Aquel día de finales de febrero en la Corte de Don Pedro I soplaba borrasca gallega. Las encuestas favorables a Feijoo habían enfurecido a la camarilla presidencial. Tezanos,
nuestro simpático Merlín, gritaba Don Pedro tiene que lanzar una de sus andanadas para levantar la moral del personal. Hay que construir la verdad y no propinar unos datos basados en unas simples respuestas. Iván ordenó imperativo, que se ponga a cocinar y lo haga rápido para eso le he dado esa canongia que tan bien le va por su figura oronda y rechoncha.
Gabinete de crisis al canto. Otro más para fingir hacer muchas cosas como con los palurdos del campo a quienes se les promete y no se asigna un solo euro, no se vaya a enfadar el Sr. de la Navata a quien tengo que nombrarle también Sr. de Galapagar como sugiere la poeta italiana Gianna Prodan y así ayudarle a superar amigdalitis futuras.
Más tarde después de la caminata con su fiel Turca, que lo mira embelesada como su impagable Carmen Igualdad, vuelve a dirigirse a la reunión de las crisis o de los pánicos. Sin el monarca estaban divagando a petición de Sancho Abalos sobre como construir la verdad definitiva, la fake news a punto de caramelo, sobre Delcy y sus maletas.
Basta ya bramó con su cortesía habitual Don Pedro. No nos perdamos en el asunto de Venezuela que aburre hasta las ovejas y que digamos lo que digamos no se lo van a creer, con el maestro Goebels hay que dar la misma versión siempre y no cambiarla.
Hablemos de lo que me preocupa de verdad, tenemos que emborronar la imagen de Madrid, se acercan tiempos malos para la economía con el dichoso virus y nuestra falta de preparación. Somos unos aficionados. El campo nos supera. Las pensiones nos preocupan, lo verde nos saca los colores con la pérdida de puestos de trabajo.
En este panorama Madrid es un escándalo con su economía próspera en constante crecimiento y la disminución del paro. Es intolerable. Nos puede hundir. La gente puede darse cuenta de lo disparatada de la política de Don Pablo y hasta mis feministas del
alma a quienes enfurecen las Irenes, mis furias particulares, pueden, aburguersarse y convertirse en seguidoras de esa Isabel la bravía de la Comunidad de Madrid.
No se lo podemos permitir hay que hundir a Madrid, hacer como hizo Guardiola con el Real, despretigiarlos y sobre todo acabar con esa escandalosa fiscalidad que la hace tan atractiva. Acabemos con la prosperidad, que Don Pablo soliviante a las masas con la tarara de la desigualdad, mientras llueven las regalías para los amigotes, introduzcamos de nuevo los impuestos de Sucesiones y Patrimonio. Que los herederos renuncien a las herencias como en Asturias y cunda el descontento.
Para hacer realidad mi plan Moncloa 2030 no puedo permitir el apogeo de Madrid. Tiene que convertirse en nuestra prioridad absoluta. Iván convoca a nuestra Lola Flores desmadejada, mi Solís Ruiz andaluza y que se saque de esa pelambre alborotada todos los impuestos imaginables. Sigamos el ejemplo de Cuba y Venezuela de igualar por abajo. Si la gente sigue feliz y contenta no van a tolerar que echemos al Borbón y saquemos a pasear la guillotina que invocaba tan certeramente Don Pablo antes de convertirse en cortesano y ponerse la chaqueta y hasta un corbatin cantinflesco.
En fin no quiero cabrearme mas que Begoña me lo reprocha por las arrugas que me pueden causar. Sancho saca el Falconcrest y vamos a Asturias de romería, después de La Rioja nos vendría bien un poco de sidrina. Carmen escribe un decreto prohibiendo los gaiteros y las queimadas de la Xunta hasta que volvamos a poner en peligro a esa región tan estupenda.
Así pasaba las horas y discurría con probada cordura Don Pedro I de Pozuelo, quien por cierto estaba estudiando el emplazamiento de su estatua ecuestre para un posado con todos los regios atributos. Se había tanteado a la gran pintora Irene Iribarren para realizar el boceto. Las negociaciones iban por buen camino. Aleluya!
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
