De esta Cumbre contra el Cambio Climático se extraen todo un capítulo de buenas prácticas de excelentes recomendaciones para mejorar tu vida y la del ambiente que te rodea.
Hay pasos que dar muy simples y de sentido común como la gestión de basuras y residuos o el ahorro de agua, la eliminación del plastico.
Los problemas empiezan con la dieta recomendada respecto a ser veganos o rechazar el consumo de carne.
Palabras mayores la implantación obligatoria de las energías renovables, que implica la total eliminación del carbón y la sustitución de la tracción del petróleo por las energías limpias, solares y eólicas.
Hay dos fuentes energéticas la atómica que esta estigmatizada por los ecologistas, aunque es limpia y otra por explotar la fuente de energía del mar que si pudiera utilizarse se resolverían los problemas de energía del planeta.
Visitando la Cumbre se aprende mucho sobre como cambiar nuestros hábitos de vida diaria. Falta un análisis detallado sobre el coste de la transición ecológica y su repercusión sobre el empleo.
Siguiendo la marcha por el clima con su icono y líder Greta da la impresión que detrás de la revolución verde se esconde un rechazo frontal del modelo liberal capitalista y no se explica que tipo de modelo económico se quiere implantar ya que el modelo de rígida planificación comunista ha fracasado en todo el mundo.
Otra reflexión es que el ecologismo tomado como una nueva religión colma el vacío dejado por las religiones tradicionales y se convierte en una poderosa fé.
El calentamiento global exige una tarea de todos y no una revancha de las ideologias derrotadas que buscan su renacimiento y su voluntad autoritaria e inquisidora en el dogma verde.
El amigo Bardem llamando imbéciles a Trump y al alcalde de Madrid no contribuye a lograr un consenso.
Igualmente la falta de participación tanto del alcalde como de la Presidenta de la Comunidad de Madrid rebelan una gran miopía, ya que dejar a Monedero y Errejón como paladines de la salud del Planeta es un disparate a la vista del desastre de Venezuela.
Rechazar esta Cumbre porque el mayor contaminador de España con su avión y helicópteros haya querido opacar a sus rivales en su sprint por la investidura también es una ceguera. Un aventurero oportunista sin escrupulos no oculta los problemas de contaminación que aquejan a nuestra Tierra.
A las afirmaciones de los científicos debe haber una respuesta unánime de los politicos y no un campo de batalla ideológica.
Los Srs. Trump y Almeida pueden ser idiotas, como dice el oscarizado Bardem, pero son buenos gestores con una excelente página económica de pleno empleo el estúpido de Estados Unidos y muy buenos antecedentes del alcalde madrileño.
Respecto a corrupción y picaresca es imposible librarse en un país latino. Es lo que hay.
Este machaque de datos y de buenas prácticas deja un buen poso, pero si yo fuera trabajador de una térmica o de la industria del automóvil me preocuparía ante estos iluminados de la transición energética, me temo que se pondrán las botas y no practicarán lo que predican. Va de retro.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
