparando adecuadamente a nuestra juventud para un futuro que se presenta indudablemente más duro que su presente actual?
- A título ilustrativo viene a cuento la teoría del escritor Luis Racionero en su libro "El progreso decadente" que proclama el triunfo del progreso tecnológico en detrimento del pensamiento y la moral.
Y termino con una frase tan antigua como actual, atribuida al maestro Séneca: "Educad a los niños y no tendréis que corregir a los mayores"

Vázquez Liñeiro, José Ramón
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