Mientras Superclimax Pedro se encuentra en Nueva York realizando fazañas sin cuento ni sentido en Madrid los vejados y traicionados aumentan sus ansias de vendetta, soplan aires de fronda y los conciliabulos contra el tirano encrespan los ánimos.
Como los clásicos no forman parte del acerbo cultural de nuestros esforzados jóvenes políticos alguien, vuestro intrépido cronista no pudo averiguar quien, sugiere que había que hacer como en Fuenteovejuna todos unidos contra la tiranía. El Coletas el más agraviado el que quita el sueño a Superclimax Pedro I el Divino de la dinastía de Pozuelo se opone a hablar de Fuenteovejuna aquí no se trata de asesinar al Comendador, que además controlado como esta por su gentil Begoña no ha violado a ninguna dama, sino ha ultrajado al sentido común y menciona que aquí se trata de citar a Juego de Tronos.
Esta salida de tono deja estupefacto al recientemente barbado rey de los másteres y pensativo al chico sensato de Hospitalet ambos no saben como gestionar a los dragones vengadores, aquí tenemos jabalíes y jabatillos y no tenemos enanos, ni aunque se ofreciera el alcalde de Madrid, que no podría jugar ni con Marc ni con Pau al basket, ni bellas rubias la que teníamos frustró sus ambiciones por unas tarros de crema, así es que Juego de Tronos no se aceptó por parte de los conjurados.
Estaban reunidos en Manolo en Argüelles muy encrespados y cabreadisimos enumeraban sus quejas y quebrantos. Superclímax los había engañado, era un maestro en el arte de la mendacidad, incluso le habían dado un gran premio en Lepe. A mí me ha llamado hipócrita clama el líder catalán con una foto de Malú como antídoto contra el veneno que se le arrojó a la cara. De mi no se fía y me ha mentido como un bellaco
exclama airado el burgués de la Navata. Me saca el santo y seña de la corrupción dice el pepero, cuando en Andalucía se han repartido hasta la capa del Señor Jesús.
Los agravios unían a los conjurados que de todas formas engullían gustosos el cocido que les había preparado el chef Besteiro y su pinche el pirata, que la indignación no tiene porque paliar, ni menguar el apetito y degustar los vinos de La Rioja que les proporciona José Antonio.
Todos estaban de acuerdo que había que hacer algo y hacerlo pronto, a más tardar el 10 de noviembre. Don Alfonso asesor religioso sugiere aplicar la doctrina de Molina, especificando que no se trata del portero de fútbol, sobre el tiranicidio. Le corrijo con cariño, no es Molina es Juan de Mariana, así que aquí no cabe confusión futbolera.
Se deshecha la aplicación del tiranicidio,aspirante a tirano tenemos, pero estamos en tiempos de no violencia interviene autoritario un infiltrado indepe. No se trata de eliminar físicamente como les gusta a los caballeros yihadistas y complacia a los etarras, hay que corregir cambiar las mentes sin derramamiento de sangre. Sobre este punto todos de acuerdo.
Pasaron horas consumieron cuatro cocidos de Manolo y se bebieron parte de las reservas del Centro Riojano y ya abotorgados, pero sin perder del todo la razon,si
alguna vez la tuvieron, llegaron a una idea luminosa. Deportación.
Dicho y hecho. Se haría de forma colectiva como en Fuenteovejuna. Se contactó con el capitán del Open Arms, que se mostró encantado y entusiasmado por colaborar en esta gesta heroica eliminar la tiranía y salvar el naufragio de la democracia.
Del Puerto de Palos de la Frontera zarpó el bajel rescata náufragos con Superclimax acompañado por Teresa Ribera la ministra de la Transición Catastrófica y sus huestes debidamente en grilletes y cuentan las crónicas que les llevaron a una isla desierta la de Robinson Crusoe para allí abandonados a su suerte poder vivir de forma totalmente ecológica con Superclimax como monarca absoluto un Pedro I Superclimax salvador del mundo, aunque de momento solo fuera a los simios.
En Plurilandia se recuperaró de nuevo el nombre de España y se instituyó como fiesta la de Fuenteovejuna el día de gracia de 10 de noviembre, en que se abolió la tiranía.
Joaquín Antuña - Joaquinant@hotmail.com
