Los insomnios del Divino Pedro

El Gabinete de crisis de La Moncloa echaba chispas el Divino Pedro no pudo dormir la noche anterior sobre el famoso colchón que tanto había dado que hablar.

Sintió miedo físico ante el ruido del viento. Eran las dos y media y no podía conciliar el sueño. Una ventana abierta hacia ruido. Sintió pánico. Se abrazó con fuerza a su mujer, que estaba enfrascada en su sueño favorito verse coronada como Reina de España en Palacio Real donde tenía un armario muy grande, muy grande lleno de vestidos.

Estaba muy preocupado. Un vidente del lago de Sanabria le había dicho que tenía que conseguir ser investido Presidente en 2019 o perdería la oportunidad de su vida. Muy nervioso el día anterior había hecho llamar a su negociadora la chica del chigre y conjurado a su consejero Iván a encontrar una solución, una cesión, lo que fuera para arrancar el apoyo de los cenutrios de Esquerra. Hasta nombrar a Jordi Pujol ayudado por su benemérita familia Gobernador del Banco España.

Pasaron horas en que el colchón se veía sacudido por un hombre enloquecido ante la posibilidad de descarrilar tan cerca de las mieles del poder y ya despierta Begoña la oyó maldecir a la estúpida de Teresa de la transición catastrofica que con su fracaso le había impedido lucir sus trajes verdes y sus camisetas 'I love Greta'.

Luego al despertar después de su vigilia atormentada nocturno se había despertado con las dos horribles noticias judiciales. Oriol tenía inmunidad parlamentaria y los estúpidos jueces de Barcelona habían inhabilitado a su amiguete Torra, que en una catarata sentimental le había contado sus cuitas en una intensa y conmovedora conversación telefónica.

"Darles lo que quieran", repetía como un mantra, todo, todo, un referéndum que sea y no sea vinculante, una judicatura propia a imagen y semejanza de TV3, para hacer y deshacer lo que quieran. Cascada de millones del FLA quitandoselos a los gilipollas señoritos de la junta de Andalucía. "Todo y más" gritaba fuera de si.

"No se fían de ti" dicen que eres como una veleta le dijo enternecida y con lágrimas la Lastra. Claro pensó el Divino Pedro es que me han calado y se han dado cuenta que miento más que habló rumió Pedro.

"Hasta Pablo está callado" desde que se ve Vicepresidente no las pía, está atenazado por la gloria que está dando aldabonazos y despierta a los gemelos en su casuplon de la Navata. Se solaza en los brazos enrabietados de su Evita y se calma. Yo en cambio no encuentro la tranquilidad. Soy un alma en pena.

La verdad es que no sabía que hacer y sus servidores tan solicitos en atizar su megalomania galopante estaban mudos o balbuceaban cosas incoherentes como solicitar a sus compadres de las ERE que en vez de devolver el dinero a las arcas publicas se lo dieran al iluminado de Blanes Torra y a Carlitos el Tramposo. Paparruchas.

Así transcurrieron las noches fatídicas de fin de otoño. Entre angustias y los días llenos de desvelos ante papeles en blanco que no sabían como rellenar. Se encontraban en el país de los necios.

Veía al Dulce Oriol, tan pío y devoto, convertido en un dragón de las siete cabezas acechando llevarse su colchón del alma y dejarlo con el traserillo al aire en el maldito suelo.

Hasta el apolíneo Torra se transformaba en su enfebrecida mente como un Godzilla que echaba fuego por la boca. Escupitajos que le llegaban muy hondo.

Insomnios tremebundos. Ni siquiera le consuela la voz del padre Ángel en la Cope a las cinco de la mañana hablando de los sin techo, la feria de las palmeras y la villa del cartón. La balada de los miserables. De donde saca energía este tío. Le tengo que llamar para que me aconseje balbucea quejumbroso y mandar al carajo al Coletas y ponerlo a mi lado para mi nuevo peronismo. Begoña termina por mandarlo al sofá de los cabreos.

Y al amanecer vuelta la burra al trigo.

Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com