Crónicas Libertarias

Buque Hispania
Por parte del Servicio de Salvamento Marítimo se ha detectado que el buque Hispania, un gigantesco trasatlántico de colosal eslora y ancha manga, navega por los ibéricos mares, a la deriva, sin rumbo, como pollo sin cabeza y a merced de un mar embravecido, agitado entre la incertidumbre y el caos e impulsado por un violento e insurgente ciclón procedente del nordeste peninsular, que compromete gravemente la viabilidad de la navegación.

Al margen de dichos factores climático-marítimos, la travesía se complica especialmente por la manifiesta incompetencia de una tripulación en funciones, inexperta, e inepta, que ha sembrado vientos y ahora recoge tempestades, e ignora los riesgos, el itinerario e incluso el destino de tan infortunada singladura, con evidentes riesgos de sufrir un naufragio “institucional”. No hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige. Dijo Séneca hace algún tiempo.

Más, el verdadero problema de tan errática navegación no son el viento y las mareas, sino el singular y vulnerable pasaje que transporta, integrado por más de cuarenta y seis millones de ciudadanos que viven y padecen angustiados tal situación de incertidumbre y caos, de la que son víctimas inocentes, aunque también en cierta medida, responsables subsidiarios en la elección de tan inepta e irresponsable tripulación.