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Un país bananero

martes, 28 de enero de 2020
La propuesta de modificar el Código Penal para favorecer a los líderes golpistas es de una desfachatez sin limites. Es un indicador de la falta de sensibilidad democrática del gobierno de España.

A nadie se le oculta que para conseguir los 1400 días de permanencia en el poder que pretende Pedro I de Pozuelo se precisa el apoyo de los partidos independentistas y para ello el obstáculo insalvable son los politicos presos, que no se olvide proclamaron la independencia en un acto digo de una ópera patriótica de Verdi.

Tratar de quitar importancia a esta declaración de independencia alegando que no se utilizaron las armas, ni la violencia revolucionaria,es una tomadura de pelo a los ciudadanos que se rigen por una Constitución democrática de la que emanan las leyes.

Para los lectores que tienen la amabilidad de seguirme saben que en mi opinión Pedro I, el Divino de Pozuelo, sigue las huellas de Mussolini por su ansia de poder y su desprecio de las leyes y su voluntad manifiesta de construir un estado totalitario.

El nombramiento como fiscal de Dolores Delgado, que de ministra de justicia pasa a la fiscalia general del Estado es un indicio evidente de la voluntad del ejecutivo de doblegar al poder judicial. Una revisión urgente del Código Penal con destinatarios nos sitúa en la órbita de los países bananeros,donde la voluntad de los tiranos de turno es la ley.

Claro es que en un país latino acostumbrado a la picaresca no se toma con seriedad este flagrante acto de desvergüenza y de falta de respeto a las leyes. Se toma a chirigota y en el fondo se admira al pícaro.

Lo que ocurre es que de broma en broma,de chanza en chanza nos podemos despertar Un país bananeroun buen día en un estado totalitario, que ahogue nuestras libertades y la juerga se convierta en drama, eso sí con un galán apuesto y desenvuelto, dispuesto a convertir España en la Plurilandia de su gloria y mueca trágica de un viejo país que no merece ser regido por la mentira sistemática y el desprecio a los ciudadanos.

Creo que lamentablemente el libro de cabecera de nuestro líder supremo es el Tirano Banderas de Ramón María del Valle Inclán.

Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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