Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

El Voto: Características y tipología

miércoles, 13 de noviembre de 2019
Votar es un acto individual por medio del cual una persona manifiesta su decisión o disposición con respecto a un asunto o consulta de carácter público o privado.
Se puede votar en las más variadas situaciones y oportunidades: en un organismo público, en una comunidad de vecinos, o en un grupo de personas para tomar un decisión cualquiera.

No obstante, la celebración de elecciones generales, un acontecimiento de gran relevancia pública y social, me sugiere una reflexión o comentaros sobre la tipología y características del voto público, que se encuentra regulado y limitado en sus distintas variables en la legislación vigente

En una sociedad democrática el voto es la expresión de la voluntad popular. Es un privilegio de dicho sistema de gobierno. El voto, en España, es un derecho constitucional. El voto en unas elecciones generales debe de ser universal, libre, voluntario, igual, directo y secreto.

En dicho evento electoral, votar no solo es un derecho, sino también una responsabilidad, un compromiso ético y moral contraído con el sistema de derechos y libertades, propio de una democracia. Votar es elegir, por medio de la papeleta que depositamos en las urnas, la más atractiva o tal vez la menos mala, entre la variada oferta de propuestas electorales, valorando igualmente el propio “carisma” del candidato y el historial político y de gestión del partido al que representa.

El voto, en función de la ideología, intencionalidad y otras variables de los votantes, suele presentar una variada tipología: voto reflexivo o racional, emocional o pasional, partidista, útil, cautivo, de castigo, en blanco, tornadizo, imprevisible y otras modalidades a juicio o sinrazón del votante. Capítulo aparte merece la abstención, que podríamos llamar ”voto del silencio”, que suele presentarse como una fórmula de protesta o repulsa, a modo de factura silente que pasan al sistema o a los responsables de la gestión política. En definitiva si anatomizamos el voto podríamos decir que se puede votar con la cabeza, con el corazón, con el estómago y quizá con los pies. La variedad, tipología e intencionalidad del voto se ajusta también a la diversidad de los votantes: edad, condición, ideología, compromiso y otras circunstancias personales o excepcionales del momento en que se produce la consulta electoral.

En cualquier caso todos los votos son válidos si se ajustan a las exigencias legales, todos computan, pero obviamente no todos alcanzan el resultado esperado, especialmente si el votante confía, ingenuamente, en la aplicación y puesta en práctica de las promesas electorales, que en frase atribuida al profesor Tierno Galván, “están para no cumplirse”, ya que su incumplimiento, habitual en todos los partidos políticos, no suele acarrear castigo electoral y no entorpece la gestión del Ejecutivo que las introducirá en el cajón del olvido.

En todo caso bienvenidas, y justamente denostadas por su reincidencia contumaz, sean las Elecciones en la ingenua confianza de conseguir el resultado más favorable para los intereses de este bienaventurado Estado del Bienestar.
Vázquez Liñeiro, José Ramón
Vázquez Liñeiro, José Ramón


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES