Papá quiero ser político
Vázquez Liñeiro, José Ramón - martes, 14 de mayo de 2019
- Hijo que te gustaría estudiar,
preguntó un padre a su hijo,
a punto de entrar en la Universidad.
-A lo que respondió el joven sin dudar:
papá lo que me permita vivir sin trabajar
-Padre : Querido hijo, ¡qué barbaridad!
No conozco ninguna actividad
que te permita tan ociosa posibilidad.
-Hijo : Papá estás totalmente desfasado,
en la política lo tengo asegurado,
si consigo ser senador o diputado,
trabajo fácil y bien remunerado.
Además para dedicarme
a tan relevante actividad
no es necesario pasar por la Universidad.
- Padre: Hijo, perplejo me has dejado.
Pero, para desempeñar tarea tan notable
tendrás que ser licenciado,
o estar debidamente preparado.
- Hijo: papá, vuelves a estar equivocado.
La Política es una digna y noble profesión
para la que no se precisa
una especial preparación.
Es suficiente venerar al líder y ser leal al partido
como principal obligación.
-Padre: Hijo, jamás pensé que dicho oficio
fuese tan sencillo y llevadero.
¡Así se las ponían a Agamenón y su porquero!
-Hijo: Bien, papá, basta de conversación,
he tomado la firme decisión
de afiliarme con premura a algún partido.
-Padre: Hijo, perdona que sea impertinente
¿A qué partido piensas afiliarte finalmente?
-Hijo: Todavía no le tengo decidido.
En todo caso no es cuestión de ideología,
cualquier partido me valdría.
Son dos los principales objetivos
de un político solvente y en activo:
el primero alcanzar el poder
y el segundo mantenerse en él.
-Padre: Querido hijo. Aunque dude del camino
que libremente has elegido,
te deseo que alcances el objetivo perseguido.
Tu éxito es el mío.
Mas el tiempo le dio la razón,
Y el padre en su jubilación,
tuvo la sorpresa y la satisfacción
de asistir a la investidura de su hijo
como Presidente del Gobierno de la Nación.

Vázquez Liñeiro, José Ramón
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los
autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora