Voy en un ALSA, una de las banderas de Asturias, como lo son para España El Corte Inglés o para Galicia Zara. Empresas audaces proyectadas al ancho mundo.
La historia de ALSA llena de orgullo a Ángel, un avilesino que frisa los cuarenta años, un mocetón fuerte como se estila en estas localidades cantábricas, me cuenta con palabras ilusionadas como la Luarca Automóviles Sociedad Anónima ALSA se origina ya en tiempos nada menos de Gaspar Melchor de Jovellanos con un Juan Cosmen que regentaba una posada y caballos.
Toda una saga de la familia Cosmen que durante ocho generaciones se han dedicado al transporte de personas pasando de arrieros a modernos empresarios e impulsando esta compañía asturiana a los cuatro continentes.
Ángel me narra como su gran familia, como llama a la empresa, ya en el lejano 1728 abre Asturias a Castilla por el puerto de Leitariegos y en el siglo XIX se constituye la actual ALSA con la línea regular Luarca-Oviedo que en quince horas transportaba a los viajeros entre estas dos ciudades astures.
La empresa pasando de las caballerías, al vapor, al gasógeno y a todos los adelantos tecnológicos encuentra a su gran patrón Jose Cosmen todo un paisano, "el de la tarifa de la media burra" que su padre aplicaba a los que se bajaban en las cuestas, un hombre de acción que va engrandecido a ALSA incorporando todas las empresas del sector, por ejemplo remarca este chófer con pedigree de conductores a los autobuses Fernández de León y toda una escalada que le lleva hasta la mismísima China pasando por Chile y últimamente Marruecos. En 2005 se integra en el británico National Expresse Group, de la que la familia Cosmen específica Ángel con orgullo retiene el control de las situadas fiera de España.
El avilesino presume de las bondades del último modelo de autobús con motor Mercedes y carrocería SETEM que incorpora el freno automático y el radar y hace al autobús inteligente. En una ocasión adelantando a una furgoneta se aproximó demasiado y el artefacto se paró en seco con el consiguiente susto de los pasajeros y explicaciones al llegar a Oviedo.
Este ingenio mecánico según Ángel hubiera impedido aquel terrible accidente en que hace dos años en las cercanías de Avilés un poste entró en el autobús partiéndolo en dos mitades y segando la vida a los pasajeros de las primeras filas que eran habituales de la línea Castrillón-Avilés. El chófer salvó milagrosamente la vida pero sufrió la amputación de un pie. Angel tenía que haber ido en aquel fatídico autobús como pasajero, pero el día anterior le destinaron a otro servicio.
Si ríe al decirme que no le gusta la informática y que de eso se encarga su hija, no puede con los teléfonos, no son para él, lo suyo es conducir y mimar a su medio de
transporte y velar por la comodidad de los viajeros. Por cada autobús activo hay otro listo para ser utilizado en caso de imprevisto. La revisión de la flota es constante así como su renovación. Acaricia el volante y exclama "este cacharro es una joya". Todo esto sucede entre Oviedo y Avilés en un viaje desde Madrid. La flota cuenta con 2100 autobuses y mueve a 142 millones de pasajeros al año.
Le comento que conocí a Don José Cosmen el gran patrón y estuve invitado a una visita de una bodega castellana naturalmente compartí el trayecto y me contó muchas sabrosas anécdotas, pero en aquellos tiempos no estaba en el equipo GD de Don Xulio y no lo convertí en entrevista.
Por su parte responde que el patrón conocía por su nombre a todos los empleados, los miembros de su familia y que en una parada en que Ángel estaba cenando fue a buscarlo y le saludó con mucho afecto, fue poco antes del fallecimiento de este gran patriarca del transporte hispano.
Le pregunto si está contento con la empresa y las condiciones laborales, él muestra su plena satisfacción y se le ve feliz por eso a Ángel el chófer de Avilés merece ser el buen Ángel, el hombre feliz que si tenía camisa.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
