La alcaldesa de Madrid esta muy crecida después de su alianza con su nieto electivo Errejón. El elixir de juventud obra milagros. Además las encuestas que antes del 28 de
abril le eran adversas ahora le sonrien. Se siente como una surfista cabalgando una poderosa ola que la devuelve a su alcaldia.
Así engallada y rejuvenecida proclama como palabra de orden el progreso ante sus palmeras femeninas orquestadas por la Mestre, la marisabidilla portavoz de su Ayuntamiento y bajo la batuta de un Pedro Almodovar lleno de deseo.
No quiero que los madrileños pierdan esa palabra mágica del siglo XIX "el progreso",que en su boca se convierta en alegre " desmadre"en las relaciones y que invita a los ciudadanos y ciudadanas a seguir los dictados del me apetece,que es cambiante según el viento que sople y desterrar conceptos obsoletos como el compromiso y no digamos el sentido del honor,que pertenece a esa España en blanco y negro que no quiere y aborrece el Divino Pedro.
El resultado es que se impulsa a la ciudadanía a un permanente hacer lo que me da la gana,sin deberes ni atrasados conceptos eticos.El resultado es la violencia de género y la insatisfacción social.
Otro progreso para Carmena es el freno a la natalidad,que pone en peligro las pensiones y que obliga a absorber a ciudadanos de otros países donde no reina el desmadre de los sentidos y la insatisfacción de hombres y mujeres con el notable incremento de la soledad.
Es un extraño progresismo que denominaríamos "regreso" al clima que entre alharacas y dialécticas feministas reinaba en la segunda republica.El amor libre.
El progreso para este esperpento de alcaldesa es crear comités de barrio a ejemplo y semejanza de Cuba impartir cursos de feminismo y contra la violencia de género y destruir la familia tradicional sustituyéndola por un conglomerado de familia de los tres sexos y enzarzados en relaciones a veces acadabrantes.
Progreso para esta ilustre magistrada consiste en abanderar una libertad de expresión que nos ha llevado a esa Inmaculada de Córdoba que alzadas las sayas se masturba a voluntad o en permitir que se escarnie al rey y otras lindezas por el estilo.El todo vale.
Progreso es también no tener un programa digno de viviendas sociales y prohibir en la práctica los pisos turísticos y cercenar los proyectos faraonicos como el Madrid Norte en nombre del ecologismo,que huye de lo grande y aboga por la lentitud y la vuelta un siglo XIX,eso sí con cuartos de baño,agua a voluntad seguridad social y buena sanidad.
En definitiva Carmena asocia progreso al fomento del paro por las trabas al crecimiento económico y al prohibicionismo que afortunadamente mitigan los tribunales por ser arbitrarios y anti constitucionales.
Si Carmena consigue convertirnos en carmenitas volveremos a padecer una dictadura franquista "verde". El " regreso" al pasado a una tiranía disfrazada de libetad.En vez de ciudadanos seremos cipayos de la nueva religión ecologista.
Y a eso Dios mio le llaman progreso!!!
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
