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El lebrel celeste

jueves, 22 de agosto de 2019
Por ese azar que guía a todo buen sabueso me encuentro con un lebrel celeste el Dr. Ignacio González-Pinto Arrillaga un cirujano catedrático de cirugía de la El lebrel celesteUniversidad de Oviedo responsable de la Unidad de Transplante Hepático del Hospital Universitario Central de Asturias famoso por sus 1600 trasplantes de hígado y su mujercita Nieves hípica por ser sobrina del gran jinete Paco Goyoaga. En mis adentros resuena la música de La Traviatta de Verdi "Croce e delicia" al hablar intensamente con esta singular pareja que adentrándonos en la noche pasean romanticamente cogidos de la mano.

A este atractivo doctor se le adivina la bata blanca, le apasiona su profesión de la que habla con entusiasmo y reflexión. Nace en Bilbao y se forja en la Universidad de Navarra, es un cachorro del Opus Dei y del Escrivá de Camino. De haber seguido en Bilbao hubiera sido un santón del PNV, con un inquietante pedigree de psiquiatra hasta de tres generaciones en su familia y de Cienpozuelo por más señas. Un hombre inquietante si no hubiera sido tocado por el ángel de la luz que lo convierte en salvador de vidas humanas, bombero forzado a operar diariamente, a trasplantar higados, incluso se ha ejercitado con ovejas en Miami, lo que podría haberlo convertido en un personaje de Edgar Allan Poe.

No esquiva mis preguntas no esconde datos, tan solo un uno por cientos de fracasos, una rutina que le exige operaciones de cinco, siete, doce horas mamma mía! Que personaje. Es un corredor de fondo. En España es categórico no hay tráfico de órganos. Cita casos de la India y se refiere a un paciente que se compró un hígado en China y luego tuvo complicaciones.

Va a celebrarse en septiembre un gran Congreso en Sevilla. Hay quince equipos en España que se enfrentan a este tipo de trasplante y me menciona con afecto en Galicia a Evaristo Varo en Santiago y a Manolo Gómez en Coruña. Le cuestiono sobre el espinoso tema de la lista de espera y réplica que solo en Madrid existe, atención Isabel Ayuso. Entra en desquisiciones técnicas pero el doctor Pinto no es partidario de esconderse detrás de las Divinas Palabras de Valle Inclán, habla claro para profanos.

Es el tipo de hombre al que se le puede comprar un coche usado. Su móvil salva vidas, como de vigilante de la playa, suena para que su hijo estudiante en Bochun en Alemania le diga que el perro no tiene comida y su hija estupenda logista se ocupe del traslado de sus muebles. Se ve que no sólo está al loro, sino que entra 'a por uvas', expresión esta de cuño vasconavarro.

Consuela ver a este gran lebrel servidor del género humano ponerse tierno con su mujercita, su Nieves que le baja los humos y le hace pisar la tierra. Su rubia El lebrel celestede preciosos ojos azules vuelve a los caballos, a su padre teniente general y oh cielos cita a Girón de Velasco. Afortunadamente no está nadie de la Memoria Histórica acechando nuestras pláticas, que no olvidan referirse a Raphael y al caso Abidal de resonancia futbolera. Por cierto mientras hablamos veo en la tele que el vasco Aduriz.el veterano correoso sepulta al Barsa.

Algo muy interesante a resaltar es que el hígado se regenera, crece y que la hepatitis B y C se curan y ya no son la principal fuente de Transplante que ahora son las hemorragias cerebrales y los ictus.

Respecto a si existe "Me too" en los hospitales como insinúan las series médicas. El doctor Pinto al que le gustó mucho el primer capítulo de la serie americana "Urgencias" comenta con humor "que a veces es al revés".

Una velada intensa y caliente propiciada por un rey del ladrillo Miguel Angel Menendez del Fueyo. Hombre apasionado donde los haya y forjador de edificios y proyectos urbanisticos, el ha actuado de flautista de Hamelin y vuestro intrépido reportero de GD ha podido con todo respeto pero con audacia escrutar el alma de este lebrel celeste que es el doctor Pinto. De refilon mencioné a Freud y a Jung cuando Miguel Angel tocó el misterio inescrutable del cerebro. Mientras Mengele y otros como Lopez Ibor y el Nobel de la lobotomia hicieron siniestra a la profesión médica otros como esta legión de cirujanos del trasplante de higados la honran y nos hacen creer en esos hijos de la luz que alumbran a nuestro atribulado pero energético Planeta Azul.

Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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