Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

El peligro del juego

jueves, 19 de septiembre de 2019
Decía un sabio francés – soy un desastre para los nombres-que una escuela muy formativa era la observación. Y eso le aconsejo siempre a un joven sociólogo. Porque, observando las cosas que pasan a nuestro alrededor, comprendemos ciertas cosas que suceden y que, como en el caso que nos ocupa, nos resultan penosas por sus consecuencias. Me refiero al juego.

Me he fijado concretamente en tres personas que estimo y que han pasado su vida siendo ejemplares en sus respectivos trabajos y ahora, jubiladas, quizás por aburrimiento, quizás por distracción…el caso es que pasan muchas horas metiendo dinero en las tragaperras, sin considerar quizás las consecuencias nefastas que pueden ocasionarles tales costumbres.

Les quiero reiterar, una vez más, que en las máquinas sólo gana dinero Hacienda, los propietarios de ellas y los dueños de los locales en que se instalan. Y aún sabiendo que puede resultar una perogrullada, no por ello lo voy a dejar de repetir, por si alguno lo duda o busca excusas. Y también por si hay un niño que lo lea. Resulta tremendamente triste pensar que esas personas puedan sentirse tan vacías y sin alicientes para otras actividades y escojan unos derroteros tan nefastos para sus intereses como es el juego de dinero.

Y también resulta patético que nos gobiernen unas autoridades tan poco escrupulosas que prefieren llenar las arcas públicas, cuando no su bolsillo particular, permitiendo a estas empresas, que bajo aparentes artimañas, no dejan de ser inmorales artificios para engañar ingenuos, sean niños o adultos.

El paragua de la libertad que ellos acostumbran a utilizar es lo que tiene. Mucho cuento y poco respeto de los incautos. Porque la libertad, señores, no es esclavizar como hacen ellos con los viciosos; ni libertad es aprovecharse de la poca formación de los niños; ni libertad es engañar con señuelos a los inocentes. Ellos lavan muy bien su imagen y hasta cuentan con serviles protectores de su negocio porque ya se sabe que donde hay dinero hay… ( Usen la libertad de su pensamiento para saber lo que los puntos suspensivos encierran).

Pero esto que estoy diciendo lo sabe todo el mundo. Lo extraño es que los poderes públicos sean tan mezquinos que permitan tantas casas de apuestas; que autoricen tanta publicidad engañosa; que protejan tanto negocio sucio. Porque, pese a quien pese es negocio sucio por muy legal que sea. Hoy, también es sabido, esas personas son personajes de la vida pública y tanto presiden un club de fútbol como una asociación benéfica. Es la fachada de aquellos de los que lo único que sabemos es que arruinan familias, destrozan jóvenes, enganchan a niños y ancianos, como acabo de demostrar, ante la desidia de aquellos que teóricamente tanto nos defienden, nos quieren, nos cuidan…

Realmente ¿Hemos llegado a tal grado de desidia institucional que permitimos esto al mejor estilo de tiempos pasados en la Cuba de Batista, por ejemplo?¿ Qué queda de eso que tantas veces llamamos principios? ¿Han desparecido?

Me parece que entre alguna gente todavía quedan, pero no olvidemos sembrarlos.
Timiraos, Ricardo
Timiraos, Ricardo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES