El semestre rumano de la UE se clausuró ayer en Madrid con una brillante ceremonia en el Sky Club del Club Financiero Génova. Un marco incomparable, una terraza desde la que se divisa todo el panorama de Madrid.
La embajadora Gabriela Dancau recibió amablemente a los invitados ataviada con un vistoso traje rojo y blanco de su región de origen al sur de su país.
El acto en sí consistió en un desfile de modelos de las diversas regiones rumanas y en una recepción. Puso broche final a toda una serie de actos durante estos últimos seis meses. La presentación del semestre, sobre la que ya escribí una crónica, se llevó a cabo en el Ateneo de Madrid, luego se celebraron dos conciertos en el instituto francés, un extraordinario concierto en el palacio real y finalmente este acto precioso en el corazón del Madrid financiero.
El semestre rumano ha sido la gran sorpresa de la Unión Europea, cuando empezó había muchas dudas sobre la capacidad de los rumanos de efectuar esta difícil tarea, incluso hubo sesudos artículos en periódicos como "Le monde" y "La Repubblica", que opinaban que no sabrían hacerlo. Sin embargo, el resultado ha sido magnífico, se han aprobado 119 proyectos, se han negociado temas que llevaban tiempo sin resolver, y si a esto sumamos la asombrosa actividad de la embajada rumana en España, hay que felicitar a
Rumanía por haber llevado a cabo esta excelente tarea.
Empieza ahora el semestre finlandés que tiene una clara agenda ecológica, insistiendo en el medio ambiente y en el cambio climático. Nuestra ministra Teresa Ribera está de enhorabuena, pues son sus temas favoritos.
Volviendo al desfile de ayer, destacaron los trajes centenarios que daban prestancia a las bellas y jóvenes rumanas que los llevaban. Es un folclore de los más bonitos de Europa, respecto a las mujeres por sus tonos claros y airosos, mientras los hombres recuerdan mucho a la guardia de honor de Grecia con sus faldines que contrastan con la reciedumbre de los mozos rumanos.
Asistieron la nueva embajadora de Sudáfrica, las embajadoras de Chipre, Eslovenia, Luxemburgo y Serbia. Entre los invitados estaban unos distinguidos familiares de Rafael Alberti luciendo a su hija Nuria; la delegada de marketing de Lufthansa, Cristina Hidalgo y su bella hija; la comisaria más joven de España, Alicia Viladomat; el director de Patrimonio Actual, Juan Ignacio Vecino; el periodista de "The Diplomat in Spain" Juan David La Torre; el director de protocolo del Arzobispado de Madrid, Alfonso Ramonet y Alfredo Leonard Lamuño de Cuetos consejero de Relaciones Institucionales del Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias y numerosa colonia rumana.
En España la comunidad rumana se ha integrado perfectamente y como hablan un español absolutamente increíble es difícil distinguirlos de los españoles. Destacan por su laboriosidad y destreza técnica. Se han organizado en diversas asociaciones y tienen publicaciones en su lengua, funciona también un centro cultural rumano en la milla de oro del Paseo del Prado.
Los rumanos cuando envían grandes embajadores son mujeres, este es el caso de Gabriela Dancau, esta elegante dama que hace una notable gestión y que es una persona muy afable y muy dispuesta a resolver los problemas que afectan a su comunidad y a resaltar sus méritos. Ha instituido los premios "100 para el Centenario" que galardona a las personalidades según el Ministerio para los Rumanos en el Extranjero, otro acto brillante en el coqueto Palacio Bauer de la Calle Ancha de San Bernardo.
Si se tuviera que dar un Oscar a la legación extranjera en España para 2018/19, habría que concederlo sin ninguna duda a la embajada de Rumanía y el Oscar protagonista a la gentil embajadora Gabriela Dancau, enhorabuena.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
