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Del miedo al terror

viernes, 03 de abril de 2020
Hace un mes , yo veía que algo grave podía ocurrir con la amenaza del coronavirus, algo que provocaría miedo en los ciudadanos, pero jamás pensé que lo que íbamos a sentir sería terror. Es muy difícil explicar lo que es el terror, a no ser que lo estés viviendo en el momento. Para plasmarlo ahora, voy a transcribir, unas frases, de la grabación de una médica de la Comunidad de Madrid, contando la situación en la que se estaba trabajando.

El archivo se expandió por wasap, y me llegó el 18 de marzo: “La situación en Madrid os la voy a resumir, es absolutamente dramática. Los políticos no son capaces de ver, o no quieren ver, lo que está ocurriendo. Hay una brutalidad de pacientes por enfermera y, por médico. No hay material, no hay espacio, no hay respiradores. Mirad, a muchos pacientes se les tiene que sedar y cogerles de la manita porque la familia no puede estar a su lado, y no puede estar con ellos ayudándoles a morir, para liberar respiradores, para la gente menor de 65 años. (…), vete a trabajar con este panorama, sabiendo que vas a tener que dejar morir a mucha gente. Llora en tu casa, llora por la noche, vete la mañana siguiente a trabajar. Esto es absolutamente demencial. (…) y tienen que dotar a Madrid de material porque, si no, no se va a poder frenar y no se va a poder detener a este hijo de puta, (...). Que se está eligiendo ya a quien no se entuba porque no hay respiradores. Entonces, o lo frenamos de una puñetera vez o nos vamos al hoyo todos (…) . El barco se hunde, los hospitales están colapsados, y aquí ya se está eligiendo, quien vive y quien muere. Esto no es mentira, no es un bulo, es verdad”.

Duro ¡eh!, a la mitad de la escucha yo estaba rota, al final lloraba sin remedio. Unos dijeron que era un montaje, otros que exageraba. Aquella voz no era una máquina, era una persona muy sensible y amante de su trabajo. El caso fue, que poco después, los miembros del Gobierno explicaron la situación y no negaron en ningún momento lo que había contado la médica, es más, fue muy semejante lo que dijeron.

Los viejos, siempre decimos cuando se muere un joven, que debíamos de ir nosotros delante. Y lo repetimos suspirando si el joven que se va es de la familia, exclamamos ¡no debe ser así, nosotros ya hemos vivido lo nuestro!. Lo peor no es morir por dejar el lugar a un joven o adulto, lo peor es morir en malísimas condiciones. Supimos días después que en las residencias de ancianos, morían solos y, se dio el caso, de que un residente vivo compartía la habitación con el cadáver del de enfrente, así los encontraron militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Porque se colapsaron: hospitales, residencias y tanatorios. Y si parecía que no podían ocurrir ya más sorpresas, el día 28, supimos que miembros de la UME, que iban a desinfectar una residencia en las afueras de Madrid (San Sebastián de los Reyes), encontraron, delante de la puerta de entrada, dos cuidadoras en el suelo muertas. Lo de las residencias en Madrid, Cataluña, Murcia, Ourense, o Vigo, no tiene nombre ni explicación. Tanto las públicas, como las privadas, si bien éstas últimas cobran a los internos buena cantidad al mes, que sólo una minoría puede pagar. Ha llegado el momento de hacer con sus reglamentos “borrón y cuenta nueva”.

¿Pudo haberse previsto la situación?. Recuerdo que hace unos años, creo que con el gobierno de Zapatero, se habían encargado millones de vacunas de la gripe, porque alguien alertó que habría pandemia. No la hubo, y fue lo mejor. Por internet corren algunos documentos que predijeron el futuro, el más conocido quizá sea el vídeo de Bill Gates, que dijo hace cinco años: “Cuando yo era niño, el desastre más temido era la guerra nuclear. Por eso teníamos en el sótano un barril lleno de tarros de alimentos y agua. Hoy, el mayor riesgo de una catástrofe mundial no se parece a aquello. Se parece más a esto [se ve una molécula de coronavirus] Si algo ha de matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente será un virus, en lugar de una guerra. No serán misiles, sino microbios. En parte la razón de esto está, en que se han invertido enormes cantidades de dinero en disuasivos nucleares. Pero en cambio, muy poco en sistemas para detener epidemias”.(En charla TDE para mejorar el mundo).

Esto es una guerra, pero una guerra mundial y civil. En cada país mueren cientos y miles de contagiados porque se ha valorado más el dinero que se gasta en sanidad, que la vida de los enfermos. En España se han hecho dos cambios brutalmente malignos. Por una parte disminuyeron los presupuestos para sanidad, y amortizaron plazas de médicos, celadores, enfermeros, auxiliares, etc. La masa de población está en listas de espera, y los que tienen dinero se van a la privada. Por otra parte, externalizaron muchas especialidades, se hicieron contratos con empresas privadas, multiplicando por cinco y hasta por diez el coste de los servicios, Madrid fue un ejemplo a seguir por los demás. Hay que tener ÉTICA y recuperar el interés por la salud pública, sacar plazas de oposición para recuperar los especialistas propios, hacerlo YA, antes de que se vayan todos al extranjero.

Hay algo que debemos aplaudir: el comportamiento general de los ciudadanos, EXCELENTE. Están en sus casas un día tras otro. Alguna vez se oye ¡me aburrooooo!, viene de la ventana de enfrente o de la otra calle. Se habla un poco por la ventana, con el vecino de arriba o de abajo. Todos a aplaudir a las 20 horas, suena la música, hay carteles colgados, y se grita el lema “¡Un día más, y un día menos!; ¡Un día más y un día menos!”, al final, una voz fuerte, femenina, saluda ¡hasta mañana vecinos!.

Dentro de casa, miran los wasap , intercambian los programas de TV, y los vídeos satíricos o chistosos, se avisa de las películas del día, se proponen platos nuevos de cocina, algunos especialistas explican cómo elaborar un desinfectante solo con agua, lejía y jabón. Los artistas varios animan sin cesar. En general reina la calma.

A todo el servicio médico, a la policía en general, a los bomberos, a los miembros de la UME que están colaborando, a la Cruz Roja, Médicos del Mundo y Médicos sin frontera, etc., a todos los que piensan en los demás “Un Agradecimiento Inmenso”. Al Gobierno, que le ha tocado bailar con la más fea de las pandemias, ¡ánimo!, Si sus decisiones son para salvar vidas y familias, les disculpamos que se equivoquen. A todos ¡QUE LLEGUE PRONTO EL FINAL DE ESTE TERROR!. Después, ya hablaremos.
Cal, Rosa
Cal, Rosa


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