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Cuestiones sobre el trabajo, IV

viernes, 28 de febrero de 2020
Casi todos los seres humanos realizan funciones que denominamos trabajo, todos las personas tienen el deber y el derecho del trabajo y de trabajar. Cada uno, según sus circunstancias y según su preparación y sociedad y cultura. Aunque siempre en cuestiones legales y morales, al menos así debería ser. Pero una realidad que realizamos cada día, de una manera o de otra, quizás no hayamos reflexionado lo suficiente sobre ello. Somos muy conscientes de multitud de aspectos de la realidad, por ejemplo, de la salud física, también de la mental, menos de la salud espiritual, pero por ejemplo, reflexionamos poco sobre el trabajo, el trabajo en general…

- El trabajo en general, es ambivalente, incluso el legal y el suficiente moral y honesto, porque es agradable al ser humano y desagradable, es gratificante y es doloroso. Pero también, hay que indicar, que además de todas las variables que intervienen en el trabajo, unas mejores y otras peores, puede que nosotros mismos hagamos nuestro trabajo doloroso, o le hacemos a los otros el trabajo doloroso. Utilizar la mentira, la ilegalidad, los bordes entre el bien y el no-bien para engañar o mentir a otros, con el propio trabajo, en diversas formas, que todos conocemos y entendemos, es poner piedras y troncos a las ruedas de la sociedad, a través del trabajo…

- El ser humano, todo ser humano, tiene que ser protegido del trabajo ilegal e inmoral, también del trabajo deshonesto, y del trabajo que no sigue las reglas la equidad y de la justicia. Porque el trabajo que es un elemento esencial, de la perfección del ser humano y de la tierra y de la sociedad, puede ser una condena enorme para uno mismo y para los otros. De ahí, que un trabajo que sea ilegal e inmoral, un ser humano, no debe realizarlo, ni contribuir que tú le incentives a otros seres humanos a que lo realicen. Podríamos poner multitud de casos y tipos de casos…

- Es un enorme sufrimiento, personas que siguiendo la legalidad vigente y la moralidad vigente, con buena preparación a y en muchos sentidos, nunca son capaces de acceder a un trabajo según su vocación según su preparación, con todas las consecuencias negativas, que eso tiene para ellos mismos, su familia, la misma sociedad. Y esas personas, tienen que vivir y existir en la vida, en esta vida, con un dolor profundo, que aunque sonrían, tampoco pueden evitarlo. Personas que podrían dar más a la sociedad, ser más eficientes, más útiles, tienen que pasarse diez o treinta o cuarenta años de su vida, ejerciendo oficios o profesiones muy por debajo de su formación, diversos a sus vocaciones… La sociedad entre muchos males que ha construido y conseguido, éste no lo ha obtenido todavía de forma generalizada…

- El trabajo legal y honesto, además de todos los elementos que hemos ido indicando en estos artículos, puede ser un ofrecimiento y oblación del ser humano al Ser Supremo o Dios. Puede que esto, el ser humano no esté acostumbrado a oírlo, al menos, puede sentir que esta posibilidad existe. Que con su trabajo es un homenaje de bendición y de donación al propio Dios, y que es una forma de colaborar con Dios, es decir, perfeccionar la tierra-naturaleza-sociedad-cultura. Porque todo lo que realizamos o nos realizan, es una acumulación del trabajo de cientos y miles de generaciones. Vamos a un simple análisis médico, y esto ha sido posible y es, gracias al trabajo de docenas de generaciones, de investigaciones, descubrimientos, del trabajo de cientos de personas que han ido descubriendo los misterios de la naturaleza…

- Quizás, sea bueno que los seres humanos sueñen con realizar grandes cosas, pero también ese ser humano debe ser consciente que el trabajo legal y moral que hace, para muchos sería un sueño realizarlo, y ellos o ellas, están descontentos de ese trabajo. Y, y no son conscientes, que su trabajo, sin negar el sufrimiento doloroso que en ocasiones puede ocasionarles, es mucho mejor que el trabajo que realiza cientos de millones de personas, y que su trabajo, sin negar sus deficiencias, le permite vivir y sobrevivir mucho mejor, que cientos millones de personas actualmente en el mundo, o dicho de otro modo, está mucho mejor remunerado… Por lo cual, cada ser humano debería abordar su trabajo, si es legal y moral, debería abordarlo de forma más correcta, aunque después, fuera de sus horas de trabajo aspire a mejor formación y educación y se concretice y materialice su verdadera vocación, siempre que sea jurídicamente correcta y sea éticamente adecuada…

- Por tanto, todo ser humano, con su trabajo, debe sentir que contribuye al bien de la sociedad, que es un pequeño peldaño en la gran escalera de la estructura y de la sociedad, y que con su trabajo, pequeño o grande, tiene enormes dimensiones de consecuencias positivas a y en muchos sentidos, a y en muchas personas. Si hacemos bien el trabajo y debemos esforzarnos a hacerlo, poner el corazón en ello y el correcto esfuerzo, con el trabajo contribuimos, aunque no se admita, no se valore suficientemente por la sociedad, si es jurídicamente correcto y moral, contribuimos al bien de nosotros mismos, de nuestras familias, de la sociedad, incluso de los presentes y los del futuro.

Porque todo trabajo bueno crea una sombra de beneficios para el presente y para el futuro, y todo trabajo ilegal e inmoral, también ocasiona una sombra negativa sobre el presente y sobre el futuro… ¡Porque de alguna manera, el propio trabajo alarga o reduce la propia vida, o contribuye a alargar o reducir, de alguna manera, la vida de algunos de los demás…!

Todo trabajo debe llevar una moralidad correcta, y si no, el ser humano que lo realiza debe buscar, lo antes posible otro trabajo suficientemente moral y ético, y jurídicamente apto.

Casi todos los seres humanos realizan funciones que denominamos trabajo, todos las personas tienen el deber y el derecho del trabajo y de trabajar. Cada uno, según sus circunstancias y según su preparación y sociedad y cultura. Aunque siempre en cuestiones legales y morales, al menos así debería ser. Pero una realidad que realizamos cada día, de una manera o de otra, quizás no hayamos reflexionado lo suficiente sobre ello. Somos muy conscientes de multitud de aspectos de la realidad, por ejemplo, de la salud física, también de la mental, menos de la salud espiritual, pero por ejemplo, reflexionamos poco sobre el trabajo, el trabajo en general…

- El trabajo en general, es ambivalente, incluso el legal y el suficiente moral y honesto, porque es agradable al ser humano y desagradable, es gratificante y es doloroso. Pero también, hay que indicar, que además de todas las variables que intervienen en el trabajo, unas mejores y otras peores, puede que nosotros mismos hagamos nuestro trabajo doloroso, o le hacemos a los otros el trabajo doloroso. Utilizar la mentira, la ilegalidad, los bordes entre el bien y el no-bien para engañar o mentir a otros, con el propio trabajo, en diversas formas, que todos conocemos y entendemos, es poner piedras y troncos a las ruedas de la sociedad, a través del trabajo…

- El ser humano, todo ser humano, tiene que ser protegido del trabajo ilegal e inmoral, también del trabajo deshonesto, y del trabajo que no sigue las reglas la equidad y de la justicia. Porque el trabajo que es un elemento esencial, de la perfección del ser humano y de la tierra y de la sociedad, puede ser una condena enorme para uno mismo y para los otros. De ahí, que un trabajo que sea ilegal e inmoral, un ser humano, no debe realizarlo, ni contribuir que tú le incentives a otros seres humanos a que lo realicen. Podríamos poner multitud de casos y tipos de casos…

- Es un enorme sufrimiento, personas que siguiendo la legalidad vigente y la moralidad vigente, con buena preparación a y en muchos sentidos, nunca son capaces de acceder a un trabajo según su vocación según su preparación, con todas las consecuencias negativas, que eso tiene para ellos mismos, su familia, la misma sociedad. Y esas personas, tienen que vivir y existir en la vida, en esta vida, con un dolor profundo, que aunque sonrían, tampoco pueden evitarlo. Personas que podrían dar más a la sociedad, ser más eficientes, más útiles, tienen que pasarse diez o treinta o cuarenta años de su vida, ejerciendo oficios o profesiones muy por debajo de su formación, diversos a sus vocaciones… La sociedad entre muchos males que ha construido y conseguido, éste no lo ha obtenido todavía de forma generalizada…

- El trabajo legal y honesto, además de todos los elementos que hemos ido indicando en estos artículos, puede ser un ofrecimiento y oblación del ser humano al Ser Supremo o Dios. Puede que esto, el ser humano no esté acostumbrado a oírlo, al menos, puede sentir que esta posibilidad existe. Que con su trabajo es un homenaje de bendición y de donación al propio Dios, y que es una forma de colaborar con Dios, es decir, perfeccionar la tierra-naturaleza-sociedad-cultura. Porque todo lo que realizamos o nos realizan, es una acumulación del trabajo de cientos y miles de generaciones. Vamos a un simple análisis médico, y esto ha sido posible y es, gracias al trabajo de docenas de generaciones, de investigaciones, descubrimientos, del trabajo de cientos de personas que han ido descubriendo los misterios de la naturaleza…

- Quizás, sea bueno que los seres humanos sueñen con realizar grandes cosas, pero también ese ser humano debe ser consciente que el trabajo legal y moral que hace, para muchos sería un sueño realizarlo, y ellos o ellas, están descontentos de ese trabajo. Y, y no son conscientes, que su trabajo, sin negar el sufrimiento doloroso que en ocasiones puede ocasionarles, es mucho mejor que el trabajo que realiza cientos de millones de personas, y que su trabajo, sin negar sus deficiencias, le permite vivir y sobrevivir mucho mejor, que cientos millones de personas actualmente en el mundo, o dicho de otro modo, está mucho mejor remunerado… Por lo cual, cada ser humano debería abordar su trabajo, si es legal y moral, debería abordarlo de forma más correcta, aunque después, fuera de sus horas de trabajo aspire a mejor formación y educación y se concretice y materialice su verdadera vocación, siempre que sea jurídicamente correcta y sea éticamente adecuada…

- Por tanto, todo ser humano, con su trabajo, debe sentir que contribuye al bien de la sociedad, que es un pequeño peldaño en la gran escalera de la estructura y de la sociedad, y que con su trabajo, pequeño o grande, tiene enormes dimensiones de consecuencias positivas a y en muchos sentidos, a y en muchas personas. Si hacemos bien el trabajo y debemos esforzarnos a hacerlo, poner el corazón en ello y el correcto esfuerzo, con el trabajo contribuimos, aunque no se admita, no se valore suficientemente por la sociedad, si es jurídicamente correcto y moral, contribuimos al bien de nosotros mismos, de nuestras familias, de la sociedad, incluso de los presentes y los del futuro.

Porque todo trabajo bueno crea una sombra de beneficios para el presente y para el futuro, y todo trabajo ilegal e inmoral, también ocasiona una sombra negativa sobre el presente y sobre el futuro… ¡Porque de alguna manera, el propio trabajo alarga o reduce la propia vida, o contribuye a alargar o reducir, de alguna manera, la vida de algunos de los demás…!

Todo trabajo debe llevar una moralidad correcta, y si no, el ser humano que lo realiza debe buscar, lo antes posible otro trabajo suficientemente moral y ético, y jurídicamente apto.
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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