Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Parroquias en O Incio (VII)

martes, 08 de abril de 2008
Parroquias en O Incio (VII) Feligresía de Sta. María de Pacios
Actualmente la componen los pueblos de Pacios, Queixomario y Vitedes, lugares repartidos en los 2,5 km/2 de su extensión.
La población de derecho que había según el padrón municipal del año 1996, era de 62 habitantes, de estos 27 varones y 35 mujeres; el número total de viviendas familiares es de 23, de estas 17 son principales, una secundaría y 5 están deshabitadas.
Delimitada por su parroquia matriz (la de Loureiro Samos), por el norte, san Xoán de Bardaos y Viso al sur, Viso y Loureiro al este y san Xoán de Bardaos, san Saturnino de Froián y Loureiro por el norte.

Geografía e hidrografía
El mapa geológico puede dividirse en dos apartados.
A/ La parte mayor de extensión parroquial se halla formada por areniscas y pizarras, encuadrándose dentro del periodo Georgiense.
B/ Formaciones de pizarras y calizas o cuarcitas y conglomerados, materiales correspondientes al Georgiense.
El terreno es poco accidentado, cuyo punto más elevado se localiza en el monte de O Castro de Sta. Icía, con una elevación máxima de (807 m.), y es el de mayor altitud en toda la entidad.
La hidrografía en dicha parroquia se reduce a unas cuantas fuentes de escaso caudal.
Son abundantes las praderas y tierras de cultivo, en cuyos márgenes se hallan plantados centenarios castaños, nogales, robles y otros arboles.
Los habitantes de estas aldeas suelen ser gentes bastante bien acomodadas, cuyos ingresos proceden de los recursos ganaderos y en mucha menor escala los agrícolas. Viven en amplias casas, algunas construidas hace varias centurias, mientras que otras ya son bastante más recientes y casi todas fueron remodeladas y adecuadas a las exigencias de los tiempos actuales.
Algo de historia: En el apartado de prehistoria es una entidad carente de yacimientos arqueológicos que nos puedan aportar una serie de datos acerca de la zona; el cercano castro de Sta. Icía, que se halla en el monte del mismo nombre a una cota de 807 m. una vez que sea estudiado en debidas condiciones puede darnos interesantes información acerca de la historia local.
Los primeros datos documentales que hacen mención a dicha feligresía aparecen recogidos en el libro Becerro de Samos, son del 15 de junio de 1125 y es copia del inventario mandado hacer por el entonces abad Pedro Froilaz, de todas las heredades acrecentadas a dicho cenobio desde el comienzo de su prelacía. Es desde aquella lejana fecha cuando van apareciendo numerosos documentos que demuestran la pertenencia de estas tierras a la jurisdicción de dicha abadía, nombrando su abad juez ordinario y escribano en la misma, percibiendo a su vez las rentas de Vasallaje, Luctuosa, y otras más.
Las posteriores leyes de abolición de señoríos, desamortización y la actual división administrativa, dejó la parroquia de Pacios (o Pacios de Loureiro, nombre con el que se conoce entre los habitantes de la zona), de pertenecer a Samos para formar parte del ayuntamiento de Rendar, o lo que es lo mismo el incipiente municipio de O Incio.

La iglesia parroquial
Se trata de un humilde templo rural, de una arquitectura más bien pobre carente de elementos ornamentales.
La nave es de planta rectangular, con techumbre de pizarra sobre armazón de madera reforzado mediante cinco vigas tirantes, los muros laterales fueron hechos con lajas de pizarra y están recebados por argamasa tanto en la parte exterior y la interior.
En el frontis se halla la parte más noble de toda la fábrica, puerta de acceso con doble arco de medio punto, el exterior formado por lajas de pizarra, mientras que el interior fue hecho con piezas de granito bien labrado. La espadaña consta de dos huecos para sendas campanas y al lado elegante voluta, rematando en un pináculo con un óculo y dos acroteras a cada lado.
Un sencillo arco triunfal que parte de sendas pilastras facilita el paso al presbiterio, este de planta rectangular y más elevado que la nave, cubierto a cuatro aguas.
El retablo es sencillo y de poco interés artístico, en él un buen conjunto escultórico formado por una imagen de la Virgen María con el Niño y amplia capa; parte de una peana imitación de nueve y cuatro querubines, es una interesante pieza realizada a principios del siglo XVIII.
Otras dos tallas de la misma época son San Blas e imagen de Cristo, ambas miden 84 y 50 centímetros respectivamente.
La pila de agua bautismal está decorada con gallones y tiene de diámetro 75 cm. Otra interesante pieza de orfebrería es un cáliz de plata cincelada.

Feligresía de Sta. María de Reboiro
Esta entidad de 5,6 km/2, situada en pleno Incio medio, la conforman las aldeas de Castrillón, Castro de Abaixo, Cizán, Lebón, Porto y Reboiro.
Con una población de derecho en el de 75 habitantes, 36 barones y 39 mujeres. El número de viviendas familiares es de 39,de estas 28 son principales, 3 secundarias y 8 estaban deshabitadas.
Delimitada al norte por la parroquia de Sta. María de Mao, al sur Toldaos, San Román de Mao y Foilebar por el este y Sta. Cristina de O Viso al oeste.

Geografía e hidrografía
El mapa geológico se halla formado por tres partes bien diferenciadas entre sí.
A/ en la de mayor extensión aparecen cuarcitas, (Georgiense)
B/ en la zona central se halla abundancia constante de cuarcitas y pizarras pertenecientes al Cámbrico Medio.
C/ una tercera zona donde vuelven a predominar las cuarcitas, propias del Georgiense.
El terreno es bastante accidentado, pero a su vez productivo, con abundancia de prados, terrenos de cultivo y buenos arbolados de frutales y maderables. Los montes más importantes son Os Vieiros (834m.), el Cabeza, (712m.), o el cercano monte de O Pico (1.015 m.),
Los arroyos de O Castro y Peñalba forman con otros de menor importancia y un buen número de fuentes la parte hidrográfica.

Prehistoria e historia
Desde tiempos bastantes lejanos fueron estas zonas habitadas por nuestros ancestros y de ello dan fe los abundantes y su vez distintos yacimientos arqueológicos, que todavía se conservan. A unos cien metros al sur del pueblo de Lebón quedan evidentes vestigios de lo que fue un castro, posiblemente romanizado; otro que se halla enclavado más o menos a la misma distancia del anterior ha cedido su nombre a la actual aldea de O Castro. En este mismo campo juega un papel importante la toponimia tanto mayor y menor, en la misma son frecuentes los nombres de castro, Castrillon entre otros alusivos a unos ya lejanos antepasados.
Pero los primeros datos documentales proceden de esta importantísima fuente que es el Tumbo de Samos, que en el folio cuarenta y cinco y cuarenta y seis recoge una donación realizada por Vimara Daniéliz, el día 28 de agosto del año 1031, que nombra unos vicarios para que después de su muerte hagan donación al monasterio de Samos y a su abad Diego de una vila en territorio de Mao. Guardando relación con este documento, otro que procede de la misma fuente, recoge una donación realizada por Vimara Suárez, que cumpliendo la ultima voluntad de Vimara Citiz, pasa engrosar las posesiones del monasterio de Samos una vila en tierras de Mao, llamada Castrillón; continuando con el orden cronológico de estos documentos, aparece otro fechado el día 28 de enero del año 1069, en el que, Piniolo Bermúdez, cumpliendo el encargo realizado por Sarraceno Bermúdez otorga al entonces abad de Samos Auderico el lugar de Veiga, situado en la feligresía de Sta. María de Mao (1).
En el año 1080, Pelagio Velasco hace donación al abad de Samos Fromarigo y a su comunidad de la villa de Teimoi en tierra del valle de Mao (2).
Relacionado con la feligresía de Reboiro, está un pleito fallado el día 21 de octubre del año 1082 en Castrojeriz a favor de Samos, en una junta de magnates y obispos en presencia del rey Alfonso VI (3).
La aldea de Castro fue donada al mencionado monasterio por Martín Rodríguez el día 25 de enero del año 1103, siendo abad de dicho cenobio Pedro II “Martinus Rederici offero loci sancti Iuliani et vobirs abbati domino Petro IIº et omni collego samonensium monacorum, videlicet, hereditatem meam proiam, quam habeo de susceptione mea, id est, que fuit de matre mea Ildonza Roderici vel que comparavi de Musione Velasquiz media IIIIª sicut in alia carta resonat; et est ipsa hereditas in territorio Homano, in villa quam vocitant Castro, ad aulam sancte Marie de Revoiro...” (4).
En e año 1167, el día 4 de mayo, el obispo de Lugo D. Juan, se reúne en Samos con el entonces abad Sancho y su comunidad de monjes para acordar la forma y distribución de las rentas monásticas entre el referido abad y los frailes; en dicho documento se hace mención a la iglesia de Reboiro “...In Nendos proventus omnes quos ibi habet monasterium; In ipso cauoto ecclesiam de Santa María de Revoiro...” (35). Muchos otros documentos existen relacionados con dicha entidad, un buen número de ellos están depositados en el Archivo Histórico Nacional, que van desde el año 1545 a 1624, otros se encuentran esparcidos por diversos archivos (Histórico Provincial de Lugo, Diocesano Central de Lugo, Municipal, Parroquial, Judicial de Sarria, Notarias, etc…).
Desde aquella lejana fecha del año mil hasta la promulgación de las leyes desamortizadoras fue esta una feligresía perteneciente en lo civil al monasterio de San Julián de Samos, orden de S. Benito, mientras que en lo criminal dependía de los condes de Lemos. El juez ordinario y el escribano de número eran nombrados de forma conjunta por el abad y él Conde de Lemos, percibiendo el primero la luctuosa y el segundo el derecho de alcabala (36).
Al ser suprimidos los antiguos señoríos crearse la nueva división administrativa, pasó a formar parte del incipiente ayuntamiento de Rendar, que unos cuantos años más tarde pasó a denominarse municipio de O Incio.

El templo parroquial
Es una sencilla construcción propia de muchas iglesias rurales, que fue edificada sobre una pequeña prominencia del terreno, desde la que se denomina una amplia zona.
La nave de planta rectangular con muros recubiertos por una capa de cemento y techumbre formada mediante armazón de madera y pizarra reforzado con tres vigas tirantes, el piso de baldosa. El campanario fue realizado con bloques de granito, consta de dos huecos para sendas campanas y remata lo mismo que la arte superior del frontis con piezas pétreas talladas a modo de pináculos; la puerta de acceso formada por arco de medio punto, de buenos bloques labrados, un rebaje amodo de molduras da cierto aire de ornamentación al conjunto. Encima de la misma una cruz en alto relieve mal tallada, con inscripción que dice “Año de 1900”, fecha quizás alusiva a obras realizadas en esta parte del templo. Hace pocos años fue remodelada prácticamente en su totalidad, de una forma muy acertada, iluminándose mobiliario y otros elementos carentes de valor histórico o artístico que ya no prestaban el menor servicio. Presbiterio, es de menores dimensiones que la nave, pero algo más elevado y rematado en cúpula de pirámide mediante falso techo de madera de pino que está barnizada; se accede a él mediante un sencillo arco triunfal de medio punto.
Retablo mayor. Importante conjunto que fue tallado a finales del siglo XVIII; formado por dos cuerpos y tres calles, con espacios para seis hornacinas; abundantes elementos decorativos e interesantes columnas salomónicas decoradas por racimos de uvas, los cuales han sido en fechas recientes pintados de negro.
Sobre el banco flores y cabezas de querubines entre otros motivos decorativos. En encasillamiento central se adorna por cuatro ángeles en actitud festiva, rematada con una escultura del Padre Eterno que sujeta con su mano izquierda la bola del mundo y con la derecha bendice al pueblo. La puertecilla del sagrario tiene un interesante relieve de Cristo resucitado.
Las cuatro tallas que hay en él son buenas piezas de escultura popular, sobresaliendo una imagen de la Virgen con el Niño sujetado en el regazo mientras que la mano derecha la tiene algo levantada, esta importante imagen de estilo proto-gótico fue esculpida hacía el siglo XV, procediendo de otro altar que en su día fue sustituido por el actual, ya de traza mucho más moderna y más de acorde con los gustos del momento. San Luis de Gonzaga y san José son otras dos obras borrocas que denotan haber sido realizadas por expertos imagineros.
Retablos laterales. Uno de ellos (lateral izquierdo), está dedicado a la Virgen del Carmen, con imagen de la misma vestida y que es de las llamadas tallas de medio cuerpo, porta una buena corona de plata así como buenos ropajes bordados con hilos de oro y plata. El altar es una mezcla de barroco y neoclásico, formado de un solo cuerpo, con sendas columnas bien decoradas por espejos, rematadas con ornamentales capiteles que sostienen un frontón corrido y rematado mediante el monograma de Ave María.
El otro altar (lateral derecho), es muy similar al anterior pero más recargado en elementos decorativos, como son florones, espejos y roncallas, en el mismo se aprecia una cierta transición artística del barroco al neoclásico; en él dos columnas bien labradas y con abundante decoración rematan en un frontón que sostiene un escudo heráldico de forma ovalada, cuartelado en cruz cuyas divisas son: primer cuartel, cinco vieiras, armas de los Armesto; segundo cuartel, torre con tres cuerpos, armas de los Guitián; tercer cuartel, sus divisas son las estacas de los Valcárcel; el cuarto cuartel, lleva por divisa un león rampante, posible emblema que en este caso pertenezca a los Neyra.
Este retablo fue en su día propiedad y fundación de cierta familia hacendada de la zona.
En la aldea de Castro, está la capilla consagrada a san Antonio; es una sencilla obra cuyo estado actual de conservación es bastante ruinoso; en ella hay una sencilla imagen del santo a la que está consagrada y que es patrono del lugar (37).
La feligresía de Reboiro, era una de las que más rentas eclesiásticas tenía que pagar y ello se deduce de la Respuestas Generales de la Real y Unica Contribución (Catastro de Ensenada) cuyo resumen correspondiente a esta feligresía adjuntamos en el correspondiente apartado documental.

NOTAS
35. (1,2,3,4,5) Manuel Lucas Álvarez. “El Tumbo de San Julián de Samos”, págs. 66, 149, 243, 247, 250, 309 y 420.
36. Archivo Histórico Provincial de Lugo. Sección Hacienda, Libro 2.536.
37. Elías Valiña Sampedro. Inventario Artístico de Lugo y su Provincia, tomo V pág.282.
López Pombo, Luis
López Pombo, Luis


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES