Se estanca el Divino Pedro con sus intervenciones escritas y leídas gestos de preocupación y temeroso. No renegó de sus amistades independentistas y se refugió en
que se vote una ley que permita gobernar a la lista más votada. Como tonto.
Pablo Casado hizo preguntas muy incisivas que Pedro no contestó su fuerte fue la economía y resaltar las amistades peligrosas de la izquierda.
Albert Rivera defendió a la familia y a los autónomos se enzarzó en discusiones evitables contra el PP, se sacó de la del adoquín que representa la violencia en Cataluña. Brillante como siempre.
Pablo Iglesias muy directo llegando al corazón de los humildes y solicitando la coalición con el PSOE. No explicó como se financian sus múltiples propuestas, pero tiene un gran desparpajo y una estupenda dialéctica, recuerda al griego Varufakis. Habrá rebajado votos a su Pedro.
Abascal fue la sorpresa de la noche. Escenificó las semillas del odio entre hombres y mujeres y entre españoles, los abuelos se reconciliaron y ahora el Divino Pedro enfrenta a sus nietos. Ganará votos de las derechas y algunos de la izquierda.
La estrategia de Sanchez de dividir a la derecha con la aparición e irrupción de Vox y de resucitar a Franco ha triunfado. Maquiavelismo puro y duro. Divide y vencerás. Por esta razón dio la mano a Abascal y no se ensañó con su partido.
Lo increíble de la noche electoral fue que para la Sexta el ganador del debate fue SÁnchez, que fue de largo el peor de esta larga noche. Incapaz de contestar y aclarar cuales van a ser sus pactos e incapaz de improvisar. Minutos antes revisaba sus notas, que le habían preparado como un mal estudiante, que teme suspender. Lamentable.
Que los ganadores del debate hayan sido los dos extremos Abascal e Iglesias debería preocupar a los electores. La megalomania de un aventurero sin escrupulos nos está poniendo contra las cuerdas.
Las dos Españas frente a frente, se desea resucitar los viejos odios y envalantonado por las encuestas prefabricadas seguirá humillando a los españoles con su "nada es más fuerte que la verdad".
Horas antes se humillaba al Rey con las quemas de su efigie y con pancartas que nadie removió. Las policia protegía a los violentos y no a la Constitución. El Divino Pedro sabe que necesita a los independentistas para gobernar y no desea enemistades demasiado con Torra,Puigdemont y Otegui quienes le encumbrado en La Moncloa.
El grado de formación política de los españoles tiene la palabra y si vencerá el odio y el resentimiento el Divino Pedro tendrá vida larga.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
