En el día de la reflexión deseo ir contracorriente. Es mi grito de protesta frente al pensamiento verde que nos acogota. Un feminismo que envilece a las mujeres y a los hombres. Un animalismo que reniega de la naturaleza del mundo animal. Un ateísmo ecologista que nos hace creernos como dioses y revive el maligno. Un culto por el músculo que nos embrutece.
Me decanto por las mujeres y los toros. Son los símbolos de esa belleza que para Dostoievsky puede salvar al mundo. Las féminas por ser creadoras de vida. Por llevar dentro de si el milagro de la existencia. Los toros por su elegancia, su fuerza, por escenificar en el rito de las corridas la lucha del hombre contra la naturaleza.
Frente a un buenimo que nos castra. La exaltación de la diferencia entre hombres y
mujeres frente a un igualitarismo que las convierte en monstruos vengadores y un pietismo que reniega del resplandor de la lucha por la supervivencia opongamos el descubrimiento, la afirmación del mundo del espiritu.
Hago estas reflexiones turbado por un bramido de un aberrante monstruo de las siete cabezas que afea el bello nombre Carmen enfangandolo con la primera de las vocales. Este sucubo del mismísimo Satan pretende suprimir la fiesta de los toros y humillar a las mujeres convirtiendo a sus hombres en eunucos en nombre de la violencia contra el machismo.
Fundemos un nuevo culto a las bellas mujeres, todas y a los preciosos toros, todos, desterremos a quienes quieren lapidarnos en el albero de Las Ventas. Sin emplear la violencia física con el abrazo para que de energúmenos babeantes por su odio se conviertan en personas racionales y dignos ciudadanos de nuestro solar patrio hispano y europeo abierto al mundo.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
