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Ascética del carácter

viernes, 22 de noviembre de 2019
Se puede entender la ascética como los conceptos teóricos y las prácticas morales para perfeccionar y perfeccionarse moral y espiritualmente el y al ser humano.

La ascética del carácter sería dicha aplicación y teorización ascética sobre el carácter o la personalidad humana. Es decir, que el individuo, colectivos, sociedades, avancen en la verdad de la realidad y en el bien y bondad moral, en hábitos buenos y en virtudes correctas, y vaya abandonando las desvirtudes o vicios o hábitos negativos, para entre otras realidades tiene que perfeccionarse correctamente en actos y hábitos la personalidad o el carácter moral. Al menos en la medida de lo posible.

- ¿La cuestión es si el ser humano, en general, o particular, o cada uno, de fondo tiene buen o mal carácter moral o psicológico moral?

¿Por lo general, quizás, por los avatares de la existencia y las circunstancias, los ambientes no correctos, los ambientes psicosociales…?

¿Poe los deseos desordenados y las pasiones desordenadas y las necesidades no armonizadas el ser humano no tiene buen carácter psicológico, ni tampoco un buen carácter y correcto moral y ético?

¿De los actos y hábitos que uno haya materializando o cristalizando, por lo general, no podemos indicar que todos sean malos, pero si algunos?

¿Desde el punto de vista moral y espiritual, quizás los individuos se encuentren perdidos en la enorme cantidad de estímulos del ambiente, de su propia vida y existencia, no en todos los sentidos positivos, en los deseos y pasiones que luchan dentro de él?

¿Durante siglos en Europa, la moral y espiritualidad y religiosidad cristiana, seamos ateos o no ateos, ha sido un parapeto, debemos reconocer, era diríamos la moral de siglos desde Aristóteles, pasando por el judeocristianismo que de alguna manera ha enseñado al ser humano, a autocontrolarse?

¿Si ahora ese dique se está diluyendo o desapareciendo, el ser humano, en concreto, sin negar excepciones o tanto por ciento de la población, se encuentra en un medio con malas costumbres morales, en muchos campos, no se le enseña una ética y moral correcta, por lo general, ha abdicado de una concepción espiritual, medianamente equilibrada, en un mundo con multitud de estímulos para aumentar sus necesidades y sus deseos…?

¿Y se da cuenta que no puede alcanzar todo, lo que es fácil, que en cada persona, se vayan imprimiendo emociones y conceptos negativos moralmente, es decir, un carácter psicológico y moral no correcto?

- El carácter y la personalidad psicológica y moral, desde las ópticas ortodoxas de la psicología y desde la ortodoxia de la ética y moral, debe encauzarse para la verdad y el bien correcto. El bien en cada cuestión o aspecto de la realidad, y la bondad y el bien moral en sí y conexionado con la verdad de cada cuestión.

La persona, dentro del sentido común, la racionalidad y la prudencia, debe analizarse y darse cuenta, que aunque tenga otras virtudes, debe mirarse al espejo, y darse cuenta si tiene un mal carácter o personalidad psicológica y moral no correcta. En mayor o menor grado, en tal o cual conjunto de temas o cuestiones, de actos o de hábitos o concepciones…

Puede estar toda la vida, su vida y en su existencia ir tapando esa realidad de mal carácter poniendo mil excusas, y los de al lado, al final, terminar convenciéndose, que tal persona equis o zeta, actúa de tal modo, por tal motivo o fin o concepto. Pero no somos conscientes, que además de esa razón o motivo, real o hipotético, que puede o pueda ser una excusa exterior, la razón principal y fundamental, la raíz es que tiene un mal carácter, sea a nivel psicológico y sea a nivel moral. La persona en el fondo se camufla durante años y décadas su mal carácter psicológico o, y moral.

La persona de mal carácter, además de intentar darse cuenta de ello, tiene en la medida de lo posible, aunque tenga que estar durante toda la vida, apoyándose en el saber ortodoxo psicológico, y en el saber ético y moral correcto, ya que no todas las éticas, son exactamente iguales en el bien.

El ser humano, hacia si mismo, hacia los cercanos, hacia el resto de seres humanos, tiene el deber y el derecho de intentar encauzar para tener un buen carácter psicológico y moral. Todos hemos conocido, docenas de personas, que pertenezcan a un estrato social o a otro, a una ideología o a otra, que defiendan unas realidades u otras, que en el fondo, son y eran personas de mal carácter o psicológico o moral, por lo general, una combinación de ambas realidades. Al final, plantan y cuidan cincuenta árboles y estropean veinte o treinta. Mejor sería cuidar solo diez y no destrozar ninguno.

No se puede caer en el error, de basar todo el pensar propio basándose en el carácter o personalidad propia. Ciertamente, las ideas y deseos y emociones y conceptos, son en la mayoría de los casos, una mezcla de situaciones y circunstancias del pasado y del presente y de los intereses del futuro, además de los ambientes sociales y familiares y educativos, etc.

Uno, tiene que aceptar que tal idea o emoción o concepto o acto es bueno en sí mismo o no lo es. No pensar que es bueno porque tu carácter o personalidad te indica que es bueno o no lo es.

Dicho de otro modo, las normas morales, sean propias y sean de otros, no depende solo y exclusivamente de tu carácter o personalidad, seas extrovertido o introvertido, te interese o no, sino que esas normas sean correctas universalmente y para ti, según circunstancias y situaciones, etc. Es decir, que esas normas sean verdaderas en sí y buenas moralmente en sí mismos, y no que te apetezcan o no a ti, por tu personalidad psicológica o moral. O al menos, una combinación entre personalidad correcta, moral correcta y verdad en dicha realidad, lo más objetiva posible.

Porque, si una persona tiene un carácter de ser un gran trabajador, exige a todo el mundo, que trabaje veinte horas al día, si es perezoso psicológicamente exige y se exige, a los demás, solo trabajar cinco horas al día.

No olvidar que cada uno tiene su carácter psicológico y psicológico moral, por lo cual, no somos la medida y la norma del mundo. La norma del mundo serán los principios universales morales y éticos, que habrá que adaptar a la verdad y al bien, y a todas las circunstancias…

Para terminar, vienen muchos bienes a uno mismo, si se va alcanzando tener una personalidad y carácter psicológico y moral, correcto y bueno y verdadero en cada cuestión, según el saber ortodoxo psicológico y ético y espiritual. Y se traen muchos problemas, a uno mismo, a los cercanos y al resto de seres humanos, en la medida de la influencia de cada uno, y de los actos, si se tiene un carácter psicológico y moral y espiritual, erróneo, sea en las concepciones, sea en la práctica, sea en un tema o sean en muchos o en algunos.

Muchos males, se difunden por el mundo, si la persona que tiene tal o cual responsabilidad, no tiene un carácter positivo y bueno y correcto desde estos puntos de vista. Veamos la historia.

Durante siglo, se ha estado explicando, a la sociedad, que el ser humano tiene que realizar una correcta ascesis del entendimiento, de la voluntad, de la memoria y del carácter. Pero ahora, son tiempos olvidadizos. Ni siquiera muchos son o somos conscientes de que los siete, errores morales graves, son la fuente de enormes sufrimientos y angustias y penas, para uno mismo y para los demás: la gula, la avaricia, la envidia, la soberbia, la vanidad, la lujuria, la pereza…
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


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