Ay María, María, ¿dónde están tus comunistas?

María, cuando te escuchamos en las tertulias decir “la izquierda extrema, los comunistas”, llevamos, no una sorpresa, sino una desilusión. Una periodista avezada que confunde información con propaganda, no es cosa buena. No informas, sino que quieres producir en el espectador miedo y/o odio, afianzar sus recuerdos negativos, o sea, estás reproduciendo técnicas de la “guerra psicológica”, como muchos otros periodistas. ¡Cuidado, vienen los comunista!, les quitarán la pensión a los jubilados, las propiedades serán expropiadas, incluida la casa (la derecha en Madrid vendió los pisos sociales a fondos buitres); la sanidad (en Madrid privatizaron gran cantidad de servicios, y nos cuestan el doble y no son mejores); van a estatalizar las empresas, ¿en qué programa de izquierdas aparece eso?, y más temas que sabemos usted y yo.

María, un partido comunista se definía por la doctrina intocable y homogénea para todos los afiliados, era “el credo” del partido totalitario. Ahora piense, por favor, los miembros de Podemos ¿tienen una doctrina, tienen un credo ideológico?, imposible, son muy diversos, encontramos señoras burguesas, a la par de pintores de brocha gorda. Cuando ustedes atacan a Juntas Podemos llamándoles comunistas, olvidan que ellos son una plataforma política “multirracial”, les une el deseo de formar otra agrupación, que no sea un partido a la vieja usanza, y tener unos principios que les impulsen al reparto más justo de la riqueza, lo que supone que las grandes fortunas paguen más y que haya menos impuestos directos a los bienes primarios para subsistir.

No sabemos de qué comunistas nos habla, si se refiere a aquellos que cometieron los peores errores y horrores, los estalinistas, esos se disolvieron al desaparecer la URSS y el PCUS (partido comunista de la Unión Soviética) el año 1991, dos años después de caído el muro de Berlín. Por otra parte, el Partido Comunista de España, de 1977 a 2019 no tiene nada que ver con los soviéticos, ni en programa, ni en formas de actuar. Usted sabe que da más temblor la extrema derecha, extrema sí, porque hicieron resonar en las calles, recientemente, la música y los estandartes de un período que recordarlo, asusta.

Los que pasamos calamidades por la escasez de dinero, malas viviendas, falta de servicios (agua, electricidad suficiente, alcantarillas, colegios infantiles higiénicos, presos por propaganda prohibida y leer y repartir revistas extranjeras, la limitación de los conocimientos, las rejas al avance cultural, la falta de libertades, etc.), no queremos oír trompetas que nos devuelvan al pasado, nos da miedo. Es muy interesante el artículo del investigador Carlos Fazio “Terrorismo mediático, la construcción social del miedo”, México, 2013, si no lo ha leído, hágalo, le gustará.

Los que piensan como ustedes y así se expresan, o hacen el tonto aparentando que no entienden nada, o se dedican a desprestigiar a la izquierda inventando o apoyando formas poco ortodoxas de atacarlos. Los mensajes inventados, calumniosos, la deformación de los hechos, la exageración, la total manipulación, tomar la parte por el todo, la mentira diaria, asustan a los radioyentes o televidentes, porque no les hemos enseñado a analizar los contenidos para que ellos mismos descubran la falsedad de lo que oyen, y no se asusten. A mí me han preguntado, qué iba a pasar si gana la izquierda: nada, respondí, la izquierda está más preparada que la derecha, porque en la derecha hay una cierta rémora a impulsar las opiniones, las controversias, ningún afiliado abre la boca, la mayoría están para aplaudir y reír, las mujeres que no se molesten, sus maridos les resolverán el tema.

Hay que educar al personal. Los dos principales partidos surgieron a finales del s. XIX, la derecha eran los conservadores, la izquierda los liberales y laboristas. Los primeros manejaban el poder y la economía, los segundos intentaban el reparto de la riqueza y las mejoras laborales y crematística de los trabajadores. Hoy existen, porque las necesitamos, las dos ramas.

Desgraciadamente el “neoliberalismo” controla el capital con más poder y anonimato que en otros tiempos, su imbricación con los mandatarios es para echarse a templar. La izquierda debe ser más fuerte que nunca, a esta izquierda no la podemos calificar de “comunista”, sino de humanista, fraternal, ecologista y luchadora por la justicia, y si no lo es , no será izquierda. Cada día nos dan más argumentos los de derechas. Se ha informado de que el tripartito en Madrid va a cesar “Madrid centro”, lo que supone que los índices de contaminación suban un 40 por ciento o más. Están valorando el dinero por encima de la salud de los ciudadanos, claro, muchos de ellos viven de Pozuelo para arriba, lejos de la contaminación.

María, seguramente a usted no le sea extraño el estadounidense Bernays (colega de Harold Lasswell, teóricos de la campaña de propaganda de 1917, con el fin de convencer a los estadounidenses de entrar en la Iª guerra mundial), sentenció: “[estamos]para dirigir ‘poco a poco a la opinión pública, al igual que un ejército dirige a sus soldados’. Y eso es lo que debemos hacer, porque somos los buenos y los inteligentes y ellos son estúpidos y necios y, en consecuencia, tenemos que controlarlos por su propio bien. Y podemos hacerlo porque disponemos de estas nuevas y maravillosas técnicas de propaganda (citado por Noam Chomsky en La propaganda y la opinión pública).

Han pasado cien años y hoy los ciudadanos no son “estúpidos, ni necios”, ni tan ignorantes, ya se van enterando de quienes son los buenos y quienes los malos, debían tomar nota de ello y tenerlo presente los gobernantes y periodistas.