Que nadie, fuente de la vida, te encauce
							Pol, Pepe - martes, 26 de noviembre de 2019
							  Estas  líneas  van dedicadas   a  ti, mujer,   que  nunca debes  sufrir
maltrato alguno  porque  eres eso,
la fuente de  la vida  humana.
Que nadie  te considere débil
y, aprovechando de  esa   engañosa circunstancia
quiera darte la mano,
una mano  que lo que pretende  es oprimir la tuya,    
convertirse  en  la cadena  que tu libertad  restringe.
Que nadie  levanté colosales  presas
para retener  tu discurrir
aludiendo   que  debes estar en la casa.
El hogar   es  de la pareja
pero nunca  sea  cárcel  de  ninguna de  las sentimentales partes.
Rompe esas rejas  con la mejor de las limas,
eres mujer, y no una reclusa  y sumisa  
de  un  carcelero  que, por la  calle  dice ser  tu compañero
Que  nadie  enlode y enturbie   tu  vida
removiendo los fondos con los pérfidos  celos,
y  arrojando piedras  a tu  cristal  de  transparente  humanidad.
Que nadie a tus arroyos  los  haga   ir  llenos  de lágrimas
y, lo que es peor,  secos  y  en pleno estiaje  del  más grande cariño,
el   del amor de sus padres .
Que nadie  envenene  de dolor  a  la fuente de la vida
y,  lo más tremendo,  quiera beberse  tu dulce sentimental agua
diciendo  que, para él, eres poza salobre  y amarga.
Que nadie te pise  tus  pies para que no camines  ni avances,
 Que no  te carguen  con la mochila del  miedo
y te amordacen  con  el  más denigrante  ultraje  y chantaje .
Y, mucho menos,   que te maltraten;
fuente de la vida, 
alza tu voz y grita,
sal  del cauce  que  el  maltratador te quiere hacer;
pues;  si sigues en él , en verdad que será tu lecho
y tu  mortal tumba .
Recuerda, el agua de la vida
nadie puede  guiarla  para regar su parcela machista,
Desbórdate, inunda  las calles  con tu presencia,
y que en los aires  se oiga  tu voz 
clamando por la justicia  y los derechos  que merece la fuente de la vida,
la mujer de  ayer, de hoy y mañana
que  merece  todo el respeto y admiración  
por ser  hija, compañera,  madre, abuela
y la luz  que  ilumina al social mundo  
para que no sea   un barco  a la deriva y sin rumbo.
Grita  y tu grito
será la denuncia  que te  salve a  ti  del  peligro
y a toda  mujer   que  esté pasando  por  vejación y trato indigno.
Hazlo  por ti  y por todos nosotros,
de nada sirve luego  el  lamento,  si callas hoy, 
mañana ,  posiblemente,  sea tarde  porque  será totalmente  noche.
							
							
 
							Pol, Pepe
							                                
                                                                  
                                                                  
                                                        
				 
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