Omar Jayyam, matemático, astrónomo y poeta es un hombre que anticipa el Renacimiento pues fue versado en la mayoría de las ciencias de su época que se remonta al siglo XI, ya que nace en Nishapur, en la Persia a la sazón gobernada por la dinastía de los Selyúcidas. Samarcanda fue la ciudad en que comienza su periplo, aunque fuera su marcha a Ispahan la que determina su futuro.
La embajada de Irán en Madrid organiza diversos actos con motivo del milenario de su ilustre lejano compatriota que se reclama a la Persia eterna cuya heredera es el Irán actual.
Estamos en la Universidad Nebrija de Madrid, la rompedora Olena y la mística Elena con vuestro intrépido reporter invitados por la embajada iraní. El nuevo embajador Hasan Quashkavi es un gran orador apasionado por la cultura de su país que nos lanza un gran discurso brevemente resumido por su interprete. En el aula en que se sientan una treintena de estudiosos y profesores de farsi, algunas damas llevan pañuelo y aunque Elena la mística no lo lleva,pero es muy respetuosa e interesada por estos temas entre poéticos filosoficos y científicos así que Olena y yo la dejamos como observadora de este Seminario convocado por el Centro Jayyam con apoyo de la Universidad Nebrija, la Universidad Complutense y otras instituciones académicas.
A Occidente nos llega Jayyam de la pluma del traductor y erudito Edward Fitzgerald que las vertió al inglés en 1859, sus famosas Raboyyat, sus celeberrimas Cuartetas. No confundamos a este Fitzgerald con Scott el estadounidense autor de El gran Gatsby. Coincide con la moda del romanticismo por la búsqueda de paises, paisajes y personajes exóticos. Así nace nuestra Carmen de Prosper Merimee en 1847. Llevada al Parnaso por George Bizet y su inmortal opera.
Si esto sucede con un personaje imaginario imaginaos lo que supuso encontrar a un gran humanista en pleno siglo XI, que fue un gran astrónomo al que se debe el calendario zoroástrico persa, aun hoy en uso en Irán y Afghanistan y un magistral matematico padre nada más y nada menos que de nuestra X, ya que la palabra persa para despejar ecuaciones shay (cosa, algo) foneticamente suena como X.
A destacar el enfoque pesimista de Jayyam que frente a quienes nos hablan del cielo como llave para comprender el universo nos devuelve a la tierra, a nuestro destino efímero y además fue muy crítico con la religión al agudizar su sentido crítico como nos muestra la cuarteta:
"Decís que correrán ríos de vino
Es el paraiso una taberna?
Decís que todos los fieles tendrán dos huríes (vírgenes)
Es el paraíso un burdel?
Esta cuarteta satírica y mordaz os confieso que me hacen reconocer a Jayyam como uno de mis grandes maestros.
"Es una copa que el Creador de la razón arroja
A la que con amor dan en su frente cien besos
Este Alfarero del mundo fábrica esta bella copa
Para volver a estrellarla contra el suelo".
Otro ejemplo de lo que modernamente llamaríamos Razón y fe. Es esta Cuarteta, que nos anticipa a Pascal:
"Un pueblo en la senda de la religión medita
Mientras otro pueblo duda en la senda de la certeza
Temo que retumbe una voz que algún día que diga
!Oh ignorantes! Ni esta es la senda ni tampoco aquella".
Y aquí se da la mano con el clásico solo se que no se nada y con el Fausto de Goethe:
"Jamás de la ciencia mi corazón se privaba
Pocos misterios quedaron que por saber no acabara
Setenta y dos años he pensado noche y dia
Para enterarme de que no me he enterado de nada".
De ahí que a este gran sabio se le haya considerado un hedonista que no desdeña ni vinos ni placeres, pero sus grandes placeres fueron desvelar los misterios y retos de la ciencia y meditar sobre el destino del hombre en la tierra y su conexión con la Divinidad.
Todo un gigante que desde hace un milenio ilumina no sólo a Persia, sino a todo el mundo.
Comentaros que Elena profundizó en su misticismo y se parapetó en su intimismo Jayyam le inculcó su amor por interiorizar el conocimiento y abrirse al infinito. A mi me reafirmo como espíritu libre que pone en solfa lo divino y lo humano como prueba de mi fe en Dios y en la Humanidad.
Esta es la función de los clásicos barrenar la mina de nuestros conocimientos para encontrar los diamantes ocultos.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
