Un ilustre periodista gallego publicó un artículo "el sublime arte de no decir nada" antes de la investidura fallida del Divino Pedro subrayando aquellas lindezas de gobierno de cooperación versus de coalición. Ahora se ha sacado de la manga otra artimaña "la tercera vía" falseando el significado político de esta expresión que es un camino entre el socialismo y el liberalismo.
El Divino echa mano de la primera ocurrencia que le viene en mente. Una martingala como tantos escapismos que utiliza este singular personaje, eso sí sin alterarse, ni mover una ceja. Impasible el ademán. A diferencia de su rival Pablo que sabe improvisar Pedro es incapaz de salirse del guión. Cuando se entera de la muerte de Blanca la gran esquiadora se queda sin palabras. Balbucea un es una perdida importante y se va tan pancho en su coche oficial.
Es increíble que un personaje así haya llegado tan alto, luciendo un buen palmito, una oratoria muy ramplona en que dice una cosa y la contraria, pero sabe maniobrar en la sombra y se rodea de personas muy grises como Carmen Igualdad, Sancho Abalos y la chica del chigre asturiano. No quiere nadie que le haga sombra. La excepción fue su Pepito Grillo al que tuvo que soportar por sus lazos matrimoniales en el PSOE, pero espera quitárselo de encima muy pronto enviándolo a Europa.
Su jefe de gabinete Mr. Iván es su Ninfa Egeria y no tiene que ir a un bosquecillo como hacía en los tiempos este personaje mítico, sino que está permanentemente a su lado como apuntador de lujo aconsejando lo que conviene hacer en cada momento. No le importa que su asesor sea un técnico, un publicitario hombre de todas las banderas.
La duda es si el Divino Pedro práctica el oscurantismo verbal como táctica política o es que realmente tiene las ideas muy confusas y hace la parodia del político que se atribuye a Winston Churchill del político que comienza a hablar sin saber lo que va decir,
dice lo que no piensa y al terminar no se acuerda de lo que ha dicho.
Para propagandistas le sirven la Mary Poppins y la Solis Ruiz, las majorettes de Economía y Hacienda. La primera con su charla efectista y tecnocrática y la otra la que tiene una retórica como el antiguo jerarca franquista brilla por su gracejo y demagogia.
Acaba de meter el segundo gol de España Paco Alcácer. La España real se impone frente a nuestros políticos grises y embusteros.
Recuerdo el lema del Presidente venezolano Carlos Andrés Pérez "ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario", que también podría retratar al Divino y sus secuaces y estoy convencido que Carmen Igualdad con su lengua de trapo comulga con esta sabía y confusa frase para engaño de despistados, crédulos y demás fauna descamisada.
Otra referencia de nuestro insólito Premier es la de Mario Moreno Cantinflas, en versión seria, como la del payaso con la cara enfarinada. En mis años mexicanos me maravilló mucho el lenguaje cantiflesco que manejan muchos simpáticos mexicanos y que borda el Divino Pedro y que hacen estremecer las entretelas de las majorettes del gobierno y a su ventrílocua Irene la de la España global y el manual de resistencia la transportan al delirio.
A todas estas el árbitro aleman del partido de Bucarest pierde los papeles y echa a uno de nuestros defensas compensando el penalti canallesco que pitó a nuestro favor en el primer tiempo. Lo comido por lo servido. Si hasta los árbitros nos humillan como le reprocha el burgués de la Navata al Divino estamos listos.
Termina el partido con la victoria española. Está claro que somos mejores con los pies que con la cabeza. El Divino sienta jurisprudencia, pero a él le va bien hacer el Don Tancredo y sembrar la confusión.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
