A falta de ideas y argumentos se ha puesto de moda "el carismo" entre los políticos.
Ponen caras muy serias, prohibido reírse o mostrar ninguna muestra de amabilidad o cortesía. La seriedad del asno se ha convertido en el santo y seña de nuestros políticos y como no del Divino Pedro.
Hago un inciso para apuntar al cara pétrea del Divino Pedro respecto a Greta y la Cumbre del Clima. Al principio se presentó como un Superhéroe, un ángel vengador
todo verde, para luego desaparecer como un conejo atemorizado mimetizandose en el hombre invisible, delegando completamente en Teresa Ribera la ministra de la transición catastrófica.
Después del eclipse calamitoso del Mandela de Pozuelo, que se olvidó del clima en un caso de transformismo prodigioso. Luego se dedicó al carismo en sus entrevistas con Casado y la Arrimadas. Cara muy seria con especial dureza secundado perfectamente por el chico del super máster y la bella jerezana.
Llamarlos cara duras no sería justo, aunque para sus detractores lo parezca, es practicar un gestismo para ciudadanos supuestamente medio tontos, a los que es necesario escenificar la contrariedad y el estado de ánimo.
Incluso el hincha del Español el Sr. Rufián, símbolo supremo del carpetovetónico colonizado y catalanizado, se muestra severo con la chica del chigre, la Lastra de profesión sus lealtades inquebrantables. Parece un Nerón feroz, un Caligula sin caballo.
Da gusto ver felices y sonrientes a la delegación de Bildu, con su apertzalismo agudo, contrastada con Lastra y compañía. Parecería que tienen un tremendo dolor de muelas o una migraña crónica.
La interrupción abrupta de sus consultas para despachar con el Divino y su Iván los encuentra a ambos con caras feroces y echando espumarajos por la boca. Clamando contra Esquerra.
En su precipitación la mociquina asturiana tropieza con sus muletas y está a punto de caer y ahora si los tres estallan en carcajadas y literalmente se parten de risa.
Este incidente banal acaba con el carismo y empieza el caradurismo, el arte de ver como en vez de ser serios se pueden reír de toda la ciudadanía, eso sí sin pensamientos rebuscados, para no desgastar sus frágiles cerebros, con simples gestos, no dan para más.
En vez del cava la chica del chigre impone la sidrina y los tres se regodean de los sufridos españolitos y de todas las proclamas de progresismo y de ilusión y otras zarandajas y brindan alborozados.
Amigos lectores es la hora de ponernos serios,mientras estos tres se descolonan a costa de nosotros pensando en la pascua que nos van a hacer.
Suena la hora del "carismo" y de las caras pétreas. Todos al refugio, Suenan las alarmas. Avanzan. La fiesta para ellos va a empezar. Preparaos. El festín de Baltasar.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
