Escuchando las entrevistas de Ferreras con Iglesias y con Sánchez se lleva uno las manos a la cabeza. Con Pablo por su extremismo y con Pedro por la falta de seriedad y frivolidad.
Ambos pecan de falta de realismo, pero en Pablo se aprecia la pasión y la cercanía con
los problemas sociales, mientras Pedro despliega un cinismo y una arrogancia impropias de un candidato a la presidencia del gobierno.
La entrevista realizada a Pedro I, el Divino parece destinada para tontos por las medias verdades que contiene. No queda claro quien miente sobre las exigencias de ser ministro o vicepresidente. Se dice que la participación de Podemos va a consistir en ministerios técnicos como si en un consejo de ministros,unos pudieran debatir y otros solo escuchar y asentir. Para tontos vamos.
Descalificar a Pablo por su falta de fiabilidad en la cuestión catalana y creer que otros podemitas no comparten las ideas de su líder es de aurora boreal. Si Pablo no sirve como socio prioritario tampoco pueden servir sus seguidores. Si en asuntos de estado, la política exterior, Pablo diverge completamente,que autoriza a pensar que sus correligionarios sean amoldables.
Es un cúmulo de fake news o directamente de falsedades dirigidas a un público supuestamente ignorante. Es inaceptable que si se pretende hacer una coalición se indique quienes van a ser los miembros de la otra parte e incluso se les elija. No hay por donde coger este tipo de declaraciones, aunque sean dichas con mucha seriedad.
Por otra parte el tono macarra de amenazar a los de podemos con su extinción si se va a la repetición de las elecciones supera los códigos de comportamiento y entra en claves de pelea barriobajera.
Además respecto a Ciudadanos y al PP pedir su abstención para defender los valores patrios es otra tomadura de pelo.Es él el que debería tener esos valores y defenderlos y no solicitar el apoyo de quienes violan sistemáticamente la Constitución e incluso han pretendido la secesión de Cataluña o han asesinado y secuestrado en nombre de sus ideologías terroristas. Una impostura de libro.
Es inadmisible un Presidente que miente y maneja a su antojo la política entendida como medro personal sin ningún anclaje ético.Ante esto la salida debería ser un pacto por la dignidad entre los partidos constitucionalistas con el añadido de Podemos,que en los últimos tiempos pregona su constitucionalismo.
Este Pacto debería desembocar en unas elecciones confiando en que un PSOE renovado ante la descalificacion de su líder por mendaz y por falta de valores éticos pudiera contribuir a la regeneración democrática.
Pablo Iglesias puede representar el patriotismo y sentido del estado de Julio Anguita y dar a su constelación de aliados una dignidad democrática que sólo se tienen cuando se acepta el imperio de la ley y se acata la Constitución.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
