Hay que reconocer al Divino Pedro nuestro protagonista de la vida política española su arte de manejar el suspense de forma maestra, que no todo han de ser críticas, que debemos reconocerle sus puntos fuertes.
En toda novela negra el misterio debe atrapar al lector y no digamos en las dos horas que dura un film de suspense. El Divino es un segundo Hitchcock y va por su tercera
investidura.
En la segunda saltó la sorpresa final y nos tuvo a todos pendientes del sobresalto postrero. Ahora se las promete muy felices, pero con este personaje nunca se sabe si oculta un as en la manga o es todo un farol.
Es cierto que tanto misterio y dosis de suspense pueden llegar a cansar al personal, aunque sigamos leyendo y viendo asuntos misteriosos como si tal cosa.
Otra sorpresa esta vez no programada por Iván, ni Irene ha sido el escándalo que le ha estallado al futuro Vicepresidente Iglesias que contrataca con el manido abuso del acoso sexual.
Es como un novelón, un culebrón por entregas todo lo que envuelve a estos personajillos, que la Fortuna una diosa caprichosa ha situado en la cima de la resbaladiza vida política. Un guiño inesperado.
La impresión que tenemos los observadores es que el acuerdo con los de Esquerra ya está cerrado y ahora los catalanes están manejando los tiempos para ser considerados como héroes entre los independentistas y no cargar con el sambenito de botiflers, algo peor que vendidos.
El gobierno Frankestein está preparado como se ve por la evolución de la moda del acosado Coletas que ahora se envuelve con una gabardina de Cantinflas y un corbatin de lechuguino. El peso de la púrpura. La pasarela Cibeles toma nota.
Don Felipe podría retrasar unos días la investidura y el calendario complicado de ERC harán el resto y tal vez el Divino Pedro quiera terminar con este plazo de espera y dejarnos comer el turrón sin ansiedad.
No es previsible esta vez una gran sorpresa en estas Navidades con una escena al borde del acantilado. Dejemos a parte sentimientos y opiniones personales, que van del ilusionado Pedro, al hechizado Pablo y a la alarma y decepción de una buena mitad del variopinto pueblo español.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
