La Compañía La Cubana, después de sus éxitos "Gente de bien" y "Campanas de
boda" lleva realizando una gira por toda España que comenzó en Zaragoza y ahora ha llegado al Teatro Jovellanos de Gijón.
Se representa en el escenario un funeral de alcurnia con el ataúd blanco y muchas coronas de flores blancas. Se nos dice que se cumple la última voluntad de un personaje mítico, Arturo Cirrera Mompou que "ha vivido y disfrutado una larga vida en este maravilloso mundo".
En cada ciudad se atribuye su nacimiento. En Gijón, con asturianos con montera picona y, hasta con sidrina.
Asturias e Gijón impregnan toda la obra con estupendos actores catalanes que emplean el dulce y suave bable astur. En todas las localidades donde se presenta hacen lo mismo lo que es un verdadero tour de force. Me los imagino en Zaragoza vestidos de maños, bailando joticas y venerando a la Pilarica. Aquí en Asturias es la Santina de Covadonga. Todo un prodigio de adaptación.
Esto se lo pueden permitir llenando un gran teatro como es Jovellanos durante las diez representaciones.
Es un espectáculo deslumbrante en la línea de los grandes musicales de Broadway con participación coral de todo el público. Fingidas celebridades ataviadas con capas y sombreros elegidas por los actores animan el espectáculo. Incluso un caballero vestido de obispo que no bendice a todos y un árabe del Golfo con su dama velada.
Es revista. Un mezcla de Bolywood y Holywood. Números musicales como homenaje que brindan a Don Arturo de las 1001 asociaciones que presidía este gran mecenas y trotamundos.
La filosofía es muy simple: carpe diem. Vive la vida y disfruta todo lo que puedas. Incluso se nos cuenta que don Arturo quería su funeral muy alegre. Algo así como los funerales de Nueva Orleans.
En la escena está siempre el loro Ernesto que sobrevivió a su dueño y que ahora
hereda el setenta por ciento de su fortuna y que vivirá en Barcelona por todo lo alto con la vecina y el chófer de Tanger del potentado, ante la desesperación de muchos sobrinos y familiares pues Don Arturo fue un bon vivant solteron por más señas.
Aparte de los números musicales pegadizos y vistosos trajes de revista hay espacios para la astracanada entre la Nápoles de Edoardo y los sainetes más chabacanos con mucha sal gorda y topicazos.Tipo el muertoal hoyo y el vivo al bollo.
Son dos horas de espectáculo vibrante, sin respiro en que el público participa constantemente y al final despiden al difunto agitando al unísono su kilométrico curriculum. Es puro espectáculo esta troupe de La Cubana son unos actorazos descomunales que recitan, cantan, bailan, se transforman, se engalanan, se multiplican y dejan sin aliento al espectador.
Tantas veces se crítica a los catalanes pero en esta obra brillan su ingenio, su creatividad y su capacidad de convertir la vida en un teatro.
¡Visca Catalunya! y, además, exaltando a España, a sus tradiciones, a sus costumbres y a sus maravillosas vírgenes que dan brillo e iluminan el futuro de todo un pueblo.
La Cubana y su funeral de lujo arrasará en toda España y con las camaleónicas adaptaciones podría entusiasmar a las comunidades hispánicas de América.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
