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Isabel y los indepes

martes, 21 de enero de 2020
Isabel y los indepes Estaba Isabel la intrépida 007 manchega en su oficina de la cafetería del Hotel Villa Magna cuando recibió la visita de Gaspar,el mago de la seda, que se había escapado enrollado en un tapiz de la Real Fábrica del mismo nombre en Menéndez Pelayo y que acudía disfrazado de gusano de la Metamorfosis de Kafka a esta peligrosa cita clandestina.

Se reconocieron fácilmente por sus señas de identidad Isabel por sus Torres Petronas de Kuala Lumpur que tenía por piernas y el misterioso gusano por sus antenas. El diálogo fue muy rápido como es el caso entre agentes galácticos de la época de oro de Florentino.

La nueva titular de Exteriores deseaba sondear cuales eran las verdaderas intenciones en la Eurocamara de Carlitos el Tramposo y Comino y como conocía su costumbre de bailar sardanas los sábados delante de la Catedral de Bruselas les envió a la agente manchega que debía mantenerse siempre de espaldas para no ser reconocida al objeto de formar un trío, un menage a trois, con música de la Santa Espina.

Dicho y hecho la montaron en el Falconcrest de Pedro I de Pozuelo que estaba distraído dando instrucciones a Lola Delgado sobre como poner de patitas en la calle al místico Oriol y a Chaves y a Griñan absolverlos y a los tres concederles la Gran Cruz de Trapisonda.

Se vio descargada en la Rue de la Loi delante de la Unión Europea. Todo fue muy rápido tras unas rápidas gestiones de un cienciologo catalán se vio delante de una puerta de la habitación 69 del hotel del Fervor Almogavar donde se alojaban los próceres de las barras aragonesas con tanto de estelada.

Uno el del flequillo endosaba la camiseta del Girona y el otro se ponía de puntillas y se atusaba su cresta para parecerse a Piqué. Completaba el tableau, el cuadro, la hija de un taxista afgano que hacía de disc jokey y les ponía coblas y cada poco resonaba el cant des ocels de Pau Gassol. Se organizó la zarabanda y daba gusto ver contorneandose a esta nueva Salomé manchega moviendo la rabadilla.

La Ley de Secretos oficiales y la decencia de GD me impide relataros las Danzas y contraseñas de este trío enloquecido en un repertorio de sardanas rock en honor del Sr Torra President de la Genaralitat.

Después de este singular jolgorio digno del mejor Zapatero condecorado por Evo Morales con la Cruz de los Andes Isabel sin necesidad de desenfundar su inseparable Beretta obtuvo las informaciones que necesitaba Arantza la Lista.

Así concluyó una misión más de esta insigne manchega capaz de transformar las mismísimas sardanas en zapateaos de Sarasate y entre danza y danza hacerles cantar todo y también el Virolay a estos indepes sandungueros.

Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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