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La desactivación económica de A Mariña y As Pontes

martes, 22 de octubre de 2019
Hace mucho tiempo que lo que les pasa a estas industrias se veía venir. Y lo del Brexit también lleva tiempo dándole vueltas; pero estamos acostumbrados a que mientras no suceda, y sobre todo sigan pagando la nómina, aquí los problema son de los demás. Si la sanidad no funciona, que protesten los enfermos; si los colegios no tienen ruta escolar o comedor que vayan a protestar los padres afectados… es un mal muy viejo y muy egoísta. La conciencia social hay que tenerla siempre y enseñar a luchar por la cosas debiera ser una asignatura obligatoria en los colegios porque de desidia, pasotismo, comodidad y egoísmo andamos sobrados.

Endesa, la empresa de As Pontes, es una industria obsoleta desde hace muchos años porque su combustible fue básicamente el carbón, productor del CO2 que tanto daño viene haciendo desde su inauguración a los municipios limítrofes en su agricultura. Una empresa estatal que en su apartado social patrocinaba equipos de fútbol, coral y otras actividades lúdicas y, sin embargo, jamás tomó medidas correctoras del impacto contaminante que pudiera evitar las pérdidas de tantas cosechas a los campesinos en cuestión. Cuentan que indemnizaba a Inglaterra. Endesa, empresa que nos ponían como modélica a los estudiantes en los años sesenta, tampoco supo jamás reciclarse y realizar cambios con visión de futuro y sólo sirvió para enchufar personajes, tipo Marín Villa, y explotarla mientras fuese rentable. Rentabilidad que garantiza siempre el Estado (privatizada por el PSOE en 1996) a las amistades privadas a las que vende, por irrisorias cantidades, sus empresas que a su vez hemos pagado los ciudadanos.

Endesa es compañera de Telefónica (privatizada por el PSOE en 1996), Ence (por el P.P en 2001), Tabacalera (en 1998 por el P.P) y muchísimas otras que cualquier ciudadano curioso puede encontrar en internet.

Hoy Endesa, mal que duela, es una empresa en extinción por obsoleta y porque la energía del futuro está en las renovables, nos guste o no. Lo que pudiera hacerse con parches tan peregrinos como quemar huesos de aceituna o similares es pan para hoy y gasto para mañana.

En cuanto a Alcoa (privatizada por el P.P en 1997) la cosa no anda mucho mejor. Sí, ciertamente hay alternativas más viables, como bajada de costes de energía para la producción; pero estos costes no pueden hacerse a costa de los ciudadanos que subvencionamos, vía recibo de la luz, su abaratamiento. Hay una vía sin explorar y a la que todos los gobiernos deben mucho como es el retiro de sus miembros y se llaman las Eléctricas. Red Eléctrica (privatizada en 1.999 por el P.P.) Gas Natural (en 1996 por el P.P) y otras muchas, también del sector de las renovables,son empresas con enormes beneficios, a las que debiera ponerse coto con precios intervenidos por el gobierno de un modo real- la pobreza energética es una inmoralidad mayúscula siendo como somos grandes productores de energía - y es a ellas, a las Eléctricas, a quienes compete este abaratamiento de costos, si es el camino de la subvenciones la solución. Pero uno, que no es experto en economía, no cree que deba seguir subiendo, sino decreciendo, la política de subvenciones. La subvención puede ser una herramienta puntual, nunca una solución de los problemas.

Si no tuviéramos suficiente problemas, ahora nos amenazan con un Brexit duro y la consecuente expulsión de los tradicionales caladeros de pesca de nuestra flota como el Gran Sol y la zona de las Malvinas, por ejemplo. Nuestra pesca, que ya andaba renqueante, se encuentra en una nueva tesitura muy compleja y que tendrá que llegar a acuerdos con otros países o reciclarse con acuicultura que, por lo que dicen, tal como está de sucio el mar, parece la alternativa futura.

Ante tal panorama, fiarlo a las soluciones de los políticos, es una alternativa a la que personalmente no le tengo fe. En esta Tierra para muchos la solución fue la emigración, pero os garantizo, que siendo leve la mía, es muy dolorosa y no se la deseo a nadie.

Lo que ocurre ahora se veía venir, pero mientras se cobraba, esas eran ideas de gente que siempre está atemorizándonos y si el problema era de otro, que lo solucione. Ese nunca fue el camino debido. Los problemas de esta gente y de otra nos afectan a todos y, aunque muchos no luchen y sigan comiendo los churros mientras los demás exigen trabajo, quizás tengan que pensar en que harían si falla la pensión o los ahorros. Decía Alejandro Magno: “De la conducta de cada uno depende el destino de todos”. Y él lo sabía bien en el campo de batalla.

Mis mejores deseos para los trabajadores y los pueblos afectados, porque resulta obvio que es un problema enorme. ¡Ah!, y conviene pensar que podíamos hacer como alternativa industriales.
Timiraos, Ricardo
Timiraos, Ricardo


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