La participación en las próximas elecciones

Cualquier gabinete sociológico, serio, científico, sin componendas a inventario del que paga, sabe desde hace meses que: Las gentes de este país están hartas, hastiadas, aburridas y muy enfadadas con los políticos. Si alguien se atreve a encuestar "el rechazo", debe publicar que tal "gremio" se lo ha ganado a pulso.

Las gentes de este país, han sido una vez más: usadas, estafadas, despreciadas y engañadas, por la PARTITOCRACIA. ¡Si, esa cortesana que tiene cautiva a la DEMOCRACIA!. Creíamos que por fin se había producido el RENACIMIENTO. Tras una larga EDAD MEDIA dónde todo estaba bajo el control de los viejos y corruptos partidos políticos del pasado siglo XX, salía el sol, y nos permitía vislumbrar una generación nueva de dirigentes. Y así las gentes fueron a las urnas con las papeletas de Cs y PODEMOS.

Por fin se iba a recuperar el espíritu de la democracia real, aquella que va mucho más lejos que su asiento en el papel capaz de soportar cualquier promesa. Hasta las leyes convertidas en Derecho Positivo -Postulados vigentes contenidos en los Códigos- son interpretados por los abogados.

Para estos casos, no se requiere titulación alguna. Basta con pertenecer a la curia o las mesnadas de esas denostadas organizaciones que son los partidos políticos, que aun a sabiendas de su ignorancia, son dignos discípulos de MAQUIAVELO. Vuelvo a escuchar aquello de : " La política es el arte de hacer posible lo imposible". O peor todavía. "La política es mitad teatro, mitad basura".

Nunca había percibido tanto desprecio hacia los políticos. Las gentes caminan entre el temor de quien viaja en un barco a la deriva y la indignación de quien se siente gravemente asediado por graves y urgentes problemas con causa y motivo en la ineptitud, la chulería o el egoísmo de la clase política.

Y es que cualquier estudio epidemiológico de esta enfermedad social, puede describir cuatro cohortes poblacionales-ciudadanos/as.

Los que no tienen nada. O tan poco. Que aun formando parte de la EPA, no logran trabajo estable con salario o pensión de dignidad, para poder hacer frente a sus necesidades.

Los que mantienen el tipo, pero con miedo a engrosar el cohorte anterior. Sobre todo, ante el aviso de nueva tormenta financiera. Crisis cíclica en la que siempre ganan los mimos y siempre pierden los demás que son la mayoría popular.

Los que tienen todo y quieren más. Esa minoría "selecta" que siempre se pone a salvo. Que está bien informada. Que maneja el mando para que se muevan en el sentido que consideran a su favor, sus empleados, funcionarios, procónsules, devotos y lacayos de traje y corbata. Son los PODERES FÁCTICOS DEL SIGLO XXI.

La clase política. Que han sido ungidos en las urnas por un sistema hecho a su medida. Obedientes a los anteriores. Pero a cambio de formar parte como aquellos héroes de la mitología griega que triunfaban entre los parias terrenales gracias al favor de los dioses con sede en el Olimpo. Así se explican sus sueldos, sus pensiones, sus privilegios, sus impunidades en la crisis, sus derechos escritos u ocultos, sus miserables pretensiones y lo peor de todo. Hablan, insultan, fracasan, en nombre del pueblo.

Creo que salvo error, sorpresa, milagro o catástrofe, el 10-N triunfará la no participación en unas elecciones convocadas tan sólo por UN EMPECINADO que no quiso, ni pudo, hacer coalición con UN ILUMINADO.