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Mauren O'Hara. Salvados los muebles, mas no el dinero.

lunes, 21 de septiembre de 2020
Nada más expresivo en el film "El hombre tranquilo" que la mirada de los rabiosos ojos verdes de Mauren O,Hara sobre los muebles heredados ya trasladados a su casa de recién casada: se siente henchida de satisfacción al ver su derecho cumplido. El papel como Mary Kate en el film le va que ni pintado, representando como prometida a una Mauren O'Hara. Salvados los muebles, mas no el dinero.mujer con genio y carácter entre dos hombres: su hermano y el que va a ser su marido. En un mundo tradicional, teñido de amor y melancolía por el director de origen irlandés John Ford de origen, se ironiza el machismo consuetudinario ancestral de su cultura originaria con el tierno recuerdo por medio de la vis cómica en la cual se desarrolla la historia: el resultado es una encantadora película en color por technicolor -pionera en tal técnica- enmarcada en los idílicos paisajes de Irlanda.

Así, un drama se convierte en una entrañable comedia, que nos cuenta alegremente como un hermano de la novia, en representación de su fallecido padre, no le da el consentimiento para casarse. La costumbre era que si el máximo poder varonil de la familia aprobaba la unión entregaba la dote, si no era así se negaba a ello, y entonces la novia podía casarse sin ella, lo cual era un deshonor para el futuro marido. Todo era cuestión de hombres y el honor de los mismos, controlando el destino de la mujer, el dinero y el poder de la misma: el futuro esposo tenía que conseguir el consentimiento y el dinero, porque si no lo lograba no era tan hombre, ni tan honorable, convirtiéndose en la vergüenza de su mujer ante la sociedad, pues que la fémina en la mentalidad patriarcal no tenía honor.

La película nos presenta al hermano de Mary Kate como un hombre primitivo y brutal frente a un varón yanqui civilizado de raíz irlandesa, reconvertido a la civilización por el espíritu democrático y moderno de Norteamérica, muy idealizado en la segunda postguerra mundial, adicto además a la razón tras un pasado trágico, en el cual, boxeando, había matado al contrario por accidente, experiencia traumática que le llevaría a jurarse no ejercer la violencia nunca más. Pero en aquella sociedad rural y antigua se ve obligado a ser violento para conseguir casarse con ella primero y para ser un hombre de honor ante el mundo y ante su mujer, si quiere tener paz social y familiar, pues el cerril hermano de la novia se niega a darle la dote.

Así que cuando se va casar la chica recibe sin problema los muebles heredados, pero de "money" nada, porque una cosa es el ajuar, que en buena parte se ha negado en menor grado a la mujer en las herencias, y otra el dinero, el que da el poder, claro. La chica se hubiera conformado con el mobiliario familiar, pero su educación y su entorno social la presionan para reclamarla a fin de demostrar el honor de su marido y librarse ella de la vergüenza. Por eso no se conforma con la mesa, el aparador y las sillas del comedor que adora, sino que se pone tan bruta como su figura paterna y hace ser violento al hombre de su vida, el cual rompe finalmente su promesa arrastrándola por los pelos campo a través y descalabrando al bestia del pariente.

Ya tiene un marido con honor, ya no estará marcada por la vergüenza, ya se entrega a su marido sin reservas. Y cuando se aman tiernamente en su nidito ella… ¡echa al fuego el dinero de la dote!: todo lo que de verdad, de verdad, le importaba era salvar sus adorados muebles. si ha montado ese zafarrancho ha sido para quedar bien ante el mundo social de su mentalidad, para lo cual ha tenido que asumir una conducta machista a tope.

Bueno, pero no nos pongamos feministas talibanes, porque seguro que en la realidad la esposa jamás quemaría su dinero,¡ ni siquiera! : digna sí ,pero no tonta. Y si acaso quemase la pasta sería porque el yanqui había llegado a Irlanda con más dinero que sus patriarcas, cosa que sería la realidad en la película.

CURIOSIDAD: Mauren O'Hara, que hubiera hecho un siglo este pasado agosto, si viviese, fue pionera en denunciar los abusos de género en Holliwood, aludiendo a los manoseos que tuvo que soportar, aunque supongo que respondería a parte de ellos con la rabia de sus terribles, dominantes y maravillosos "green eyes".
Pena López, Carmen
Pena López, Carmen


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