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Isabel en Estambul

martes, 07 de enero de 2020
El éxito de su operación Chueca en La Paz atrajo la atención de las agencias de espionaje y contraespionaje y un notable mosqueo en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. La ministra en funciones Margarita Robles estaba molesta con el nombre Isabel en Estambuldel operativo que podía levantar suspicacias en el movimiento LGTBI, pero se río mucho con la equivocación de sacar a los meseros, los camareros mexicanos, en vez de a los colaboradores de Evo Morales.

El M15 de Londres se interesó por la 007 manchega y la CIA quiso ficharla para enviarla a Irak, pero Isabel había visto la peli "la pasión turca" y como le va la marcha aceptó la propuesta del embajador de Turquía pero pidiendo que no la mezclaran con vendedores de alfombras por guapos que fueran, todavía hay clase dijo abanicándose con su melena rubia.

En menos que canta un gallo el turco la metió en un avión de la Turquis Airlines, donde le hicieron firmar un documento en que declaraba no ser hincha del Real Madrid. Con el patrocinio del Barsa no se juega le explicaron.

En Estambul la llevaron a un lujoso palacio a orillas del Bósforo y le trajeron un vestido otomano de odalisca que le ayudaron a endosar tres bailarinas del vientre, las belly dancers, tenía que encontrarse esa noche con un gran personaje que le encomendaria una peligrosa misión en Siria.

El personaje en cuestión llevaba un vistoso peluquin que ocultaba su implante capilar muy parecido al de Bono que había sido muchos años Presidente de Castilla la Mancha. Una de las belly dancers le explicó que este caballero era muy libidinoso y que quería comprobar y tantear el capital humano. No te preocupes apagaremos las luces y a oscuras te sustituirá Salomé o Laila según estén de humor y a ti te llevaremos a otra habitación para que descanses y te prepares debidamente para la accion.

Como no le gustó el del peluquin,que era más adiposo, que Plácido Domingo, así que le pareció muy bien el cambiazo.

Medio en inglés, en italiano y en turco le contó que iba a actuar de mediadora entre las milicias del PDK y las tropas sirias. No estarán los de Esquerra ni los de Bildu preguntó asustada la manchega. Esa gentuza no tienen nada que hacer en Turquia a ellos les va solo el Divino Pedro y el burgués de la Navata la tranquilizó el turco. Aquí somos gente seria exclamó el Sr. Mustafa mientras disimuladamente le acariciaba las rodillas bien torneadas de la agente especial.

Cuando las manos se hicieron más audaces se apagaron las luces y se efectuó el cambiazo fue Laila la que tuvo que soportar los jadeos del rijoso otomán. Ser danzarina del vientre egipcia puede llevar estas consecuencias pensó tranquilizada Isabel en su habitación sobre el Bósforo. Echo de menos al neozelandés y a sus 379 seguidores en Facebook, a los que habría citar por riguroso turno a lo largo de 2020 y se durmió rapidamente.

La despertaron unos golpes insistentes en el ventanal era el Consul de España disfrazado de vampiro que le traía un antídoto contra un veneno que le podían servir al día siguiente. Le comunicó que el Banco de Santander le había enviado un mensaje de Ana Botín para interesarse por abrir una sucursal en cuanto se alcanzara la paz, que dirigiría el comisario Villarejo. Como el mensaje estaba escrito en sánscrito se lo tradujo el solicito diplomático, que también tenía las manos largas y trataba de masajearle las rodillas.

Que tendrán mis rodillas que fascinan a estos majaderos pensó Isabel, acordandose de los achuchones que le daba a Ana Belén el gachó de las alfombras, pero esquivó al Cónsul quien desapareció volando como un murciélago por lo que por poco se rompe la crisma, menos mal que fue desde el primer piso.

Isabel en EstambulDe lo que le aconteció en Siria se narrará en otra crónica. Adelantaos que en el helicóptero le acompañaron unos soldados bigotudos y armados hasta los dientes. Le facilitaron un traje ignifugo, un mono aparatoso que la hacia aparecer como una buza. Muy lejos de la insinuante imagen de Sarita Montiel en "fumando espero" con la que las redonditas y bien formadas manchegas engatusan a sus galanes.

Estas hazañas llegaron a los oídos de Irene Lozano la autora del Manual de Resistencia, la musa del Divino Pedro que quiso conocer a Isabel y la invitó a tomar un café en el Villamagna la guarida de la sorprendente agente manchega.

Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
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