Que terrible viento!!!
Pol, Pepe - jueves, 06 de febrero de 2020
Al Rúa Mar y sus tripulantes
Qué viento tan fuerte,madre,
qué ventolera terrible agita y perturba el fondo de mi pectoral mar
el que antes era de total serenidad y paz
y ahora, madre, son tan grandes las penosas olas
que inundan todo y se rompen en los altos acantilados de mi promontorio craneal
empañando y oscureciendo la luz de ese par de faros,
mis ojos que hoy solamente ven la tragedia negra,
haciendo que por ellos no salga la clara y radiante alegre luminosidad
y si, arroyos impetuosos de esa marea
que hoy está en la mayor luctuosa pleamar.
Sus gotas, sus terribles gotas de hielo me abrasan,
me queman , funden
y horadan este cuerpo que creí era roca
y ahora es playa triste y sola
llena de arena deshecha en el peor dolor
porque ellos, los marineros , madre,
no han vuelto contentos con su carga de pesca.
No, madre, nos los ha traído yertos la mar
porque quedaron los pobres enredados
en la inmensa y dura maraña de red en que los temporales
al piélago lo vuelven para que no respete
a los que solamente buscaban traer mañana el necesario pan
a esos hijos y ese hogar que hoy, sentados en el banco de la fría soledad ,
miran al mar y con aflicción le dicen:
¿ Por qué lo has hecho?
¿ Por qué arrancaste así a los que son tus flores,
a los buenos y nobles pescadores?
Y, una ola muerta de vergüenza y, como ondeando su espumosa
y blanca bandera de paz, a los pies del pequeño que será pescador, se rompe;
parece querer pedirle perdón porque la Gloria, aquel temporal,
se llevara a la celestial gloria a los que un día en la tierra
vieron la luz primera y, en el mar el último ocaso .
Se hará ese niño hombre y, sin miedo
volverá , como su padre, a cabalgar sobre los líquidos lomos de la mar.
En la costa una mujer, madre o esposa, se encomienda
a la Virgen del Carmen cada vez que le ve con sus compañeros de faena
desatar las maromas, levar ancla y encender el motor
para perderse en el horizonte dejando la estela que es surco de esperanzas
de que mañana volverá el barquito al puerto
y esos hombres a sus casas donde les espera, madre,
el abrazo y el beso de sus seres queridos ,
los mismos que hoy, lloran por los que no regresan
y en el mar no solamente dejaron su trabajo y esfuerzo,
perdieron la vida por culpa de un nefasto golpe de mar.
Suerte a todos los pescadores y marineros
que dan vida a todos nuestros puertos ;
en tanto ponen la de ellos en juego
y, descansen en paz los que, en eterno sueño sume el mar
que no les deja volver a su querido hogar .

Pol, Pepe
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