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Parroquias en O Incio (X)

miércoles, 21 de mayo de 2008
Parroquias en O Incio (X) Feligresía de Sta. Eulalia de Trascastro
Con una extensión de 20 km/2 es la parroquia más grande de todo el término municipal y que, actualmente cuenta con cuatro núcleos de población que son: Airela, Ferrería, A Roxoa y Trascastro.
Tiene una población de 103 habitantes según el padrón de 1996, de estos 50 son varones y 53 mujeres, que tanto unos como los otros son en su mayor parte personas que superan los cincuenta años de edad. En total de viviendas familiares es de 74, de las mismas 37 son principales, 7 secundarias y 30 están deshabitadas; algunas aldeas incluso se hallan totalmente despobladas como es el caso de Airela.

Geografía e hidrografía
Delimitada por las parroquias de Foilebar y Sta. Mariña de O Incio al norte, Ferreiros y Saa por el sur, Santalla por el este y Hospital y la de san Pedro de O Incio por el oeste.
La formación geológica está conformada por cuatro tipos distintos de materiales.
A/ Una gran extensión que abarca las cuatro terceras partes de la superficie, aparecen alternancias de cuarcitas con pizarras, que son formaciones características del Cámbrico Medio.
B/ Otra parte ya mucho menor formada por calizas, fosilíficas, calcoesquistos, pizarras y cuarcitas, formaciones denominadas Domo de Lugo y que corresponden al Devónico. Alternancia o mezcla de cuarcitas y pizarras, propias del Ordovícico Inferior.
C/ En la cuarta y ultima formación aparecen agrupaciones de cuarcitas, que por su disposición y distribución se encuadran perfectamente dentro del período Georgiense.
La feligresía de Trascastro se encuentra en pleno Incio alto, donde el terreno es accidentado y abarrancado, discurriendo los arroyos de forma rápida atreves de cauces angostos y encajonados desembocando de una forma precipitada en el río Antigua, que a su vez, forma un pequeño valle el cual de lugar a minúsculos microclimas como el que disfruta A Ferrería.
Las formaciones geológicas dan lugar a que los suelos y la capa de tierra en la que se desarrolla la vegetación, sea poco profundos, factor que a su vez es determinante para la no muy abundante vegetación arbórea en las cumbres, solo en las partes más bajas y en las pequeñas hondonadas de las laderas montañosas, algo más resguardadas de los crudos inviernos, es en las mismas donde crecen castaños, nogales, abedules, olmos y en menor cantidad los robles; mientras que una amplísima zona repoblada de pinos (Pinus pinaster y Pinus insignis), fueron pasto de los desbastadores incendios forestales, conllevando una progresiva degradación del subsuelo además de la perdida de una riqueza forestal que dentro de unos cuantos años podría comenzarse a explotar.
La parte hidrográfica más importante la forma el río Antigua que nace en el monte de Lama, a él van a desembocar los principales arroyos que son: O Cabedozo, el de Chaos das Pías, arroyo del Cabe, arroyo de Pozo Verde, arroyo das Anduriñas, arroyo de Lameira o el detrás da Dehesa, todos ellos de escaso caudal.

Prehistoria e historia
Si toda la comarca inciana es sumamente rica en yacimientos arqueológicos, datando algunos del tercer milenio antes de Cristo, esta feligresía no se queda atrás en dicho tema, pues en la misma existen algunas estaciones de petroglifos, entre estos está el denominado a Pedra de San Mamede, que se halla en él límete sur del término municipal, en esta parroquia y se trata de dos rocas pizarrosas que tienen un total de diez cazoletas y dos formas a semejanza de herraduras; claros ejemplos del arte rupestre cuya cronología resulta bastante difícil poder datar. La tradición local dice que las incisiones o insculturas son “...as ferraduras de burro de san Mamede, que dun salto foi hasta a pena do Coruxo, en Trascastro...”.
A escasa distancia de la anterior se halla a Pena Escrita y en la misma, quedan ocho cazoletas, dos herraduras y un grabado tipo antropomorfo, desconociéndose por el momento el significado de las mismas, el cual fue y sigue siendo objeto de numerosos intentos de interpretación por parte de diferentes autores, que por desgracia se han basado en especulaciones más o menos gratuitas debido a la falta de datos concretos en que apoyarse para documentar un análisis teórico y metódicamente confeccionado. No obstante nosotros opinamos que no puede o debe haber una única interpretación para estas representaciones tan abundantes en tierras de O Incio (parroquias de Trascastro, Rendar, Vilasouto); creemos más lógico pensar que fueron hechas con varios significados, de acuerdo con las posibles relaciones existentes con otras cazoletas, herraduras o distintos motivos del arte prehistórico, es de suponer que no tendría el mismo significado una cazoleta aislada, como las existentes en la feligresía de Cerbela o en conjunto, a semejanza do “Agro do Pepe”(parroquia de Vilasouto), aparentemente ordenado de las mismas el cual puede pertenecer a una composición más amplia junto con otros motivos.
Pero también los habitantes de los castros dejaron aquí su impronta, baste pensar de los primeros el claro topónimo de Trascastro o lo que sería lo mismo tras do Castro y de los segundos son frecuentes los yacimientos arqueológicos que generalmente van acompañados con materiales que pertenecieron al os anteriores, lo que resulta una simbiosis de ambas culturas.
Los primeros aportes escritos proceden de los documentos que en su día fueron recopilados en e Libro Becerro de Samos, pues una donación hecha el día 3 de junio del año 976 menciona a dicha feligresía. Otro documento de la misma característica otorgado en el año 1009 por Bermudo (aparece Bermudus), Sunilani, en los deslindes de la pieza donada menciona estos lugares. Hacía los años 1020 al 1061, el abad Diego hace donación a su comunidad de un templo consagrado por él y puesto bajo la advocación de san Antolín, al que dotó de bienes y otras posesiones, aquí sé referencia esta feligresía. “...I ten alia villa que fuit de illo comité Pelagio Suariz et Castro Unchani que comparavimus de su filio...”
El día 12 de enero del año 1062 Guinea, Sesgundia e Ildoncia en compañía de sus respectivos maridos otorgan escritura de venta a Piniolo Froilaz, que era vicario de Samos, la vila de Castrillón (en tierras de O Mao), en el deslinde de las tierras pertenecientes a esta aldea es referenciada la parroquia de Trascastro; otro documento recogido en el mismo “corpus” medieval de Samos, fechado el día diez de noviembre del año 1079, Aldreto Quintilaz, conocido con el sobrenombre de Citi, en compañía de su mujer hacen donación al cenobio samonense de la “vila de Trascastro situada en territorios de Lóuzara” (son varios los autores que sostienen que dicha vila es la actual aldea de Trascastro en tierras de este municipio de O Incio y no la de Tras do Castro, perteneciente al ayuntamiento de Samos (54).
La mitad del lugar de A Ferrería fue donada al abad del monasterio de Samos el día tres de agosto del años 1074 por Urraca, Deo vota, cumpliendo un deseo de su hermana Jimena, que había fallecido había poco tiempo “...Ego exigua et indigna Horraca, Deo vota, et seror nostra domna Escemena (...) concedimus ad insium locum vila nostra quos vocitant Ferrerua...” (55).
Con el paso de los siglos el monasterio de Samos unas veces fue perdiendo, otras permutando y vendiendo en las menos las posesiones que en esta parroquia tenía y así a medidos del siglo XVIII era un coto redondo perteneciente al señorío de los Caballeros Militares de la Orden de San Juan, agregada a la Encomienda de Quiroga, a quienes por cuya razón pagaban anualmente en el año 18753 cada familia cuatro reales de vellón, además de percibir la Luctuosa y otras rentas, tanto en especie y e moneda (56). Si bien en esta feligresía había ciertas familias hacendadas que poseían buenos patrimonios como fue y sigue siendo el caso de los propietarios del Paz de Don Piñor, que a su vez son los mismo dueños de la casa blasonada (Casa Palacio) de A Ferrería.
A ferrerería fue y aún continua siendo un núcleo de población importante y es por esta zona, donde se localiza una primitiva vía medieval que bien pudiera ser bastante anterior quizás de origen romano, este camino procedía de Quiroga, cruzaba el río Lor cerca de Sta. Mariña de Folgosa para seguir por Cotes, Parada, Herrería de Incio, Trascastro, Hospital, donde se juntaba con un supuesto camino de peregrinos que más bien era utilizado por los freires caballeros militares de la Orden de San Juan. Otros autores sostienen que el “camino francés” era el anterior.
En nombre de A Ferrería nos confirma que muchas generaciones de herreros (ferreiros) desarrollaron aquí su oficio y de sus fraguas salieron herramientas para trabajar el campo pero también salieron forjadas verjas para más de un paz señorial o de una sencillas iglesia parroquial, pero con el paso de los años fue perdiendo su apogeo llegando a desaparecer.
Fue esta propiedad de Dª María de Orozco y Seijas, que se casó en 1786 con D. Sabino Rodríguez Campomanes; por aquel entonces se trabaja en dicha herrería sobre 650 quintales de hierro al año; no obstante la explotación del hierro viene de mucho más antiguo, seguramente de los tiempos en que los romanos dominaban esta zona, pues según sostiene el Padre Sarmiento y algunos documentos recogidos en el libro Becerro de Samos, hacen referencia a esta industria en el valle de O Mao. “...Tas illas cobas de Humano, ibi sacatur vena ferrea...”. El mineral procedía de la misma zona y más concretament de “O Penedo Veneiro” en dicho monte existen varias galerías algunascon más de cien metros de largo, acutalmente dicha zona fue acondicionada para practicar senderísmo, formando parte de A Ruta do Ferro.
Con el paso de los siglos, la vida fue cambiando a mejor y la potentada familia de Campomanes mandan edificiar en el año 1884 el Hotel Balneario de O Incio; edificio de avanzada línea arquitectónica para quella época, siendo inaugurado en 1892. Constaba de dos cuerpos laterales con tres plantas cada una, un amplio cuerpo central de dos plantas y un abuhardillado. Los muros fueron realizados a base de lajas y cachote con bloques de granito en marcaciones de puertas y ventanas, tenía cada cuerpo arista corrida de granito, mientras que la techumbre estaba soportada por una cornisa biselada con bloques de mismo material.
Para dar mejor servicio al os aguístas, tenía una piscina para los adultos y otra infantil, un amplio jardín al borde mismo del río Antigua y una sencilla capilla.
La fuente de aguas minerales que lo suerte brota a cierta distancia del mismo, tiene un caudal de 1.440 litros por minuto y una temperatura de ocho grados centígrados. Este manantial fue declarado de utilidad pública en 1894 después de haber sido sus aguas analizadas por el Dr. Casares Gil, que según dicho informe están recomendadas para el tratamiento de clorosis, anemias, leucrorreamonorrea, histerismo neurastenia y trastornos de tipo funcional.
Pero la vieja aldea de A Ferrería ha visto pasar mejores tiempos, cuando todas o casi todas sus casas era fondas o “pousadas” donde descansaban aquellas gentes que venían a tomar las aguas; aún quedan dos fondas que mantienen extendidos los manteles durante buena parte del año, mientras que la vieja “lareira” fue sustituida por modernas cocinas calefactoras y sus habitantes luchan por recuperar para su pequeño paraíso todo el esplendor de antaño. La vieja escuela ahora remodelada sirve de local social para quienes deseen utilizarla.
En una parte del margen del río Antigua se construyó un vello pero a su vez hermoso paseo que invita al reposo y al sosiego tan necesario en estos tiempos.

Arquitectura popular
De los 149,7 km/2 que tiene el municipio es aquí donde las viviendas presentan un tipo y forma más arcaica en sus casas son frecuentes los salientes aleros, las balconadas de madera y hasta algunos pasadizos aéreos que dejan de esta forma libre los caminos sin que las viviendas quedasen seccionadas. De plantas variadas, algunas con esquinas redondeadas a semejanza de las primitivas chozas castrexas; mientras que los materiales empleados para su construcción suelen ser lajas de pizarra o muros realizados con cachote, donde el barro sustituye a la argamasa que con frecuencia era usada en los edificios nobles o eclesiásticos, techumbre de pizarra asentada sobre un tajeroz de tablazón soportado por vigas que solían ser de castaño.
En el interior tenía cabida el patio o corral que puede ser cubierto o descubierto, según los casos, las cuadras para los ganados (vacuno, caballar, lanar, cabrío, y de cerda), en otras pequeñas dependencias están el horno, el telar, la fragua y también o “ poleiro” (gallinero).
La planta alta se destinaba a los demás servicios, de la familia (cocina, habitaciones, y “dispensa”), y otra parte servía de almacén de víveres tanto a las personas y comestibles (yerba) para los ganados.
Este espléndido conjunto arquitectónico de A Ferrería es merecedor de ser conservado sin que en el mismo se produzcan alteraciones urbanísticas y de otro tipo que alteren el tipismo de la aldea, que en ella se conjugan las sencillas casas con el armonioso aire de la construcción del Balneario, ahora totalmente recuperado y remodelado, sin olvidarnos del sobrio aire señorial de la casa palacio.
En el monte de A Legua a 1.311 metros de altitud se encuentra la denominada “Mesa dos Catro Cabaleiros” hito divisorio de los municipios de O Incio, O Courel, Samos y A Pobra do Brollón. Es en este lugar donde siguiendo la tradición se reúnen cada año los regidores de estos cuatro municipios.

El templo parroquial
Es una sencillas pieza rural de un barroco ya muy avanzado en el que se deja entrever un incipiente neoclasicismo bastante pobre.
Al igual que otros templos su planta es rectangular, muros de pizarra y amplio frontis, con enmarcaciones de puertas y ventanas hechas con buenos bloques de granito. El acceso principal concluye mediante arco escarzano, sobre tragaluz rectangular, y encima fue esculpida una vieira; la espadaña de un solo cuerpo con dos troneras para sendas campanas además de un pequeño hueco para el campanil, remata mediante tres pináculos de granito. La cubierta a dos aguas con piezas de pizarra soportadas por armazón de madera reforzado atreves de cuatro vigas tirantes.
El presbiterio, sigue la misma forma y línea de la nave, se accede al mismo atreves del amplio arco triunfal de medio punto, en arista, realizado con buenos bloques de piedra caliza. La capilla mayor cubierta a cuatro aguas, mientras que la sacristía es un añadido posterior al demás conjunto arquitectónico, situado detrás de la capilla mayor de unas dimensiones bastantes más reducidas que esta con techumbre a tres aguas y dos puertas de acceso situadas a cada lateral de altar mayor.
Retablo mayor. Interesante pieza renacentista que sufrió una muy desafortunada reforma, en la que se pusieron nuevos añadidos al conjunto original y se hicieron modificaciones en la parte central, donde fue ampliada una hornacina. Consta de dos cuerpos y dos ordenes de columnas estriadas y helicoidales que parten de sencillas basas y rematan en capiteles bien tallados.
Tiene cuatro encasillamientos y vitrina central, en los mismos otras tantas imágenes de lasque merecen citarse las siguientes: importante escultura de la Virgen María, sentada, con el Niño, sujetado con el brazo y la mano izquierda, rostro sereno y tranquilo, es una pieza de un marcado neogótico inicial, posiblemente realizada a finales del siglo XIV ó primer tercio del XV, merecedora de ser conservada y custodiada en las debidas condiciones que se merece; otra imagen de S.José, talla barroca que mide 65 cm.; otra pieza que representa a S.Antonio; una tercera talla de san Roque que data de la misma época.
Retablos laterales, sencillas piezas noegóticas en las que destacan las tallas sobre los altares; que son Sta. Lucía, Santo con casulla, imagen de la Virgen con libro y manto, es una buena escultura que igual que las anteriores fueron talladas hacía la mitad del siglo XVI. Sta. Lucía, buena pieza de la misma época. En la sacristía imagen de Cristo crucificado, que probablemente fuese tallado a mediados del siglo XV. Las piezas de orfebrería más importantes son un cáliz de plata y en muebles una cómoda con relieves de flores y trazados geométricos.
La pila bautismal mi 85 centímetros de diámetro, decorada por gallones verticales, de pies cuadrado, realizada en un buen bloque de piedra caliza (57).

NOTAS:
54. A.H.U. de Santiago. “El Tumbo de Samos”, folio 50 vuelto.
55. A.H.N. Madrid. Sección Clero, Lugo, carpeta 1239/7 Samos.
56. A.H.P. de Lugo. Sección Hacienda. Catastro, Libro 2385.
57. Archivo Histórico Nacional, (Madrid), Sección Clero, Lugo/Samos, carpeta 1239/16, (documento original en pergamino).
López Pombo, Luis
López Pombo, Luis


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