
San Antonio era la primera verbena que Dios envía según rezaba el adagio popular. Era la cita de las modistillas, las secres actuales, buscando novio y en la ermita de San Antonio de la Florida las chicas de la aguja echaban un alfiler a la pila del agua bendita y si se pinchaban dentro del año se casan.
En Italia il Santo Antonio rivaliza en milagrero con el padre Pio de Monterotondo. En España a parte del casticismo madrileño se le invocaba cuando se perdía algo.
Mi madre le encomendó la salud de su padre enfermo y lo puso cara a la pared cuando murió el abuelo.
En Portugal lo consideran un santo portugués y tiene un coqueto templo en Lisboa al que se llena en un tranvía resultón.
Disputada su procedencia entre Padua, Padova en italiano donde tiene un fabuloso templo y miles de peregrinos, pero Lisboa le vio nacer y lo consideran un santo portugués.
Puede parecer una historia sensiblera y llena de supersticiones, pero no es verdad forma parte del patrimonio cultural de tradiciones que enriquecen a la humanidad, por esto cuando se agreden las tradiciones del Señor Santiago o de la Vírgen de Covadonga se está poniendo en riesgo la memoria colectiva de nuestra nación española.
Leí un artículo repugnante en El País contra el Rocío y la blanca paloma, solo por esta razón se debe evitar por todos los medios que gobiernen estos energúmenos de populistas anarquistas y comunistas, los sin Dios son la nueva caverna, son los retros y nos imponen nuevas fiestas populares, que no pueden desterrar nuestras historias de santos y virgenes, que dan sentido al fervor y a nuestras tradiccionos más queridas.
Si a San Antonio y a No a los carmenitas.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com